Hay tres escenarios posibles para re-negociar el Acuerdo de
La Habana. Re-negociación que echó por tierra lo pregonado por el presidente JM
Santos de ”Nada está acordado hasta que todo esté acordado” (quizá ésto será
motivo de análisis posterior). Ahora parece ser que ”Nada está acordado hasta
que haya re-negociación”, mostrando la cara politiquera de Colombia ante los
ojos del mundo y la falta de seriedad de la élite en el poder.
Escenario 1 – El narco-paramilitar
número 82 expresidente insiste en imponer sus condiciones. Escenario que es muy
posible ya que conocemos la terquedad de quien no tiene argumentos. Hemos
visto que Uribhitler ni siquiera se ha leído el Acuerdo Final. Si lo hubiera
hecho hubiera procedido de manera diferente. Más sesudo. Pero sabemos que pedirle acciones sesudas
a Uribhitler es como ”pedir peras al olmo”. Este escenario sería tremendamente catastrófico
para todos, en especial para el pueblo –el que pone los muertos en la guerra-,
que continuaría con sus movilizaciones que podrían desembocar en un Paro Cívico
Nacional que diera al traste del regimen burgués, es decir, una Insurrección.
Escenario 2 – Fracasa la
re-negociación del Acuerdo Final porque los No uribistas persisten en imponer
sus “condiciones” a la Mesa de La Habana y por ahí derecho deslucir al Nobel de
Paz 2016. Así es la mezquindad politiquera. Consecuencia de ese fracaso las
FARC-EP volverían a la Guerra, con mucha ganancia a su favor. El país y su
pueblo ha visto la posición de las FARC-EP para negociar y que tiene en su
ideario colectivo la vision del país que quieren para empezar a construirlo
con/para todos los colombianos.
Por otra parte, habría
una Comunidad Internacional más proclive a los mensajes de las FARC-EP y quizá
por allí salte un país que se decida a apoyarlas para romper el “empate técnico”
entre las partes que adelantan la Guerra, con lo cual las cosas cambiarían
totalmente ya que la correlación de fuerzas sería la que definiría la solución
del conflicto interno.
Escenario 3 – Las partes
de la Mesa de La Habana llegan a un acuerdo acogiendo las propuestas que son
viables, negociando las negociables y desechando las propuestas/imposiciones
que no son realizables del total de las 400 propuestas recibidas en la Casa de
Nariño. Este escenario, el más posible dada la decisión de las partes, sería
muy benéfico para el país ya que se continuaría en la construcción de la Paz,
con Justicia Social, pero tropieza con la cantidad de propuestas, ya que si se
abordara una propuesta al día, por ejemplo, nos llevaría más de un año
evacuarlas todas. Ésta sería la vía menos dolorosa para el pueblo y para el país
y es la que quisiéramos todos los colombianos de bien, y sabemos es la que
buscan las FARC-EP, apoyado por el pueblo colombiano que se está movilizando. Por
lo pronto, el ambiente que se vive en la Mesa de La Habana es de cordialidad
entre las 2 partes, pero no sabemos si se dañe por la terquedad de imponerle a
las FARC-EP lo que no han ganado en el frente de batalla.
Pareciera que lo más sensato sería transitar por el 3er escenario, pero
en éstas cosas, con la politiquería de por medio, es posible que los escenarios
1 y 2 se vuelvan posibles.
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