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Despedida de Cristian Pérez - Sí a la Paz

Colombia: Falsa Democracia

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Falsa democracia

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[Colombia] Falsa democracia II: la democracia burguesa

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo. En el artículo de ayer abordamos, someramente, la historia de la democracia burguesa ...

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[Colombia] Personajes del Año 2017

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo.

Los Personajes del año fueron precisamente la Paz y la FARC. La FARC ha demostrado que la política de Paz de las FARC-EP era un principio y como tal no era negociable. La Paz es el bien mayor deseado por el pueblo colombiano y no está dispuesto a renunciar a él.


No podemos decir lo mismo del presidente Santos porque a pesar de haber sido galardonado "por lo que pensaba hacer", la verdad que lo que ha hecho es muy poquitín para merecerlo. No solo en materia de la implementación del Acuerdo Final para una Paz estable y duradera, sino en la continuidad del Terrorismo de Estado, a cargo de otras fuerzas estatales, que en 2016 produjeron más de 150 ejecuciones -asesinatos- y en 2017 ya van más de 120 víctimas.

Es desde luego, una política estatal comprobada por la sistematicidad de los asesinatos (ejecuciones), ejecutados en diferentes tiempos y en todo el territorio nacional. Utilizan no solo las fuerzas narco-paramilitares -para lavarse la cara-, sino también miembros de las fuerzas militares, las cuales también están corrompidas como los otros poderes.

Ante tal cuadro de terror la FARC continúa adelantando los pasos para ir profundizando la Paz en todos los órdenes, a pesar que van más de 30 miembros y familiares de miembros de FARC víctimas de las balas asesinas.

Hemos visto q continúan adelantando sus proyectos productivos sin ayuda estatal, con  poca ayuda internacional; con su pedagogía de paz mediante conferencias, foros, participación en encuentros de mujeres, campesinos, en universidades (con la rasquiña de la extrema derecha que quizá siente el escozor al considerar que los pobres no pueden pisar "sus" universidades), e, importantísimo también, asistiendo a escuelas, colegios y universidades, punto de primer orden en la reincorporación y la re-inserción, obteniendo sus títulos, lo cual irrita los atávicos cavernarios.

La educación juega un primerísimo papel en la elevación del nivel educativo/personal de los farianos que siempre ha jugado su rol en la formación del guerrillero -antes- y del miembro del nuevo partido político -ahora-. Ella es importante en la formación del hombre de nuevo tipo, de eso no hay ninguna duda.

Llama la atención la posición mesurada de los miembros de FARC ante los desproporcionados ataques de los ignorantes de la extrema derecha -quizá porque ellos no han sido capaces de alcanzar alguno de esos títulos-, aunque a veces "tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe".

Esa mesura viene dictada por el atesoramiento de valores morales y principios éticos que hacen que los problemas se analicen según el principio de "análisis concreto de la situación concreta", uno de los tantos aprendidos en las escuelas de cuadros de la vida guerrillera.

Valoramos altamente que no haya un solo caso en el cual un miembro de FARC se haya "salido de las casillas" y haya agredido a quiénes los agreden a ellos de hecho o de palabra, casos que ya son centenares.

Ello demuestra en la realidad la verdadera disposición de FARC hacia la continuidad de la construcción de la paz, y nos hace ser optimistas en el logro de tan noble objetivo.

La Paz la alcanzaremos a pesar de los "enemigos de la Paz" o "amigos de la guerra". Los esfuerzos de FARC son loables y cuenta con el apoyo de todo el pueblo colombiano, e increíblemente de la comunidad internacional.

Deseamos, mi familia y yo -golpeada duramente por una de las partes del conflicto armado-, una feliz Navidad 2017 y un próspero año 2018 pleno de actos de Paz y reconciliación.

[PAZ] De Embajada Noruega a Parlamento colombiano


Colombia: Lo que nos deja la guerrilla de las FARC-EP

LaPluma / POR HERNANDO VANEGAS TOLOZA, POSTALES DE ESTOCOLMO/LA PLUMA



Ya firmado el Cese Bilateral de Fuegos y casi ad portas del Acuerdo Final en la Mesa de La Habana llega el momento de analizar el papel jugado por las FARC-EP en la vida del país y la herencia dejada a las futuras generaciones. Señalaremos apenas algunos de los puntos que consideramos relevantes.
Aunque ya se ha hecho este ejercicio en algunos escritos en el pasado (Ver al final del artículo), ese ejercicio fue hecho en plena confrontación armada. Hoy estamos casi en el inicio de una nueva época cuando se dará la firma de un Acuerdo que contiene elementos inéditos para los pueblos, especialmente el pueblo colombiano, y le confiere características especiales a la existencia de una organización guerrillera que se enfrentó no sólo a un pie de fuerza descomunal -500.000 unidades-, sino que tuvo que enfrentar al propio imperio estadounidense con todo su poderío, contenerlo y obligar a sus fuerzas conjuntas -asesores gringos y oficiales nativos- a aceptar su incapacidad para vencer una guerrilla infinitamente menor en número y recursos, y obligar a sus comandantes supremos a sentarse en una Mesa de Negociación para buscar conjuntamente una salida política civilizada al conflicto interno desatado por la oligarquía colombiana con la asesoría estadounidense.
Las FARC nos deja la enseñanza de aceptar el reto, por descomunal que parezca, de luchar por el pueblo entregando hasta la vida misma. Muchos guerrilleros se sacrificaron por el cumplimiento de sus tareas. Quizás nunca sabremos cuántos guerrilleros cayeron en la confrontación armada o fuera de ella, éstos últimos asesinados inermes. El comandante Jacobo Arenas dijo que "en algún momento publicaremos sus nombres".
De entre los caídos en combate tengo obligadamente que mencionar a mi hermano carnal, Cristian Pérez, cantautor que murió en las montañas del departamento del Cauca. Cristian estaba imbuido del ideario fariano y por ese ideario y por su amor al pueblo entregó su vida. Como él son todos los guerrilleros de las FARC, de ahí la enorme fortaleza demostrada durante 52 años de dura y mortal lucha armada para cambiar las causas que originaron el Conflicto Interno colombiano.
Otra herencia que nos dejan las FARC-EP es su amor a la Paz. Es casi inverosímil que hombres endurecidos en el combate profesaran tan profundo convencimiento de que cada acción los acercaba a la Paz y a la solución política del Conflicto Interno, como en efecto está sucediendo en los actuales momentos. La entrega de la vida del Comandante en jefe, Alfonso Cano, es ejemplo vivo de ello.
Igualmente es necesario mencionar que solo organizaciones dotadas de un ideario como el de las FARC son capaces de soportar los embates de unos enemigos despiadados y curtidos en el arte de matar para imponerles a los pueblos sus políticas y su visión del mundo, en el cual prima solo sus mezquinos intereses.
Desde 1964 las FARC lanzaron su primer llamamiento por la Paz. Posteriormente en todos sus documentos podemos leer una máxima: "El futuro de Colombia no puede ser la guerra civil". Hoy las FARC-EP le puede decir a sus combatientes sacrificados y al pueblo colombiano: ¡”Estamos cumpliendo!”.
No es por culpa de las FARC si Colombia es encaminada a la Guerra civil. Serán otros los responsables así como fue la otra parte la responsable de la guerra desde hace más de 60 años. Afortunadamente –para bien del pueblo colombiano- las FARC han logrado concretar su política de Paz.
Hoy digo SÍ a la Paz y me comprometo a acompañar a las FARC-EP en su tránsito hacia la legalidad y hacia la actividad política legal. El pueblo colombiano se merece esta oportunidad.
Hernando Vanegas Toloza
Fuente : Postales de Estocolmo, 5 de agosto de 2016
Hernando Vanegas Toloza, médico anestesiólogo, residente en Suecia
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Sin FARC no hay política seria en Colombia ... 03/09/08 de Allende La Paz (desparecida del ciberespacio).
Por Dick Emanuelsson, 19/05/2005
Por Redacción Judicial, El Espectador, 09/01/2010
Lea en La Pluma:

Colombia: “Siempre el departamento Nariño ha apoyado los procesos de Paz” Dick Emanuelsson

El amargo balance de la implementación

13 excombatientes asesinados en 10 meses
Delegados de las Farc, el Gobierno y el jefe de la misión de la ONU hicieron un recuento de los cumplimientos e incumplimiento de lo pactado hace un año. El balance está en rojo.
Alfredo Molano Jimeno / @AlfredoMolanoJi - El Espectador.
Sin escándalos y polémicas, finalmente las Farc llegaron al Congreso. Aún no como legisladores, pero sí como dirigentes de un movimiento político que en pleno Capitolio denunció que casi un año después de la firma del Acuerdo de Paz, los avances de cumplimiento son definitivamente insuficientes. Fue lo que afirmaron Iván Márquez, Pablo Catatumbo, Pastor Alape y Victoria Sandino, quienes compartieron mesa con el ministro del Interior, Guillermo Rivera; el director de la Agencia Nacional de Reintegración, Joshua Mitroti, y el jefe de la Misión Especial de ONU, Jean Arnault. Fue en una audiencia pública citada por el senador Iván Cepeda y los representantes Alirio Uribe y Ángela María Robledo, con el objetivo de hacer un balance de los avances y retos de la implementación de la paz.
“Transcurridos los primeros diez meses desde la firma del Acuerdo entre el Estado colombiano y las Farc, el balance es precario (…) la implementación alcanza un 18 %”, señala el cuarto informe del Observatorio de Seguimiento a la Implementación del Acuerdo de Paz (OIAP). Preocupante panorama que no sólo angustia a las Farc, sino también a la ONU, que a través de Arnault hizo un llamado para que se aceleren aspectos decisivos en el proceso: “No existe acuerdo en el mundo que no se haya chocado con la implementación, es decir, con pasar de lo teórico a la realidad. Por lo que es necesario pasar por un trabajo de ajuste”, explicó. Eso sí, el diplomático francés calificó como un acierto el diseño del Mecanismo Tripartito de Verificación y Monitoreo, así como también lo fue, a su juicio, la manera como se concibió el acuerdo de cese al fuego bilateral y definitivo.
“Hay fundamentalmente dos desaciertos: uno estructural, que parte de la negociación, ya que nunca se llegó a una relación entre la dejación de arma y una ruta de cumplimiento de acuerdos básico por parte del Gobierno. Eso llevó a que permanentemente el proceso de dejación de armas se vio envuelto en un esfuerzo permanente por parte de las partes (..) eso lo hizo más difícil y controversial. El segundo desacierto fue que la base logística, financiera y organizativa del proceso de dejación de armas ha sido deficiente”, agregó Arnault.
Y, en este sentido, señaló que en el informe final se reconoce que solo seis de 26 campamentos fueron terminados. “Lo menciono porque si bien el proceso de cese al fuego fue globalmente positivo, hoy estamos ante una situación donde el carácter controversial del proceso por falta de hoja de ruta y las debilidades organizativas han llevado a una situación en la que hay un número muy alto de combatientes que cumplieron con la dejación de armas y hoy están decepcionados. Esto ha promovido los fenómenos de disidencia y de deserción que empañan el éxito del proceso de dejación de armas. Consideramos hoy que no hay desafió más urgente que hacer del proceso de reincorporación de los miembros de las Farc la prioridad en la construcción de la paz. Y para que esto se dé, las bases organizativas, logísticas y financieras tienen que ponerse en marcha cuanto antes”, concluyó.
No menos duro, aunque si menos diplomático, fue el balance que hicieron los representantes de las Farc. Para Iván Márquez, el incumplimiento del Gobierno en aspectos como el normativo, la reincorporación o las garantías de seguridad, constituyen una violación de las obligaciones internacionales del Estado colombiano, ya que el Acuerdo de Paz fue elevado al rango de Acuerdo Especial en los términos del Derecho Internacional Humanitario, y anunció que harán una consulta a la Secretaría Jurídica del Comité Internacional de la Cruz Roja para que informe sobre las implicaciones. También le lanzó duras críticas al fiscal Néstor Humberto Martínez, a quien acusó de no permitir el despegue de la Unidad Especial de Lucha contra el Paramilitarismo.
“Esa unidad es subsidiaria, sólo actúa si no lo hace la Fiscalía y ésta tiene en su poder durmiendo el sueño de justos 15 mil compulsas de copia contra el paramilitarismo. No queremos que terceros involucrados en el conflicto sigan eternamente resguardados bajo el manto de la impunidad. Ellos también están obligados a aportar verdad. La reforma constitucional para lograr la cabal materialización de esta unidad es un compromiso que el Gobierno no pude dejar de lado”, expresó Márquez.
De otro lado, Pastor Alape se refirió al tema de la reincorporación. Dio cuenta de los principales avances y fue tajante en que dichos avances se deben a la convicción y compromiso de los exguerrilleros, que se han sobrepuesto a los incumplimientos en la aplicación de la Ley de Amnistía, cedulación, afiliación al sistema de salud, pero sobre todo, expresó su preocupación por la negación del Estado a la entrega de tierras para poner en marcha los proyectos productivos.
Finalmente, Pablo Catatumbo dio un parte de los avances y retos en materia de seguridad. Inició su intervención con un recuento de los listados de armas, hombres y bienes entregados por la guerrilla y continuó haciendo una relación detallada de la grave situación de seguridad de los miembros de las Farc y de los habitantes de los territorios dejados por ellos. Explicó, por ejemplo, que desde la firma del Acuerdo hasta hoy, han sido asesinados 13 excombatientes y 11 familiares de miembros de la organización.
De igual forma señaló que en las inmediaciones de las 26 zonas de capacitación y reintegración tienen presencia grupos armados sucesores del paramilitarismo, y concluyó que una de las más flagrantes violaciones al Acuerdo es precisamente la negativa a cumplir con la creación de la Unidad Especial para el desmonte de las organizaciones sucesoras del paramilitarismo y el sistema Integral de Seguridad para el Ejercicio de la Política.

¡¿Qué le pasa a Antioquia, papá?!

Por: Lisandro Duque Naranjo. 

Esta semana, las autoridades antioqueñas se lucieron. El gobernador Luis Pérez se apareció con la idea de crear “Vicealcaldías de seguridad” para los municipios de su departamento que han sido desalojados transitoriamente por las Farc, ahora ubicadas en zonas veredales. Como si la dejación de armas significara que cortan su umbilicalidad con esas poblaciones en las que históricamente han tenido asentamiento y, por ende, influencia.
Las Vicealcaldías del calenturiento gobernador estarían comandadas por un coronel activo y tendrían sicólogos, ingenieros, médicos, “para mantener la armonía social, pues por ahí hay muchos milicianos de las Farc y cultivos de coca”.
No hay manera de que el gobernador Pérez se tranquilice y deje de aportar iniciativas estorbosas. No aprende el hombre, ni entiende lo que se dice nada. Y como es tan avispado, cinceló una frase rarísima: “el acuerdo de paz es nacional, pero el posconflicto es regional”.
Es obvio que localmente algunas iniciativas del posconflicto deban adecuarse a circunstancias que varían entre una región y otra —pues Pondores, por ejemplo, al quedar en la Guajira, no es igual que Ituango o Remedios, que quedan en Antioquia—, pero esas variables deben estar subordinadas a una estrategia nacional que desde luego se encuentra en el Acuerdo de Paz. Y si cada gobernador, alegando la entelequia de la soberanía en su jurisdicción, se antoja de volverse muy creativo, e inconsultamente genera hechos cumplidos, y peor aún, contrarios al principio inspirador del Acuerdo de Paz discutido durante cinco años por los propios negociadores, y avalado por instancias internacionales prestantes, la fase del posconflicto va a convertirse en un popurrí quizás un poco más caótico que pintoresco. De modo que el gobernador Pérez es mejor que se vaya con sus coroneles a otra parte. Es que en realidad sus tales Vicealcaldías tienen un aire como de brigadas cívico-militares bastante rancias. O de post-convivir, mejor dicho. Ya está bien de esa maña paisa trasnochada —lo digo por su actual dirigencia— de convertir el acuerdo de paz en una cosa ahí para volverla leña.
Y aquí otra patada de antioqueño: con motivo de la caída en flagrancia del director de seguridad de Medellín, Gustavo Villegas, quien negociaba a su antojo con hampones de la “Oficina” (de Envigado), encargándoles, por ejemplo, capturar fleteros, o rescatarle vehículos robados a su familia, la periodista y politóloga de la Universidad Pontificia Bolivariana (hay que empezar a decir de qué universidad es cada quien), Luz María Sierra, decía lo siguiente en el programa Semana en Vivo, de María Jimena Duzán: “esa es la misma forma de coadministrar decisiones que puso de moda el acuerdo de paz. A lo mejor, Villegas estaba infiltrado en el crimen organizado para someterlo a la justicia. ¿cuál es el problema?”. Ella dice esos exabruptos toda sobrada, como si a Gustavo Villegas, para ordenar esos “cruces” o “vueltas”, le hicieran acompañamiento la ONU, la UE, los gobiernos de Noruega, Cuba, Chile, Venezuela, y hasta el papa Francisco y el presidente Obama.
Desde esa perspectiva caricaturesca y éticamente minimalista, sería lógico que Humberto de la Calle le pidiera a un comando de las Farc recuperarle una bicicleta robada a un nieto suyo. Y que las Farc le hicieran ese “catorce”. ¿A qué jugamos, doña Luz María? Y don Luis Pérez, ¡¿qué le pasa a Antioquia, papá?!

[Colombia] La paz no es posible sin perdón

Agencia de Noticias UN.

El perdón no puede ser otorgado ni solicitado con la intención de que todo vuelva a ser como antes, sino que se debe constituir en una herramienta para abrir puertas hacia otros horizontes.

BOGOTÁ D. C., 30 de junio de 2017.
Así lo planteó la periodista Alma Guillermoprieto –Premio Ortega y Gasset de Periodismo 2017– durante el lanzamiento del libro ¿Venganza o perdón?, de la Fundación Ideas para la Paz, la Fundación para La Reconciliación, y el Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz, de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.). 
Además de la escritora mexicana, participaron en este acto la periodista Marta Ruiz, actual consejera editorial de la revista Semana, y el sacerdote jesuita Francisco de Roux, fundador del Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio. 
Después de recordar algunos de los avatares por los que pasó el proceso de paz que se desarrolló en La Habana entre el Gobierno nacional y las Farc, el padre De Roux destacó que la presencia de las víctimas resultó crucial para llegar a un acuerdo más equitativo. 
Según el sacerdote,  el planteamiento de las víctimas durante una de sus intervenciones en La Habana fue que “los problemas estructurales que se están discutiendo son muy importantes”. “Pero hay que comenzar por el primero de todos ellos: dejar de matarnos y odiarnos”, comentó. 
Por su parte, la periodista Ruiz reconoció que su experiencia la ha llevado a concluir que perdonar es una llave que permite avanzar hacia la transformación a través de la comprensión. 
Al respecto, precisó que “transformar las relaciones entre personas implica entender tanto los motivos y las causas del daño, como la dificultad en establecer límites respecto al grado de crueldad. Perdonar requiere de muchos encuentros y experiencias compartidas, porque será muy difícil reconciliarnos si cada uno sigue aislado en sus pequeños campos ideológicos”. 
En tal sentido, el padre De Roux llamó la atención sobre la necesidad de fortalecer el trabajo que se desarrolla con las comunidades en las regiones, empezando por escucharlas. Igualmente considera necesario contar con un verdadero líder cuyos planteamientos éticos, políticos y económicos tengan acogida entre las comunidades y el sector empresarial. 
Infortunadamente, prosiguió el sacerdote, el líder que hay ahora está en la otra orilla y está empeñado en sembrar la desconfianza y atravesarse a cualquier posibilidad de reconciliación. 
“Hoy en el Magdalena Medio se ven organizaciones tan dispares como la Unión Sindical Obrera, la Asociación Femenina Popular de Barrancabermeja, Ecopetrol, ISA o Isagen, o campesinos y pescadores. No obstante están empeñados en construir, saben que esa es la única forma o no habrá futuro para nadie”, destacó. 
El riesgo, enfatizó el padre De Roux, es que ocurra lo mismo que pasó con las 1.975 masacres que la mayoría de colombianos contemplaron impávidos frente a sus televisores como si se tratara de otro reality show
“Al día siguiente de la masacre ocurrida hace poco en Manchester toda Inglaterra decidió paralizarse y las campanas de todos los credos religiosos repicaron a un mismo tiempo. Sabían que esa situación había que detenerla de algún modo”, recordó el líder religioso. En contraste, tras masacres como la de El Salado, Barrancabermeja, Bojayá o La Gabarra, no hubo una sola voz que se solidarizara con las víctimas, recordó. 
(Por: Fin/JCMG/MLA/LOF)

Así funcionarán los negocios lícitos de las Farc

Por Revista Semana.

Los Espacios Territoriales de Reincorporación en los que se convertirán las zonas veredales, donde se concentran los excombatientes, serán la pista de aterrizaje de la ECOMUN, la cooperativa en la que la guerrilla concentrará sus proyectos productivos.

A diferencia de otros procesos de paz, los excombatientes de las Farc se reincorporarán a la vida civil colectivamente, bajo esquemas de cooperativas, que trabajarán de lleno en los territorios donde antes hicieron la guerra. 

Las Farc llegaron para quedarse en las 26 zonas veredales. Sobre terraplenes de cemento se levantan postes de madera, techos de eternit y habitaciones individuales para quienes decidan continuar al lado del movimiento político que surgirá. Pequeñas ciudadelas, que construye la guerrilla en catorce departamentos donde se siente que su estadía no será temporal.

"ECOMUN debe ser un proceso que de esperanza a las comunidades excluidas y marginadas, debe ser un instrumento de paz territorial (...) Inicia el curso básico de economía solidaridad. La reincorporación economía es base para la paz duradera", dijo el exjefe guerrillero Pastor Alape.

Semana.com habló con Rafael González, director de la Unidad Administrativa Especial de Organizaciones Solidarias, sobre el primer grupo de excombatientes de la guerrilla que se prepara para incursionar a la economía colombiana por la vía legal.

SEMANA: ¿En qué consisten las ECOMUN?

Rafael González.: Es la empresa de economías del común que definió lasFarc en el acuerdo de La Habana. Ellos dijeron que cuando se reincorporaran a la sociedad lo querían hacer a través de una empresa de economía social. Hubo muchas reuniones con ellos para buscar el modelo más conveniente. Al final, se dieron cuenta de que el modelo cooperativo brinda la alternativa para lo que ellos están pensando.

SEMANA: Explíquese... 

R. G.: Es una empresa donde se maneja el modelo democrático y donde cualquier persona puede acceder a los órganos de administración como a los de vigilancia. Es una empresa que les pertenece a todos, les permitirá unir esfuerzos y recursos. No es una empresa de una persona, sino de todos. Por eso decidieron armar ECOMUN como una cooperativa.

SEMANA: ¿A qué se dedicarán?

R. G.: Quieren armar varias cooperativas para que más adelante ECOMUN se convierta en una Confederación de Cooperativas. Un organismo de tercer nivel. Pero para llegar allá tienen que arrancar desde abajo. Primero, armar las organizaciones básicas. Se van a dedicar a diferentes temas: ahorro y crédito, producción agrícola, servicios, salud y temas de industrialización. Es decir, en los diferentes campos que tienen las economías solidarias.

SEMANA: Pero... ¿Tienen alguna restricción?

R. G.: Sí, en temas de importación y exportación, por ley. Además, hay problemas para generar empresas de turismo porque no se les ha permitido eso. Pero todo lo demás lo pueden manejar sin problemas.

SEMANA: ¿Cómo funcionarán?

R. G.: En las regiones que están pueden armar diferentes empresas. Cuando tengan varias como ECOMUN Llanos, ECOMUN Llanos Agrícola, ECOMUN Llanos Transporte, ECOMUN Llanos Servicios, y logren armar el mínimo requerido por la ley -cinco cooperativas- podrán conformar las federaciones. Pero claro, ellos pretenden armar muchas más empresas. Cuando las armen buscarán integrarlas a través de una Confederación de Cooperativas que también se va a llamar ECOMUN. Eso es lo que tienen en mente y en lo que estamos trabajando.


SEMANA: ¿Cuántas personas participan del curso?

R. G.: El 27 de junio ellos dejaron las armas y dejaron de ser un grupo armado oficialmente. Por eso, este jueves el Gobierno arrancó el curso básico de economía solidaria que es indispensable para la construcción de una cooperativa. Hoy 40 personas participan de los talleres que son una exigencia de ley de mínimo 20 horas de curso básico. Esto, más otros requisitos que se agotarán la próxima semana, durante la conformación de la primera cooperativa en la constitución de ECOMUN. 

SEMANA: ¿Cómo se hizo la elección de ese primer grupo?

R. G.: Uno de los principios del cooperativismo es la libre adición. Ellos quieren que toda su gente pertenezca a las cooperativas pero no los van a obligar. Lo que nos han informado es que lo han hecho voluntariamente. Como hay que dictar cursos en las diferentes zonas, ellos decidieron que de cada punto sale un líder que participará de la conformación de la primera cooperativa. De ahí, que hayan mandado a una persona de cada una de las 26 zonas, más 14 excombatientes que ya se encontraban acá.

SEMANA: ¿En que se capacitan?

R. G.: Se habla de la cultura de la economía solidaria: ¿Qué es una empresa?, ¿Cómo se conforma?, ¿Los deberes y obligaciones? , ¿Cómo se constituye? y ¿Cuáles son los organismos que hacen parte? Ellos están al frente de la conformación de los estatutos que es la carta magna de cada cooperativa. Eso es lo que da línea de ¿Cómo van a funcionar?, ¿A qué se van a dedicar?, ¿Cuál va a ser la participación de cada uno? Desaparecen los comandantes, todos tienen aquí el mismo nivel.

SEMANA: ¿Quién está al frente de ese proceso?

R. G.: Lo dictamos nosotros, pues somos los únicos autorizados para hacerlo. El Sena nos va a apoyar con los temas técnicos. Ellos entran y les dicen cómo se arma un plan de negocios, cómo se construye y qué deben cumplir para que funcione. Por ejemplo, une excombatiente dice: yo quiero ser panadero, pero no sé de panadería. El Sena es el que los forma.

SEMANA: ¿Después de la capacitación que sigue? 


R. G.: La constitución de los estatutos, viene el acompañamiento del Estado y de algún organismo del sector de economía solidaria. En este caso, por ejemplo, al parecer, va a ser Ascoop. Ellos los acompañarán para que hagan su registro de legalidad frente a la Superintendencia de Economía Solidaria, para que llenen su registro en la DIAN y tengan su Nit, además de su proceso de bancarización. Es decir, para que cumplan todos los requisitos que se necesitan. 

SEMANA: ¿Este grupo de 40 conformará la primera ECOMUN?


R. G.: Sí, aunque se van a formar diferentes ECOMUN. Va a ser ECOMUN capítulo Bogotá, Meta y Córdoba. Es decir, en cada departamento que están van a hacer una. Inicialmente tienen que ser cooperativas, antes de que se conforme la Federación que se encargará de representarlas, orientarlas y acompañarlas. Que esta sea la promotora que impulse esas pequeñas cooperativas.

SEMANA: ¿A quién reportan? y ¿Quién las vigila?


R. G.: Me imagino yo que en el futuro saldrán unas de ahorro y crédito que serán controladas inicialmente por la superintendencia de economía solidaria, pero cuando crezca se entenderán con la Superintendencia Financiera. Si algunas prestan servicios públicos, porque se puede dar el caso, van a ser controladas por las Superintendencias de Servicios Públicos. Si llegan a prestar servicios de salud, que según les he oído quieren hacerlo, serán controladas por la Superintendencia de Salud. Ellos van a cumplir con todos los requisitos de ley, tal cual lo hace cualquier grupo de ciudadanos que se quiere organizar a través de este modelo.


SEMANA: ¿Tienen algún tratamiento diferencial?


R. G.: No van a recibir privilegios ni nada. ¿Qué va a pasar?, van a recibir el acompañamiento del Estado y les van a dar prioridad en la conformación de las organizaciones. Claro, si aparece alguna comunidad que quiere acompañamiento, lo va a tener de la misma manera.

SEMANA: Entonces, ¿que los va a diferenciar?


R. G.: La comunidad extranjera destinó unos recursos para los proyectos productivos. Ahí es donde van a tener una ventaja. Nosotros les ayudamos a conformarse, pero no tenemos recursos para que desarrollen los proyectos. Para el caso de ECOMUN hay unos recursos destinados que los maneja el Ministerio del Posconflicto en una bolsa que se está armando.

SEMANA: ¿Qué tan cierto es que estas cooperativas se crearán sin tanto papeleo?


R. G.: En principio se dijo que este curso lo iban a tomar después de la creación de las cooperativas, eso era la que se iba a omitir, pero para evitar problemas lo están tomando ya. Ese era el único paso que se obviaba. Esta cooperativa se está armando como cualquiera bajo la ley colombiana. No hay ninguna excepción. Lo único es que el Gobierno se comprometió a acompañarlos 100 %. Los registros de Cámara de Comercio, que se habían dicho que no se les cobraban, los van a pagar. 

SEMANA: ¿Más o menos cuántas personas se vincularán a las ECOMUN?


R. G.: Estamos apoyando la conformación de la primera y por instrucciones estaremos en los 14 departamentos donde están las zonas veredales acompañando el proceso. Habrá por lo menos una en cada vereda. Es decir, 14 mínimo en el Cauca, Antioquia, La Guajira, Meta, Putumayo, Chocó y Norte de Santander, entre otros.

SEMANA: ¿Cuándo comenzarían estas cooperativas a moverse en las diferentes regiones?


R. G.: Una vez tengan sus estatutos arman su modelo productivo. Por ejemplo, un cultivo de maíz tiene un proceso de alrededor seis meses. Entonces, antes de ese tiempo no van a tener ningún tipo de producción. Van a agotar el mismo proceso de cualquier empresa. Sin embargo, no sé si lo van a ser, pero se pueden meter con temas de servicios como una empresa de transporte. Montan una de taxis y comienzan a producir el mismo día. Hay que esperar que ellos identifiquen sus negocios. Yo calculo que muchas van a estar produciendo y generando este año.

SEMANA: ¿Con que plata arrancan? ¿Con los 8 millones que le dan a cada uno para su proyecto productivo?

R. G.: Podría ser la plata con la que arranca pero inicialmente no la tienen porque aún está por definirse ese dinero cómo se va a entregar. Cuando lo vayan a hacer les dicen: ustedes tienen una bolsa de ocho millones de pesos, la meten en la cooperativa o la van a montar aparte. Obviamente uno con esa plata, no monta un negocio, no sirve. Pero, por ejemplo, 5.000 hombres y mujeres que aporten ese dinero son 40.000 millones de pesos. Con eso montan la empresa que quieran. Pero por ahora es la conformación de la organización como tal.

SEMANA: ¿Qué efectos tendrán la ECOMUN en los territorios?

R. G.: Es muy positivo porque dejan sus armas para empezar a producir económicamente en beneficio del país. Estás empresas van a terminar generando recursos económicos en las zonas donde están. Pasan de hacer daño a producir. Generarán desarrollo económico territorial. Obviamente va a ser muy lento, pero van a empezar a generar ingresos. Van a empezar a ser productivas.

Dejación de armas, un día soñado

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo.

La dejación de las armas de las FARC-EP en manos de la ONU fue un día soñado. Hace muchos años esperábamos una acción político-militar así. Era así porque conociendo el pensamiento de las FARC-EP sabíamos que, más tempreno que tarde, llegaría un día en que por el accionar político-militar de la insurgencia armada llegaríamos a ver el tránsito de insurgencia armada a partido político legal.

La dejación de las armas es un hito histórico, no hay duda. Mas todo el proceso de paz es historia. Un proceso que quedará registrada en los anales de muchos países, de la ONU y quedará sembrado en la mente de los colombianos de buen corazón.

El proceso de paz muestra que una guerrilla decidida, no vencida, con un horizonte claro, puede producir mucho bien a su pueblo. También que si hay una contraparte que entiende que la vía militar está agotada, la solución política al conflicto interno está allanada.

La dejación de las armas no “es el fin de las FARC”, como dijo el presidente Santos en un lapsus que muestra su interno deseo. No. La dejación de las armas de las FARC es uno de cientos de compromisos cumplidos a carta cabal por la organización insurgente, más la otra parte –el gobierno Santos- no cumple con la palabra empeñada y, como siempre, la hace “conejo” al pueblo.

Mas no podemos quedarnos en la dejación de armas y en la transformación de la guerrilla en partido político. Debemos seguir en la lucha –ahí me incluyo- por conseguir las transformaciones que nuestro pueblo necesita y que no han sido satisfechas por una oligarquía mezquina, que solo piensa en sus intereses.

Nuestro pueblo lo ha entendido y de qué manera. Si bien no creo en la encuestas porque ellas responden a los intereses de quien la contrata, podemos colegir de la más reciente de Gallup que la imágen de las FARC-EP se mantiene en las ciudades –en la zona rural es mucho más porque es su zona de influencia histórica-, muy por encima de la de los partidos burgueses –liberal, conservador, la U, Cambio Radical, etc-. Esto demuestra que el pueblo valora altamente las acciones farianas.

Desde luego que fue un día soñado. Debemos seguir soñando. Debemos seguir trazando la ruta de nuestro futuro. Soñemos con un campo que adelante la Reforma Rural Integral y los campesinos tengan la tierra necesaria para su sustento de vida. Soñemos que al contradictor político o social no lo asesinen por su lucha. Soñemos que las mujeres –todas- ocupen el lugar que merecen en la sociedad. Soñemos que los obreros ganen un justo salario. Soñemos que los estudiantes tengan la educación merecida y se puedan manifestar libremente y no sean asesinados por el ESMAD. Soñemos que los viejos tengan la vida que merecen después de haber entregado sus fuerzas a un capitalismo rapaz que les niega una vejez digna.

Soñemos –y construyamos- una Nueva Colombia en paz con justicia social. Soñemos porque tenemos todo el derecho de soñar después de haber soportado por 6 décadas una guerra injusta. Soñemos que nuestros hijos y nietos viven en paz.


Soñemos. Soñemos. Tenemos todo el derecho de seguir soñando porque nos merecemos vivir en una patria que sea realmente nuestra. Soñemos. Vivamos. Gozemos. Rumbiemos. Vivamos la vida que para eso es, para vivirla. 

Farc–Ep: Adiós a las armas

Por: Cristo García Tapia.
Debe ser ese, el momento supremo, definitivo, sin vuelta de hoja, de dejar las armas para un guerrillero, hombre o mujer, tan o más duro que el de dejar un hombre a la mujer que, 50 años atrás, convidó para atravesar juntos las apacibles o abruptas geografías del amor.
De un amor constante, de todos los días como el canto de los pájaros en el clarear del alba; más de caricias y arrullos que de emboscadas y trampas; de pechiches y requiebros en voz alta, que de recriminaciones y lecciones de urbanidad para amantes en trance de deudores del deseo.
Y más duro, cuando ese adiós, ese dejar las armas de un guerrero, se reduce a un protocolo que te despoja de ese otro, otra, que te daba fuerzas, voluntad, capacidad de sobreponerte al adversario, de controlarlo.
De no dejarte arrebatar la efímera victoria del instante, la fugacidad del triunfo anticipado.
Un protocolo que te hace sentir vencido, derrotado, sometido, cuando tú sabes que no te han derrotado, que no te han vencido, que no te han sometido.
Que has luchado toda la vida y te mantienes invicto; que tu amor sigue siendo el mismo, y que en el fragor de los combates hay siempre un instante para guiñarse el ojo, para lanzarse besos al aire, para amarse risueños entre los matorrales y los aromas del monte, como descubriendo por primera vez el deseo ardiendo en las entrañas.
50 años de bajar y subir las laderas de la guerra, de confundirse con los troncos de los árboles que pueblan los caminos y veredas de la guerra, de percibir en el enemigo el rostro del hermano, la voz del vecino, un parecido con el compañero de la escuela, quizá hayan acabado por convertirse en el conjuro para amansar la muerte.
Y apaciguar sus bríos de mulo cerrero hasta volverla un animalito inofensivo, casi invisible y sin más poder que el de la costumbre de aparecerse cuando la vejez le implora, por interpuestas almas, que llegado ha sido el tiempo de ir por tal o cual, una o uno, que ya se cansó de trasegar los peladeros de esta vida y le hace señas en dirección hacia la otra.
Sí, debe ser triste dejarse de alguien, de algo, que ha sobrevivido con uno y resistido, a las buenas o malas, el peso o la levedad de los años, el embate de los vientos, la furia del despojo y la injusticia, la alegría de fugaces primaveras, el trueno y el relámpago, la espesa tiniebla y la furtiva luz.
Duro y triste, nostálgico hasta la incertidumbre y el miedo, ese dejar las armas las guerrilleradas de las Farc–Ep; este adiós a la mujer que por medio siglo se sumergió con nosotros en las vasijas quebradizas de nuestra existencia; que se despertaba en la alta medianoche a limpiar de nuestros ojos el sudor de los sueños; a respirar los dos el mismo aire.
Pero la palabra obliga y la guerrilla la honra poniendo fin al uso de las armas con fines políticos, aun a contrapelo de los regateos, trampas y mezquindades del Gobierno en el cumplimiento de la suya.
Y si algo ha tenido de sanadora y restauradora esa palabra empeñada de las Farc–Ep es que ha curado de la guerra a una patria devastada por medio siglo de violencias de todo orden, de despojos y desplazamientos, de víctimas y victimarios de todas las clases, de daños irreparables al aparato productivo, a todos los colombianos.
Una palabra que, como por ensalmo, puso fin a más de medio siglo de conflicto armado, y abrió las avenidas de la inclusión social, económica, política, étnica y cultural; del pensamiento por una Colombia nueva, moderna, incluyente.
Aunque les “parta el alma” y les cause dolor e incertidumbre este adiós a las armas a quienes las dejan, tanto o más que al hombre que deja a su mujer después de 50 años de un bello peregrinaje por las andaduras del amor, es imperativo hacer sentir acompañados por el pueblo colombiano a quienes antepusieron todo y corrieron el riesgo de una nueva alborada de paz para todos los colombianos.
Por una Colombia en la que nunca más la guerra sea la razón de nuestra historia.
¡Adiós a las armas! ¡Adiós por siempre a la guerra! ¡Bienvenida la paz!
* Poeta y columnista.
 

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