Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo.
Se cumplen 100 años de la revolución de Octubre, el más
grande suceso histórico de todos los tiempos.
Se dió en la Rusia zarista, feudal, atrasada, fría.
Los obreros y campesinos se decidieron a ”asaltar el cielo”,
lo hicieron y se hicieron del poder, destruyendo el vetusto edificio zarista y
construyendo uno nuevo. La Unión Soviética.
El reto fue superlativo.
Un feudalismo que no producía lo requerido por la población fue sustituído por
las comunas soviéticas y, de allí, comenzó el gran salto dado por el pueblo
soviético.
En plena Guerra mundial
los soviéticos tuvieron que luchar en la guerra e ir construyendo su poder
popular. Fueron agredidos por las potencias imperialistas e impusieron
condiciones ominosas al nuevo estado soviético. Lenin aclaró a los pueblos el
origen de las guerras dado por la necesidad de reparto de mercados y los
pueblos del mundo desde entonces tienen claro el por qué los capitalistas
desarrollan las guerras.
El poder soviético contó
con dos condiciones extraordinarias. Su fidelidad al Marxismo como ideología de
liberación del pueblo y con un extraordinario conductor de hombres, Vladimir
Ilich Ulianov, Lenin. El marxismo fue aplicado en la vida soviética y fue dando
sus frutos, al punto que la teoría se aplicó en la práctica y conformó el
Marxismo-Leninismo, como teoría y praxis revolucionaria.
Comienzan los saltos
revolucionarios. En economía fue apoteósico. Cooperativas, trabajo colectivo,
fundación de empresas industriales, etc, etc, hasta el punto que de unos
campesinos arando con bueyes se dió el asalto del Cosmos con Yuri Gagarín, el
primer cosmonauta.
Agredido nuevamente durante
la 2a Guerra mundial por parte de la Alemania nazi, hitlerista, con la expectación
cómplice de los gobiernos de los países europeos y de los Estados Unidos que
vieron una posibilidad de destrucción de la Unión Soviética por la maquinaria
de Guerra de Hitler.
No contaban que un
pueblo dotado de principios revolucionarios era –y es- capaz de resistir las
más crueles exigencias de la Guerra. La Guerra tocó a toda la población, al
punto que ningún hora podia decir que no tuviera una víctima de la Guerra. 50
millones de soviéticos ofrendaron su vida en defensa de su patria socialista.
La Unión Soviética fue llevada por el trabajo del pueblo desde
el feudalismo –sin pasar por el capitalismo- a la construcción del socialismo y
alcanzó a llegar al socialismo desarrollado. Nunca se llegó a la construcción del comunismo como
malévolamente propagandizan los escritores al servicio del imperialismo, fase
superior del capitalismo.
Errores cometidos en la
construcción del socialismo, vicios como el burocratismo, etc, dieron al traste
con la más Hermosa construcción de los sueños del hombre de construir y vivir
en una sociedad justa y en paz en donde el poder esté en manos de los trabajadores
y de todo el pueblo.
Hoy día, en Colombia, estamos en la construcción de la Paz
para el pueblo. Aún en batalla contra los propagandizadores de la guerra. Un
nuevo partido emerge a la palestra política en una arena contaminada y
corrompida. El partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC)
representa los sueños de los colombianos de vivir en un país en donde se
respeten las diferencias y nadie sea excluído en razón de su color, religión,
etc.
El ejemplo de la Revolución
de Octubre es un aliciente para nuestro pueblo. Construiremos un poder popular
acorde con nuestra experiencia y nuestro acumulado histórico. Las
movilizaciones de hoy son espacios de reorganización y unidad del pueblo hacia
la construcción de una Colombia en Paz con justicia social.
La Revolución de Octubre está viva en corazón de los pueblos.
La Revolución de Octubre está viva en corazón de los pueblos.
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