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Despedida de Cristian Pérez - Sí a la Paz

Colombia: Falsa Democracia

Colombia: Falsa Democracia
Falsa democracia

RECOMENDADO CAMBIO TOTAL

[Colombia] Falsa democracia II: la democracia burguesa

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo. En el artículo de ayer abordamos, someramente, la historia de la democracia burguesa ...

Hey loco, No dispares!

Vamos a Cuentiarnos la Paz

LOS RICOS NO VAN A LA GUERRA

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[Colombia] FARC, Fuerzas Militares Estatales y Salud Mental

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo.

La investigación adelantada por la Universidad Nacional muestra que más de 3.ooo excombatientes de las FARC-EP, ahora miembros del Nuevo Partido, padecen de algún tipo de discapacidad, sobresaliendo entre ellas las discapacidades físicas producidas por la guerra.

Sin poder discernir si son o no problemas mentales, encontramos que ”oir la voz o los sonidos” tiene un 9% y ”Relacionarse o interactuar con las demás personas” un 2%, lo cual podría darnos un 9%. Sería necesario profundizar un poco más para clarificar con una evaluación psicológica si son problemas o alteraciones mentales, o son de otro tipo, físico con manifestaciones que se engloban como de tipo psicológico.

En todo caso, el porcentaje total es pequeño, apenas un 9%. Si tenemos en cuenta que 53 años continuados de lucha guerrillera y la cantidad de guerrilleros –que algunos calcularon en 20.000 en los momentos de mayor auge guerrillero-, la cantidad de guerrilleros que presentaban alteraciones mentales era realmente pequeño y nos muestra el cuidado que tenían los mandos sobre sus unidades.

Hemos sabido por experiencia directa de casos de problemas mentales, tales como el miedo, la angustia, la depresión, etc, producidas quizás ante la inminencia de un combate, y los mandos correspondientes tomaban la medida de remitir esas unidades hacia los enfermeros y médicos con que contaba la guerrilla.

Allí recibían el tratamiento respectivo, psicológico y psiquiátrico, y los guerrilleros –sin diferenciar género ni sexo- eran reintegrados a su unidad una vez superado el impasse. Algunos recibían los medicamentos adecuados para su caso y, además, el tratamiento psicológico con charlas individuales, discusiones grupales, etc.

Igualmente problemas como el alcoholismo y el uso de sustancias psicoactivas no eran relevantes entre los guerrilleros. El uso de sustancias ilícitas –coaína, bazuco, heroina, marihuana, anfetaminas, etc- no eran preocupantes para la guerrilla.

De igual manera, la depresión y los intentos de suicidio no eran parte de la cotidianidad de la vida guerrillera.

Quizás jugaba un papel en la poca incidencia de problemas mentales el hecho de la vida colectiva, la estrechez de las relaciones mando-guerrillleros, la estrechez de las relaciones  entre guerrilleros y guerrilleras, lo cual permitía ”tratar” problemas que sino hubiesen sido muchos más graves en la guerrilla.

Los guerrilleros no vivían el estrés que soporta un soldado, por ejemplo; el guerrillero vivía en condiciones de sana relación con sus mandos y con el resto de guerrilleros una vida alegre, de sano compartir y el estrés se presentaba cuando había una operación militar guerrillera o presencia de enemigos en el área, lo cual con el tiempos se volvía parte de la ”cotidianeidad”.

Las unidades de las fuerzas especiales guerrilleras (Columnas de Combate) se aposentaban sobre el terrero y normalmente se ubicaban a 100 metros del enemigo, al punto de que se veían entre ellos. Famosa era la recomendación del Comandante Caliche de la Columna Jacobo Arenas quien siempre recomendaba a sus guerrilleros ”al enemigo hay que mantenerlo cerca, así evitamos cualquier sorpresa por parte de ellos”.

Esto se explica porque el ser guerrillero es ser combatiente e ir al combate era un motivo de orgullo para los guerrilleros. Hoy, las cosas han cambiado, es inmenso el honor pertenecer al partido FARC y adelantar las tareas que el momento requiera partiendo del principio: “Análisis concreto de la situación concreta”.

Fuerzas militares oficiales y salud mental

Según un “Estudio Salud Mental y Consumo de Sustancias Psicoactivas en las Fuerzas militares de Colombia, realizado el año 1997 por la Universidad Militar Nueva Granada, y con el apoyo de la División de Comportamiento Humano del Ministerio de Salud y el Fondo Nacional de Estupefacientes, los oficiales, sub oficiales y soldados del Ejército Nacional están más propensos a desarrollar problemas mentales que el resto de los colombianos. Los índices de depresión, ansiedad psicosis, e incluso las ideas e intentos de suicidios, son más altos que los del resto de la población. Igualmente tienen más al abuso en el consumo de alcohol y cigarrillos, al igual que de sustancias ilícitas como la cocaína y el bazuco, superando el promedio nacional”.


Una desorden importante es el Estrés Post-Traumático, el cual desde “la Guerra  del Peloponeso, la Primera Guerra Mundial, en la Guerra Civil, en todas las grandes guerras” ha existido como secuela de la guerra.
Según el diario El Espectador: “En Colombia, por el contrario, no hay un solo estudio publicado que determine la proporción de exsoldados que sufren de TEP. El Hospital Militar se encontraba llevando a cabo uno en soldados heridos en combate justo cuando se firmó el cese al fuego bilateral con las Farc. No obstante, dado que dejaron de llegar soldados heridos, este tuvo que abandonarse. Ese estudio halló una prevalencia parcial de 10,4 %, una cifra alta si se tiene en cuenta que las Fuerzas Armadas cuentan con más 240.000 efectivos. Si el estudio fuera definitivo, implicaría que en este momento más de 24.000 miembros de las Fuerzas Armadas, más de tres veces el número de guerrilleros desmovilizados de las Farc, sufrirían de TEP. Dados diversos estudios sobre comorbilidad entre TEP y otros problemas, esto a su vez significaría que por lo menos 24.000 soldados, más de ocho brigadas, estarían viviendo con insomnio, pesadillas, alucinaciones, problemas para conseguir empleo, propensión a la violencia, mayores probabilidades de suicidio, abuso intrafamiliar, drogadicción y alcoholismo. La cifra puede parecer alta, pero no tiene en cuenta que el conflicto se remonta más de 50 años y que la mayoría de los soldados ingresan a las Fuerzas Armadas sin ninguna clase de problema mental (sic!).


Al no haber estadísticas, no hay forma de cuantificar el problema. Sanidad Militar carece de cuentas exactas de soldados activos o pensionados diagnosticados con TEP (Estrés Post-Traumático), “la entidad solo tiene las cifras del número de consultas específicas relacionadas con éste desorden (en 2016, más de 5.000)”.


El problema apenas empieza a vislumbrarse con el Acuerdo de Paz con las FARC-EP. La carencia del número adecuado de profesionales que diagnostique y trate las enfermedades mentales en las fuerzas militares y el ser un problema económico mayor ya que una vez licenciado el soldado la institución militar no responde por quien arriegó su vida por los intereses del estado agrava estos casos, y los enfermos descargan toda su furia en el Acuerdo de Paz y no realizan acciones sobre los verdaderos responsables de tan caótica y penosa situación.

[Colombia] Terrorismo de Estado… 52% homicidios corresponden a líderes populares

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo.

El afán del gobierno Santos de mostrar resultados los lleva e exhibir cifras que no resisten un somero análisis. Como esa de la tasa de homicidios.

Según el gobierno ésta tasa es la más baja de las últimas cuatro décadas y se produjeron 320 asesinatos menos, comparado con el 2016, pero lo que no informa el ”Sancho” del régimen, el MinDefensa Villegas, es que se hubieran podido salvar el doble teniendo en cuenta que se firmó el Acuerdo de Paz, o sea, 640 vidas estarían disfrutando de la vida, así sea la vida mediatizada que vivimos los colombianos, pero vida al fin.

Según Medicina Legal en general en el 2017 se produjeron 32 homicidios diarios en Colombia.

Tampoco informa el ”inteligente” Villegas que Colombia es uno de los países más violentos de latinoamérica con una tasa de 23,3 por cada 100.000, muy por encima de la media regional. (Costa Rica 10 por 100.000). Ese mismo ministro informó el 28 de diciembre de 2016 que Colombia tenía una tasa de 24.4 por 100.000 habitantes, o sea, que estadísticamente se ha producido un 1,1 x 100.000 de reducción. Poco? Mucho? Y tiene la desfachatez de lanzar las campanas al viento.

Villegas recordó que “en el año 2000 el país tenia 25.000 y que éste año habrá “algo más de 11.000, es decir, menos de 1.000 mensuales” (http://www.elcolombiano.com/colombia/tasa-de-homicidios-en-colombia-bajo-en-2017-GX7918080 ) y anunció 32o homicidios diarios menos. Desde luego que estamos ante una crisis humanitaria toda vez que los asesinatos de producen en los sectores populares.

Mas las personas asesinadas son personas a las que les es cercenada su vida por  culpa de una “violencia” implantada en los cerebros de los colombianos y podría ser mayor la reducción. Quizá al “Sancho” Villegas en su burbuja de escoltas le parezca poco, pero los que trabajamos en el campo de la salud sabemos del significado de esas cifras.

En esa estadística, creemos, entran los líderes populares ejecutados –asesinados- por el Terrorismo de Estado (algunos de las fuerzas militares, narco-paramilitares, etc). Alrededor de 150 líderes ejecutados (líderes de restitución de tierras, defensores DH, miembros de la FARC, etc) nos muestra que 46,87% de las víctimas corresponden a líderes populares, en tanto 53,12% corresponden a homicidios comunes producto de la intolerancia común, por causas “superfluas”, según Medicina Legal.

Un informe de TeleSUR nos actualiza el número de líderes populares asesinados -ejecutados- en 166, lo cual aumenta el porcentaje a 51,87%. 

Ver:https://www.telesurtv.net/pages/Especiales/Colombia_Lideres_Sociales_Asesinados/index.jsp 

Lo cual nos demuestra que la práctica del Terrorismo de Estado en Colombia “aporta” casi el 52% de las víctimas. Pareciera que el régimen Santos quisiera compensar las bajas que la guerrilla causaba entre sus tropas y ha persistido –y aumentado- las ejecuciones extrajudiciales –asesinatos- de líderes populares.


Será mucho pedir que desde el gobierno Santos se adelanten las acciones indispensables para parar el desangre colombiano… o seguiremos en el baño de sangre decretado desde los centros de poder de Bogotá hasta que el pueblo, cansado, diga Basta Ya!!!

[Colombia] Personajes del Año 2017

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo.

Los Personajes del año fueron precisamente la Paz y la FARC. La FARC ha demostrado que la política de Paz de las FARC-EP era un principio y como tal no era negociable. La Paz es el bien mayor deseado por el pueblo colombiano y no está dispuesto a renunciar a él.


No podemos decir lo mismo del presidente Santos porque a pesar de haber sido galardonado "por lo que pensaba hacer", la verdad que lo que ha hecho es muy poquitín para merecerlo. No solo en materia de la implementación del Acuerdo Final para una Paz estable y duradera, sino en la continuidad del Terrorismo de Estado, a cargo de otras fuerzas estatales, que en 2016 produjeron más de 150 ejecuciones -asesinatos- y en 2017 ya van más de 120 víctimas.

Es desde luego, una política estatal comprobada por la sistematicidad de los asesinatos (ejecuciones), ejecutados en diferentes tiempos y en todo el territorio nacional. Utilizan no solo las fuerzas narco-paramilitares -para lavarse la cara-, sino también miembros de las fuerzas militares, las cuales también están corrompidas como los otros poderes.

Ante tal cuadro de terror la FARC continúa adelantando los pasos para ir profundizando la Paz en todos los órdenes, a pesar que van más de 30 miembros y familiares de miembros de FARC víctimas de las balas asesinas.

Hemos visto q continúan adelantando sus proyectos productivos sin ayuda estatal, con  poca ayuda internacional; con su pedagogía de paz mediante conferencias, foros, participación en encuentros de mujeres, campesinos, en universidades (con la rasquiña de la extrema derecha que quizá siente el escozor al considerar que los pobres no pueden pisar "sus" universidades), e, importantísimo también, asistiendo a escuelas, colegios y universidades, punto de primer orden en la reincorporación y la re-inserción, obteniendo sus títulos, lo cual irrita los atávicos cavernarios.

La educación juega un primerísimo papel en la elevación del nivel educativo/personal de los farianos que siempre ha jugado su rol en la formación del guerrillero -antes- y del miembro del nuevo partido político -ahora-. Ella es importante en la formación del hombre de nuevo tipo, de eso no hay ninguna duda.

Llama la atención la posición mesurada de los miembros de FARC ante los desproporcionados ataques de los ignorantes de la extrema derecha -quizá porque ellos no han sido capaces de alcanzar alguno de esos títulos-, aunque a veces "tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe".

Esa mesura viene dictada por el atesoramiento de valores morales y principios éticos que hacen que los problemas se analicen según el principio de "análisis concreto de la situación concreta", uno de los tantos aprendidos en las escuelas de cuadros de la vida guerrillera.

Valoramos altamente que no haya un solo caso en el cual un miembro de FARC se haya "salido de las casillas" y haya agredido a quiénes los agreden a ellos de hecho o de palabra, casos que ya son centenares.

Ello demuestra en la realidad la verdadera disposición de FARC hacia la continuidad de la construcción de la paz, y nos hace ser optimistas en el logro de tan noble objetivo.

La Paz la alcanzaremos a pesar de los "enemigos de la Paz" o "amigos de la guerra". Los esfuerzos de FARC son loables y cuenta con el apoyo de todo el pueblo colombiano, e increíblemente de la comunidad internacional.

Deseamos, mi familia y yo -golpeada duramente por una de las partes del conflicto armado-, una feliz Navidad 2017 y un próspero año 2018 pleno de actos de Paz y reconciliación.

[Colombia] Coaliciones pegadas con babas

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo.

Las elecciones del año entrante está mostrando la desesperación de los partidos del establecimiento (CD, Cambio Radical, la U, liberal, conservador, etc) y también de algunos de los llamados de ”izquierda”.

Esa desesperación está basada en que sienten miedos porque aún no saben cómo van a enfrentar el nuevo partido FARC. Hemos visto la forma medida, tranquila, sin desesperaciones, conque la FARC ha enfrentado éste año de Implementación del Acuerdo de Paz.

A más del incumplimiento del gobierno Santos y del estado (Cortes, Congreso), debemos sumarle los diferentes incumplimientos con el pueblo, es decir, víctimas, campesinos, indígenas, etc, y, claro, sumarle la inmensa y structural corrupción que se roba 50 billones de pesos al año.

Ésta situación tiene a los politiqueros corruptos del establecimiento haciendo cuentas matemáticas y a algunos “analistas” de sus medios tirando números. Lo que los tiene “molestos” es que, por el momento, no tienen una fuente que les indique la real favorabilidad de la FARC, el verdadero dolor de cabeza del régimen.

Las FARC-EP nunca participó en unas elecciones. No era su preocupación. Ahora al ser un partido político legal tiene que adelantar su laboral electoral, pero, váyanlo sabiendo, no es la actividad primordial de un partido revolucionario en su trabajo hacia las masas.

El trabajo de reconstrucción del tejido social roto por los años de años de Terrorismo de Estado –que produjo 220.000 víctimas, según el CNMH, 600.000 para otros, 1 millón para otros-, el trabajo por la unidad de los sectores populares, la coordinación de las diferentes luchas populares que se avecinan, serán prácticamente el grueso del trabajo de FARC.

Mas en éstos momentos de discusión electoral, además de los esfuerzos de los partidos del establecimiento por lograr una “unidad”, unidad que adolece de una base programática que le dé un sustento firme al objetivo propuesto, mantener el statu quo, también en la llamada “izquierda” se están dando movidas “pegadas con babas”.

La “unidad” entre Fajardo –uribista pura sangre-, Robledo –y su sectarismo-, y López –agotada por sus estériles estridencias-, arranca mal. Es una unión realizada por lo alto, entre los “líderes”, sin tener en cuenta las bases del Polo y Alianza Verde, ya que Fajardo no tiene ni siquiera partido.

Lo verdadero, por lo menos en la izquierda de verdad, es que las coaliciones no sólo se deben adelantar sobre bases programáticas entre los partidos y no sobre el querer de un ”líder” que decide –al estilo de UribeVélez- por todos los miembros de ese partido, sino primordialmente consultando a las bases partidarias propias.

Una vez tenida la unidad programática se procedería a elegir a los candidatos a las diferentes corporaciones, incluída la prediencia de la república, y no al revés como lo ha hecho la Coalición Colombia que, parece, muestra el afán de “picar adelante” como si por lanzar un candidato ya los electores fueran a votar por él, sobre si tenemos que ya Fajardo está destruyendo su propia candiatura al plegarse a la propuesta emprsarial de aumentar la edad de jubilación para los trabajadores.

Habráse visto manera más descarada, neoliberal y cínica propuesta que presentar esa propuesta acaballándose sobre una candidatura de la ”izquierda”. Con ello, lo que está cosechando es abrir el espacio a las candidaturas del establecimiento, del statu quo, y elevar el desencanto de los pobres por la izquierda.  


Así, sabemos que las “babas” no son el pegante para mantener sólidamente pegadas las diferentes opciones que tiene la “izquierda”.

[Colombia] Espacios "democráticos" re-estrechos

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo.

La democracia burguesa es una democracia de clase que siempre se ejercita en favor de las clases en el poder. La ”democracia” para las clases populares nunca es plena y siempre es recortada y en espacios estrechos, en la mayoría de los casos re-estrechos. La democracia va siendo excluyente cuando ella va siendo recortada para los sectores populares por parte de las élites en el poder.

En Colombia, en 1964 tuvimos un caso que ejemplariza lo anterior. Se lanzó un ataque contra 48 campesinos -48 por favor!- con 16.000 soldados, utilizando aviación y bombardeando, además de la utilización de la peste negra, un arma biológica.

Allí se desencadenó una guerra que derivó en “guerra sucia” (aproximadamente años 80) por parte de las fuerzas militares cuando en contubernio impúdico se aliaron con las bandas de narcotraficantes y fundaron los narco-paramilitares, pasando a formar las fuerzas militares-narcoparamilitares.

Claro que muchos analistas preconizan que no hay guerra “limpia”, pues uno de los principios es el uso de estratagemas y astucias para baancear el equilibrio de fuerzas hacia el lado propio, ni siquiera la “guerra de los detergentes” porque siempre el agua sale sucia.

Cuando pensábamos que comenzábamos a transistar el comienzo del camino de la construcción del Acuerdo de Paz entre las FARC-EP y el Gobierno en representación de todo el estado, se atraviesan como “vacas muertas” sectores trogloditas que no quieren ni siquiera abrir portillos, o pórticos, por donde comiencen a ejercer sus derechos democráticos los sectores excluídos desde 1964.

La negativa del Congreso a las Circunscripciones de Paz para las zonas afectadas por el conflicto interno o guerra interna es una sumatoria de incumplimientos y de “meterle mano” y robos al Acuerdo de Paz firmado que muestran en realidad que en un sector de la élite en el poder siguen ejerciendo el poder de forma criminal y excluyente contra el pueblo colombiano.

La mafia empotrada en el Congreso, en las Cortes, en el Ejecutivo, muestra que la corrupción ha dados pasos gigantescos hacia el apoderamineto total del estado, en contra del sector político “honesto” que aún pretende manejar el estado con cierta transparencia.

Evidentemente que la respuesta popular no será la misma corrupción, sino precisamente la erradicación de ésta de la vida nacional. El poder político en los momentos actuales no nace del pueblo, sino de las mafias empresariales, de sus corruptos actos criminales (Reficar, CoopSalud, Odebrecht y los que se van incubando a nivel nacional y en la alcadía de Peñaloza, etc, etc), los cuales tartan de cerrar cualquier espacio por los cuales el pueblo pueda manifestar su voluntad.

Tenemos entonces que romper esos estrechos espacios democráticos, ampliar las estrechas rajaduras del decrépito edificio estatal, a fin de ir creando amplios espacios y alamedas por donde se manifieste el pueblo en su conjunto.

Si hemos padecido y soportado 53 años de Guerra sucia, de Terrorismo de Estado, de exclusión política, estamos en disposición de soportar unas décadas mpas en lucha por ir derribando las estrecheces a que es sometido el pueblo. Más ahora cuando contamos con un partido popular templado en la lucha, disciplinado, cohesionado orgánicamente, como la FARC.

La lucha la continuamos entre todos. Partido, organizaciones populares, clases populares, individuos, etc. Todos estamos marchando hacia un objetivo único: La Construcción de un Nuevo país en paz con justicia social.


Nada nos arredra. Si por la paz nos están matando, por la paz seguiremos luchado.

[Colombia] Falsa democracia II: la democracia burguesa

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo.

En el artículo de ayer abordamos, someramente, la historia de la democracia burguesa y la asimilábamos al voto.

Hoy abordaremos un poco más profundamente éste tema desde el punto de vista revolucionario.

En los clásicos revolucionarios está descrita el sentido de la democracia burguesa. Es necesario dilucidar de una vez por todas que la democracia burguesa es de una falsedad a toda prueba por cuanto ella quiere ser presentada como abanderada de la iguldad y de la defensa de los los derechos de toda la población, incluída la libertad.

Mentira. La democracia burguesa responde a los intereses del círculo en el poder –la oligarquía-, prueba de ello lo tenemos palpablemente en los casos de España y Colombia. En Colombia las élites en el poder legislan en favor de las clases que representan. Lógico que hacen una u otra legislación “en favor” de las clases populares, pero todo el peso de las cargas impositivas –por ejemplo- recaen sobre los hombros del pueblo.

Miremos si no la Reforma Tributaria o la Reforma que desarrolló la exención de impuestos de la renta de los empresarios dizque para ”crear empleos” y de empleos nada ya que la informalidad ronda por encima del 60%.

O sea, 6 de cada 10 trabajadores trabajan en la informalidad, en la economía del rebusque. Economía a la cual una ”inteligente” profesora de los Andes quiere lanzar a los ex-guerrilleros de FARC para acabar el problema de los proyectos productivos, según ella, que solucionarían el problema de empleo y manutención de los miembros de FARC.

Ya aquí la oligarquía está mostrando que la democracia burguesa es el escenario de la lucha revolucionaria del pueblo. Con la firma del Acuerdo de Paz muchos pensaron que comenzaría un período de relativa calma en el país. No. Sabíamos que en la sociedad las contradicciones antagónicas –mediatizadas por la guerra interna- iban a mostrarse en todo su esplendor. Ya sin el ruido de los fusiles y las armas. Y comenzó la lucha. En el congreso, en las calles, en las movilizacones campesinas e indígenas, en los foros, en conferencias, etc, etc.

La lucha de clases entre sectores populares y oligarcas sería –y será- con toda la fuerza de cada una. Vemos cómo la mentira de una PAZ para todos en realidad significaba para la oligarquía una paz para su clase. Y para ello la oligarquía en el poder echa mano de todos sus recursos.

Del Terrorismo de Estado, el cual no ha cesado un instante en los 6 años y un año de Implementación del Acuerdo de Paz. También echa mano de la violencia estructural, la ejercida en las instituciones, es decir, no aplicación o aplicación a medias de la Amnistía, no financiación y aprobación de los proyectos productivos (”cómo vamos a adelantar proyectos para que esos zarrapastrosos guerrilleros puedan vivir en trnaquilidad”), carencia de salud y educación, exclusión política de Circunscipciones Especiales  de Paz que proveería 16 parlamentarios de zonas azotadas por el conflicto interno (cómo darles 16 parlamentarios, más 10 de la FARC, daría 26 parlamentarios, un fuerza importante para empezar a torcer las políticas estatales).

Vemos entonces los límites de la democracia burguesa. Límites que se les imponen a las clases populares, no a sí misma. La democracia burguesa implica violentar la constitución cuando ellos tengan a bien hacerlo. 
Ejemplo lo tenemos en el caso de la Yidis-política de Álvaro Uribe Vélez y el cohecho para hacerse re-elegir (realizado en uno de los baños del congreso). Entre otras cosas, Teodolindo Avendaño, suplente de Yidis y quien votó la reforma del articulito, falleció ayer.

No sobra insistir que el espacio que ganen las clases populares en el escenario de la democracia burguesa –movilizaciones, huelgas, paros, congresistas, etc- dependerá precisamente de su movilización aunada a su unidad y fuerza.

Lógico que ahora contamos con otras condiciones para el trabajo revolucionario. Podremos llegar a más sectores, al tiempo que estaremos más expuestos al Terrorismo de Estado. Para evitar los golpes nos tocará extremar nuestras medidas de seguridad. Mas esa es la apuesta si queremos jugar el papel que nos ha asignado nuestro pueblo.

En ese escenario de lucha contamos con la FARC como nuestro partido político legal, templado en 53 años de lucha guerrillera, y con la paciencia del artesano para producer una obra de arte.


Que la Paz no nos cueste la vida.

[Colombia] Falsa democracia



Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo.

En Colombia los detentadores del poder siempre han vendido la idea de que su país es ”la democracia más antigua”, pero tratan de esconder que en realidad practican el más aberrante Terrorismo de Estado.

Ello ha sido así desde los mismos inicios de la independencia del imperio español –y cayó en manos del imperio naciente de Estados Unidos- y se explica entonces porqué la ”democracia” en Colombia ni se asentó en nuestras instituciones, ni los pobladores gozaron de ésta.

Por los siglos siguieron aplicando la ”democracia” para los poderosos. Los descendientes de “españoles”, los ricos, los que explotaban inmisericordemente a esclavos negros, esclavos indios, e incluso a los propios desdendientes de españoles privados de la fortuna.

La esclavitud se abolió legalmente en Colombia el 21 de mayo de 1851 mediante la Ley de Manumisión que realmente entró en vigencia el 1 de enero de 1852. Lo cual no significó, desde luego, la extensión de todos los derechos para los pobladores.

El origen del voto como máxima expresión de la democracia burguesa se inicia en la Patria Boba, 1810-1816, de manera indirecta y público. Es de señalar que comenzó siendo “en extremo restringido o de muy baja participación de la población”. (Ver: http://www.registraduria.gov.co/-Historia-del-voto-en-Colombia-.html ).

La elección indirecta, un intríngulis quizás con la soterrada intención de asegurarse el poder en pocas manos, permaneció hasta la mitad del siglo XIX cuando se inicia la ”elección directa de representantes a la Cámara, legislaturas Estatales o Asambleas Departamentales y para corporaciones municipales”.  Los senadores eran elegidos de manera indirecta hasta 1947. ”La elección de Presidente se hizo en segundo grado en el siglo pasado y hasta la del General Reyes en 1904, con excepción de la de 1856 en las que Ospina Rodríguez derrotó a Murillo Toro y al General Mosquera, y la del Vicepresidente Mallarino que ejerció como encargado para terminar el periodo de Obando”. (Ìbidem)

El ejercicio del voto tuvo algunos ”accidentes” en el transcurso de los años (guerras originadas por leyes electorales y se comienza a acuñar el principio: “el que escruta elige”).

El voto muchas veces era restingido a las personas analfabetas. En 1936 se otorga el voto a todos los hombres mayores de 21 años. Solo 18 años después  se otorga el derecho del voto a las mujeres (1954). En 1975 se concede la mayoría de edad a los 18 años.


El ejercicio electoral como súmum de la democracia burguesa no ha estado exenta de contingencias. Un caso típico fue el robo de la presidencia al general Rojas Pinilla por parte del presidente Carlos Lleras Restrepo (abuelo de Germán Vargas Lleras), instaurando a Andrés Pastrana (padre del anodino Andrés Pastrana, tambien presidente y uno de las más catastróficas administraciones con la de Álvaro Uribe Vélez). El general no tuvo los arrestos suficientes  para encabezar al pueblo en la defensa del triunfo.

Delitos electorales de todo tipo están en el haber de los partidos políticos que responden a los dictados de la oligarquía. Compra de votos, compra de jurados de votación, compra de registradores regionales (nacionales?), en fin, toda una gama de delitos electorales. Y la impunidad es la regla, también.

Sumado a esa corrupción el narco-paramilitarismo llevó la aberración a niveles insospechados. Asesinatos de candidatos que no respondían a los dictados de los politiqueros aliados a narco-paramilitares, coerción de votantes, retención de cédulas de ciudadanía, etc, etc, están a la orden del día.

Ya la coerción del derecho al voto de los ciudadanos en Colombia no se encuentra en las leyes –todo está fríamanete calculado desde el punto de vista legal-, sino en las otras formas de coerción. A las señaladas anteriormente se suman la constricción de los derechos de los ciudadanos de las comunidades, la llamada coerción estructural.

En ocasión del trámite de aprobación del Acuerdo de Paz, los partidos oligárquicos del establecimiento (liberal, conservador, la U, Cambio Radical, CD, etc) cercenan –entre otros tantos- los acuerdos y los derechos de los ciudadanos que habitan en las Circunscripciones Especiales de Paz y muestran la más aberrante y fascista conducta.

El temor de perder el control los impele a impedir que las poblaciones más azotadas por la guerra interna tengan una voz en el congreso a fin de presentar y desarrollar proyectos que los favorezcan, toda vez que nunca ninguno de los partidos del establecimiento ha elevado su voz para solidarizarse con esos pobladores.


Conclusión

En Colombia la élite en el poder sigue ejerciendo el poder de manera excluyente.

Esa exclusión fue una de las causas que originaron la guerra interna que por decisión de las FARC-EP yel gobierno Santos finalizó hace un año.

La ”democracia” ejercida por los detentadores del poder es una democracia falsa. Practican el Terrorismo de Estado más la negación de los más elementales derechos de los ciudadanos pobres.


El temor de oír las voces de las víctimas de las zonas más afectadas por el conflicto armado lleva a los partidos oligárquicos a mostrar su  verdadero talante anti-democrático y fascista.

Corresponderá al pueblo con su movilización abrir las alamedas de la democracia. La democracia no es solo hacer presencia en el congreso, sino hacer valer sus derechos largamente conculcados.


La movilización es fuente de vida. La quietud es la muerte.

[Colombia] De la esperanza de Paz a la Incertidumbre de la Implementación

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo.

Hemos sido puntuales en señalar que todo indicaba que al gobierno Santos solo le interesaba la dejación de armas por parte de las FARC-EP y que después la implementación del Acuerdo de Paz le iba a importar un ”sieso”.

Desafortunadamente ese mal pronóstico está resultando verdadero. Ello se evidenció en la no construcción de los campamentos en que iba a vivir los guerrilleros. Siguió con la no aplicación de la Ley de Amnistía y al día de hoy hay más de 1.000 guerrilleros –los llamaré así hasta que no sean liberados ya que no están siendo objeto de las leyes del Acuerdo de Paz-. Continuó con la no realización de la RRI y la entrega de tierra a campesinos y ex-guerrilleros a fin de que adelantaran sus proyectos productivos para sus sostenimientos.

Quedó evidenciado fehacientemente con el torpedeo de la Reforma Política, con el torpedeo a la aprobación de la las circunscripsiones de paz para las zonas azotadas por la guerra, con el torpedeo de la aprobación de la JEP.

El hecho de solo haber sido aprobados por el Estado el 18% de los compromisos adquiridos ante la comunidad nacional e internacional –ONU, países garantes, Unión Europea, etc-, mas sin embargo pasearse “muy orondo y muy majo” por el mundo ostentando el Nobel de Paz y entregando la soberanía nacional bajo el pretexto de recibir ayudas para el posacuerdo, es la muestra de que el gobierno Santos ni siquiera está dispuesto a cumplir así sea por el hecho de que su única obra para mostrar como acto de gobierno exitoso es la paz.

Lo anterior está evidenciado en el total  de 98 normas expedidas y ejecutadas de las presentadas al Congreso: 7 actos legislativos, 5 leyes por Fast track, 36 decretos de ley, 46 decretos ordinarios. Pírrico resultado de un congreso atosigado por las denuncias de corrupción y malos manejos que continúa pidiendo “coimas” o como la llaman los colombianos “mermelada” a fin de expedir los Acuerdos de Paz presentados por el gobierno Santos.

El pueblo colombiano vivió momentos de esperanza y alegría con las firmas del Cese Bilateral de Fuegos y posterior con la firma del Acuerdo de Paz, y esa esperanza lleno de positivismo a nuestro pueblo que comenzó –sería mejor decir continuó con nuevas energías- la lucha por sus reivindicaciones, entre las cuales está para los campesinos el recibir las tierras despojadas por el desplazamiento y la entrega de baldíos para los campesinos –casi todas mujeres- que no la tenían. En cambio, los potentados como Luis Carlos Sarmiento Angulo recibían el apoyo del estado para apoderarse de cientos  de miles de hectáreas de las tierras baldías destinadas a los campesinos.

Al día de hoy la incertidumbre es total entre los campesinos y, más, entre los ex-guerrilleros, que ven como paso a paso, gota a gota, el gobierno va incumpliendo los compromisos adquiridos con el Acuerdo de Paz. Ello es más evidente cuando el presidente Santos muestra más energía amenazando a los ex-guerrilleros que decidan irse –ante sus incumplimientos y marrullerías- “otra vez para el monte” para defender sus vidas por razones de seguridad.

Ello compele a los sectores populares a realizar manifestaciónes exigiendo sus derechos. Ante un estado decrépito, incapaz de reformarse a sí mismo, le corresponderá al pueblo sacudirse y entrar a construir una nueva institucionalidad, un nuevo país que contemple la Paz como bien supreso con justicia.

La base de ese nuevo estado será la implementación del Acuerdo de Paz para reconstruir las instituciones de nuestro país. Cada vez son más los sectores populares que se suman a la lucha. Ya estamos claros que la oligarquía no tiene capacidad, ni el deseo, de reformarse a sí misma. Ellos están plácidamente satisfechos con el statu quo.

La movilización popular los sacudirá de ese estado de aletargamiento y los sacará de los plácidos sillones institucionales. A la vez de las movilizaciones del ahora, debemos ir preparándonos para las elecciones del 2018 en donde les mostraremos el verdadero poder del pueblo.

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http://cambiototalrevista.blogspot.se/2016/09/exiliados-colombianos-en-suecia-saludan.html

[Colombia] Abriendo puertas a la CPI

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo.

La CC y el senado colombianos, “sin querer queriendo”, le van abriendo las puertas a la Corte Penal Internacional (CPI).

Pretendiendo “blindarse” de los crímenes cometidos por sus “civiles, terceros”, durante los 53 años de guerra interna –sucia por el querer de la oligarquía-, crímenes que han permanecido en la más espantosa impunidad durante éstos todos éstos años, van haciendo una colcha de retazos por donde se filtrará la CPI.

Es sabido que en Colombia la impunidad es del 99% de todos los delitos, reconocido por el mismo fiscal general, Néstor Humberto Martínez. Esa impunidad es mayor cuando de violaciones de derechos humanos se trata, o sea, es el 100%. 83% responsabilidad en masacres, 83,3% de ejecuciones extrajudiciales, 97,7% de responsabilidad en desaparición forzosa y 100% responsabilidad en desplazamiento forzoso, ninguna de ellas es juzgada ni aceptada por el estado colombiano.

Con razón Colombia está ubicado ”en el tercer lugar de impunidad, después de Filipinas y México” en 2015, según nos siguió diciendo el Fiscal Martínez.

En Colombia la impunidad es del 99% y ocupa el Tercer lugar después de Filipinas y México.
Ninguno –o casi ninguno- de los responsables enfrentan un Tribunal y mucho menos son condenados. Es lógico. Si no son juzgados, mucho menos podrán ser condenados.

Ninguno –o casi ninguno- de los responsables enfrentan un Tribunal y mucho menos son condenados. Es lógico. Si no son juzgados, mucho menos podrán ser condenados.

Sin embargo, los poquísimos casos en que se condena al Estado tienen que pasar por las manos de la CIDH. Los tribunales de la justicia ordinaria, plagado de la más profunda corrupción, se muestran incapaces para si quiera adelantar una investigación. Ni cuando la CIDH condena al estado, ni así el gobierno reconoce la autoría y ”se escurre por las ramas”.

Cuando son juzgados por la justicia ordinaria colombiana, los responsables se aseguran que “el grueso del fajo de billetes” que llegan a los bolsillos de fiscales, jueces y magistrados es de tal grosor que esos funcionarios dictan sentencia en favor de sus “clientes”, no de sus juzgados.

En relación con el juzgamiento de los narco-paramilitares 31.000 miembros –incluían ancianos, putas, delincuentes comunes, etc!- reconocieron más de 125.000 homicidios, 445 se sometieron a la ley de Justicia y Paz, y de éstos apenas 15 fueron condenados.



Cuando empezaron los grandes “capos” a decir la verdad de las conexiones con empresarios, congresistas, políticos regionales, etc, fueron extraditados por el entonces presidente Álvaro Uribe Vélez, a fin de ocultar la verdad, o sea, asegurar la impunidad total.

En los momentos presentes, la CC y el senado, con ocasión de la aprobación de la JEP, nuevamente incurren en maniobras ilegales, inconstitucionales, disfrazadas de legales, al ”meterle mano” al Acuerdo de Paz, sientan la más espantosa impunidad que ha encendido las alarmas de la sociedad colombiana y de la comunidad internacional que ha seguido y acompañado el proceso de Paz y la firma de un Acuerdo que se tiene por ejemplo para la comunidad internacional.

Que no se rasguen las vestiduras cuando tengan la soga de la CPI en el cuello. Que no lloriqueén cuando estén en La Haya o en Roma respondiendo por sus múltiples y aberrantes crímenes. No olvidemos que ellos hasta “jugaban al futbol con la cabezas de las víctimas” cuando sometían al pueblo colombiano a su “orgía de sangre”.

Podremos perdonar, pero no olvidar los crímenes que el Terrorismo de Estado –incluyendo su narco-paramilitarismo- ha cometido contra las víctimas colombianas, civiles desarmados, inermes. Los ex-comandantes de las FARC-EP se someterán a la JEP y, valientemente, enfrentarán un Tribunal de Justicia. Mas los que le temen a la JEP están metidos en tremendo problema con la CPI.

Es ante la CPI, ante el organismo de justicia que tendrán que responder por sus crímenes.

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[Colombia] Mezquindades y perseverancia

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo.

No podemos perder la oportunidad de construir la paz en Colombia. Es de señalar que en nuestro país estamos viviendo dos situaciones paradójicas por cuenta del proceso de paz.

Por un lado, la mezquindad de los sectores dominantes en el poder que la han mostrado en toda su dimensión. Cuando hablo de sectores dominantes hablo de clase politiquera, corrompida toda, que no escatima esfuerzo en mantener el status quo a su favor y de acuerdo con sus intereses.

Una vez firmado el Acuerdo Final para una paz estable y duradera y la dejación de armas por parte de las FARC-EP, el gobierno de Juan Manuel Santos parece desentenderse de sus compromisos y se involucra totalmente con los demás componentes de la clase oligárquica.

Comienza casi desde el principio la conocida “paquidermia” estatal en el cumplimiento de la implementación del Acuerdo (Incumplimiento en la Ley de Amnistía (aún hay más de 1.000 ex guerrilleros presos y ataques alevosos contra los presos), incumplimiento en la construcción de los campamentos (dejando sin viviendas a los ex-guerrilleros), incumplimiento en la RRI, incumplimiento en la Reforma Política, incumplimiento en la aprobación de la JEP, en fin… El estado solo ha cumplido un 18% de sus compromisos…

Todo ello obedece a la más mezquina conducta de unos empresarios, partidos políticos y funcionarios estatales (congreso, jueces y magistrados, etc, etc) que pretenden una pax de los cementerios –Terrorismo de Estado incluído-, y desean continuar con el status quo.

Esos sectores dominantes pretenden no darse cuenta que lo que hubo entre el gobierno Santos y FARC-EP fue un Acuerdo de Paz y en todo Acuerdo ambas partes ceden. Las FARC-EP cedió y cumplió. El sector dominante en el poder no cede y no cumple. Nada de lo acordado en el Acuerdo de Paz ha sido cumplido. Pretenden revisar el Acuerdo de Paz como han hecho con la JEP, por ejemplo, y pretenden encarcelar a los ex-guerrilleros farianos como si ellos hubieran sidos vencidos en combate.

La marrullería, el talante de tahur, del régimen está a todas luces de presente en el día a día. La mezquindad, la falta de grandeza, la falta de principios morales y éticos, la corrupción galopante, muestran un sector dominante completamente corrompido y desfasado con la realidad del país. Ellos viven de espaldas a los colombianos y la obtención de dineros fraudulentamente es su única fuente.

Por el otro lado, afortunadamente tenemos la perseverancia de los sectores populares que le han apostado todo a la paz.

La lucha popular por la paz ha mostrado de qué es capaz el conjunto del pueblo colombiano. Manifestaciones, mítines, campamentos en plaza de Bolívar de Bogotá, y la lucha política propiamente dicha, etc, etc, sumados a las luchas por sus propias reivindicaciones, nos hacen mirar con optimismo el futuro de las luchas populares.

El resultado de las manifestaciones campesinas, de la Minga indígena, de las manifestaciones de los sectores comprometidos en la erradicación voluntaria de cultivos, nos ponen de presente esa disposición de lucha que, de una u otra manera, confluirá con la lucha del nuevo partido FARC tanto en lo reivindicativo como en lo electoral-político, como en efecto ya está suediendo.

La FARC está pagando el precio de su apuesta por la Paz. Ya van más de 32 miembros de la ex-guerrilla fariana ejecutados extrajudicialmente sin que haya ningún capturado ni ningún culpable. Mas ello no debe ser lo ”normal” a pesar de ser un estado que practica el Terrorismo de Estado. Tenemos que adelantar la lucha contra ese engendro monstruoso y parar las ejecuciones extrajudiciales,  las masacres, las desapariciones forzosas, el desplazamiento forzoso.

Llama poderosamente la atención que algunos sectores que, quizás por cobardía, comodidad o miedo, escogimos el camino más cómodo, el de huir del conflicto interno para re-construir nuestra vida en otro país y ahora cuando se da la posibilidad de que la FARC se re-integre a la vida civil, normal, les exigimos los sacrificios que nosotros en ningún momento estuvimos –ni estamos- dispuestos a hacer.

Esa no debe ser la actitud. Tenemos que contribuir a construir la Paz. Si desde el estado no la quieren será responsabilidad de la oligarquía en el poder. Ese será su costo politico. La FARC ha emprendido un camino de no retorno hacia la paz, creo yo. Quisiera que fuera así. Mas estoy seguro que nuestro pueblo no se quedará con los brazos cruzados ante la continuidad de la práctica del Terrorismo de Estado.


El pueblo colombiano es un pueblo berraco!
 

Dossier Álvaro Uribe Vélez

Colombia Invisible - Unai Aranzadi

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Basta de Terrorismo de Estado

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