Dejación de armas

Por Allende La Paz.

Ante el incumplimiento del gobierno de JM Santos, las FARC-EP ha procedido a construir ellos mismos los campamentos que les darán cobijo por los próximos 6 meses.

Una vez hecho esto, se procederá a la Dejación de armas -que no desmovilización- y la diferencia entre Dejaciónengloba muchas aristas.  En primer lugar, es sacar las armas de uso en la política.

Las FARC-EP dejarán las armas, es decir, en la medida en que se va implementando el Acuerdo Final las armas no serían necesarias para hacer política en Colombia. Mas… lo anterior significa que los políticos oligárquicos –politiqueros- y el mismo gobierno y Estado dejen de usar las armas contra el pueblo que protesta y lucha por sus reivindicaciones y sus derechos humanos.

El guerrillero de las FARC-EP, Jesús Santrich, miembro del Secretariado, dijo: ”Dejación no es entrega de armas, es sacarlas de su uso en política”. En diciembre 2016 aseveró que ”la dejación de armas del grupo guerrillero  ya inició, como parte de la implementación del acuerdo final de paz. Han sido claras la spalabras de iván Márquez, cuando el proceso de dejación ya inició, que se ha iniciado con la destrucción de materiales explosivos(…) estamos plenamente dispuestos a seguir la senda de la paz y el debate democrático”, al tiempo que aseveró ”que hay que tomar medidas con el fin de parar los asesinatos de los defensores de derechos humanos y líderes sociales”.

Ver FARC-EP inicia dejación dearmas para cumplir acuerdo de paz

Sin embargo, vemos cómo los ”enemigos de la Paz”, es decir, partidos políticos del establecimiento opuestos a la Paz (CD, por ejemplo), algunos militares, militares en retiro, narco-paramilitares socios de los primeros, siguen ejecutando el ajusticiamiento de líderes populares.

Durante el año 2016 fueron asesinados –ejecutados extrajudicialmente- 114 líderes sociales y de derechos humanos. En este año 2017 ya van asesinados 17 líderes populares en diferentes zonas geográficas y tiempos, lo cual demuestra una sistematicidad y una planificación que parece desborda al propio estado y gobierno colombianos.

No quisiéramos pensar que es una política que sigue siendo impulsada por el gobierno nacional y su estado, pero los hechos son tozudos y hace pensar lo inimaginable.

Estando así las cosas, por muchos esfuerzos que haga la Insurgencia Armada por    alcanzar la Paz, si desde el Estado y su gobierno no cesa el Terrorismo de Estado dificilmente podrá vivirse realmente en paz en Colombia. Máxime cuando las políticas adelantadas por los gobiernos neoliberales van en contra de la satisfacción de las necesidades básicas primarias de la población (empleo, salario, vivienda, educación, salud, recreación y cultura) y sus políticas van dirigidas solamente a satisfacer a los sectores de élite (oligarcas, financistas, ganaderos, terratenientes, “empresarios del campo”, narcotraficantes, narco-paramilitares).

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