Por: Allende La Paz, Cambio Total
Después de 52 años de la guerra adelantada por el sector
dominante en el poder –la élite
oligárquica-terrateniente-ganadera-narcotraficante- se empiezan a ver las
consecuencias.
Desde luego que tantas décadas de señalamientos diarios, de
mala propaganda, de mentiras propaladas por los medios de comunicación en poder
de la oligarquía elitista y medrosa de lo popular (RCN, Caracol, Semana, etc),
es y será un ”inamovible” cambiar el ”chip” implantado en los politiqueros y
medios mediáticos, en sus cerebros de una sola neurona.
Nada que huela a pueblo
les gusta a los ”cocotudos” oligárquicos, quienes empiezan a ver asombrados la
capacidad de las FARC-EP de adelantar política de la Buena. Ellos creían que –tras
la muerte de Manuel Marulanda, Alfonso Cano, Jacobo Arenas, etc- se iban a
encontrar con unos ”campesinitos” a los que les sería muy fácil engrupir. SE
equivocaron de “cabo a rabo”.
No es extraño que las
FARC-EP, haciendo lo que toda su vida han hecho, compartan no solo con las “masas”
en donde hacen presencia, sino también con los diferentes entes que se atreven
a adentrarse en la Colombia profunda, la cual carece de carreteras, viviendas
dignas, salud, empleo, educación, o sea, necesidades básicas primarias
insatisfechas por un Estado –y sus respectivos gobiernos cada 4 años- que para
el pueblo solo priorizaba la Guerra.
Las fuerzas militares y
de policía –con su brazo narco-paramilitar- solo llegaban –y todavía lo hacen-
a esa Colombia profunda como un ejército de invasión arrasando todo a sangre y
fuego, destruyendo la vida y los poquito enseres que han podido “atesorar” (7,5
millones de desplazados forzados).
La posición clasista de la élite en el poder ha sembrado en
sus cerebros que los derechos son para los que tienen dinero. Los pobres –trabajadores,
obreros, campesinos, estudiantes, mujeres, ancianos, niños- no tienen ni
siquiera el derecho a la vida, por ello se las arrancan a tiros de fusil o
pistola. Mucho menos van a tener ”derecho” de compartir con quien sea en las festividades
de fin de año, muchisísimo menos que en simbología de lo que es la Paz el 31 de
de diciembre los guerrilleros de las FARC-EP compartieran como siempre lo han
hecho con su pueblo e invitaran con un gesto de humanidad a los policías y
miembros de la ONU que los acompañaban en su transformación de guerrilla a
partido político.
Está claro que la presencia de la ONU le molesta a ciertos
sector oligárquico ”enemigo de la Paz” ya que su presencia es garantía para los
guerrilleros en esta fase de Implementación. Ellos quieren que no haya testigos
internacionales para adelantar el exterminio de las FARC, ahora sí que estarían
desarmados, y seguir asesinando impunemente al pueblo colombiano y sus líderes
como lo han venido haciendo durante todo el siglo 20 y este 21.
Evidentemente que la más derechosa oligárquía, esa que agrupa
el Centro anti-Democrático (C-aD), recalcitrante, confesional, asesina a más no
poder, mafiosa, nunca va a entender que en tiempos de Paz y Reconciliación
hay que deponer los odios y restañar las
heridas con la más real convivencia, muestra de los nuevos tiempos que se
respiran en Colombia.
Un individuo nefasto para Colombia, reconocido por Estados
Unidos como el personaje número 82, promotor del narco-paramilitarismo –que reconocieron
haber asesinado casi 200.000 colombianos, los que reconocieron porque faltan
muchísimos- que siempre ha adelantado políticas contra el pueblo (ley 100 de
1993 de Gaviria, flexibilización
laboral, no pago de recargos nocturnos, aumento de la edad de pensión
para hombres y mujeres, etc), además de ser uno de los gobiernos más corruptos
de la historia de Colombia (para-política, reforma de la Constitución con
cohecho incluído, AIS de Andrés F. Arias –”Uribito”-, Corrupción en el DAS y
listas negras de dirigentes populares para asesinarlos con su herramienta
narcoparamilitar, comprometimiento de dineros mediante las ”vigencias futuras”
hasta el 2020, corrupción de sus hijos, etc, etc), nunca va a querer soltar la ”teta”
de seguir amamántandose del Estado. Jamás.
Mas es preocupante que el gobierno de JM Santos tiemble y se
“haga” en los calzones ante cualquier “denuncia” del Mafioso narco-paramilitar
No 82. Más nos extraña que la ONU también se sume al coro de medrosos ante el
jefe de la Mafia en Colombia.
El pueblo no se arredra ante el mafioso y la oligarquía que
en su lucha de clases ”combina todas las formas de lucha” legales e ilegales,
desde el asesinato de líderes populares hasta ejercer violencia desde las
estructuras estatales (falta de empleo, desempleo, informalidad, salud, educación,
derechos humanos, etc).
Estamos dispuestos a la
lucha, sin miedo, sin temor. Hoy contamos con unas FARC-EP que está demostrando
que nada ni nadie les torcerá el destino que ha decidido su guerrillerada a atreverse
a enfrentar la incertidumbre de la Paz y convertirse en partido político, aún a
riesgo de ser asesinados por el Terrorismo de Estado.
Seguiremos utilizando “todas
las formas de lucha” legales a fin de construir juntos, pueblo y FARC, una
Nueva Colombia en Paz con Justicia Social.
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