La politiquería de los partidos del establecimiento los ha llevado a tratar de sacarle provecho económico y de poder político al proceso de Paz. Están como perros contra gatos acusándose mutuamente de lo que todos ellos hacen diariamente: sacar provecho de todas las situaciones.
Hemos visto a Roy cantarle la tabla porque el jefe de Cambio Radical, un delfín, Germán Vargas Lleras, de la Casa Lleras, porque éste no se pronunciaba como vicepresidente en favor de la Paz. Igual cosa ha sucedido con Gaviria.
El trasfondo de esa pelotera son las aspiraciones presidenciales en 2018 y como la mezquindad de los politiqueros es ganar a como dé lugar y lo menos importante es la Paz que ansían más del 80 por ciento de los colombianos.
Es tal la ruindad de los politiqueros que tratan de esconder sus " cagadas" con un disfraz de altruismo.
El presidente tampoco está libre de pecado.
La Paz ha escindido en dos partes la oligarquía. Unos realistas, pragmáticos, y otros aferrados al pasado, aferrados como a un clavo ardiendo a unos tiempos ya superados por la historia.
Publicar un comentario