Domínico Nadal, El Cuento de la Semana.
La Paz ha hecho aflorar
las diversas visions que tienen los “capos” de los partidos del
establecimiento. Lógico que ello deriva de sus posiciones ideológicas, que en
últimas son iguales, pero tienen sus matices.
El Vicepresidente Germán
Vargas Lleras –el “Mocho” le dicen- peló el cobre sobre la Paz –no la quiere
aunque diga que sí- y está en el campo del uribismo, “sí pero no”. Sí es sí y
no le cabe ningún no. Sí es sí y no le cabe ningún condicionamiento.
Como se entiende que un
individuo diga que quiere la Paz, pero “ésta paz” no. O sea, si no le gusta, o
no cabe en sus estrecheces ideológicas, entonces no la aprueba. Una Paz es Paz
así no nos gusten como se pactó. De malas yo sí no me gusta.
Los partidos del
establecimiento, o sea el círculo que se reparte el poder y la plata (que es lo mismo para ellos), están definidos
por carecer de una ideología clara. Hay “godos” –como Vargas Lleras- que
militaron en el Partido Liberal y como no le gustaba como manejaban el partido,
entonces fundó su propio partidito, el Cambio Radical. Partido que se ha
caracterizado en dar avales a personajes de la mafia –la Guajira y los Llanos Orientales-,
al tiempo que quiere presentarse con un impoluto luchador contra la corrupción.
Mamola!
Ahora casó pelea con
César Gaviria –liberal y jefe de la campaña por el Plebiscito- por cuenta de
una funcionaria “corrupta”, la gobernadora del Meta. Todo
porque la hembra ha feriado contratos por cientos de miles de millones de pesos
a la familia de ella y Vargas Lleras no ha olido “de eso nada”. Y “el man es
Germán” está emputado porque se le fueron volando unos pesitos del bolsillo.
Ahora bien, en el fondo hay una disputa por las elecciones
de 2018. ”El man es Germán” cree tener ”derecho propio” para ser presidente de
la república porque él es de la ”Casa Lleras” y se ha ”preparado” en cuanto
puesto del estado hay. Además
no le importa aliarse con cuanto mafioso haya porque esos son los que sueltan
el billete a manos llenas.
Por su parte, César Gaviria cada día tiene más poder en el
gobierno de JM Santos. Suenan dos candidatos a la Procuraduría que son de las
huestes liberales –Fernandito y Jorgito- y ya está montando la plataforma para la presidencia del 2018.
Está empezando a sonar con mucha música –no ruido-
como candidato el delegado en las Conversaciones de Paz de La Habana, Humberto De
la Calle Lombana, quien consideran muchos el candidato idóneo ya que
desarrollaría la implementación del Acuerdo Final para la terminación del
Conflicto Armado entre las FARC y el gobierno nacional.
Así las cosas, “el man
no es Germán”. El “mamerto” es Humberto. Que quizás sería visto con buenos ojos
por las FARC ya convertida en Partido Político ya que así asegurarían la
continuidad del Acuerdo Final de La Habana.
Por lo pronto, la pelea
entre César Gaviria y “el man no es Germán” en la superficie es por plata -corrupción-
y en el fondo es por la presidencia de la república. A quién le apostará JM
Santos? Me huele que a quien le dará continuidad a su máximo logro, la Paz en
Colombia.
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