[Cambio Total].
Apenas se ha
llegado a un primer acuerdo y ya los empleados de la falsimedia –al decir de
muchos periodistas alternativos- están hablando del « fin del conflicto ».
Mas ese fin no se vislumbra por la terquedad estatal de continuar con la guerra
a pesar de que las FARC-EP han cambiado su postura. En anteriores
procesos de paz era la guerrilla la que planteaba « dialogar en medio del
conflicto » y el gobierno era el que proponía un « cese de fuegos
bilateral ». Hoy ha habido una inversión de propuestas, con avances de unos y retrocesos de los otros.
Las FARC-EP han
llegado al convencimiento –no por presiones militares porque ellos han
triunfado sobre el « más grande esfuerzo financiero y logistico realizado
por los gobiernos colombiano y USAmericano, el Plan Colombia »- de la
necesidad de parar el canto luctuoso de los fusiles para aclimatar la Paz y
hacer desarrollar el ambiente de reconciliación entre los colombianos.
El gobierno, engreído en unos cuántos golpes
propinados a la insurgencia, quiere que la guerra continúe a ver si vuelve y se
les « aparece la virgen », y es incapaz de ver más allá de sus
narices y no sabe el daño que realiza en la moral de sus propias tropas cuando
ven caer todos los días soldados y policías en una guerra que supuestamente se
está « negociando ». Al final, sus propias tropas se hacen la
pregunta, para qué entregar la vida si estamos ad portas de firmar la Paz ?
Las campanas al viento
que tañen los medios burgueses y sus periodisticas le hace un inmenso daño a la
sociedad colombiana en su conjunto. Así no se aclimata ningún « proceso »
ni ninguna Paz. Al ruido ensordecedor de los « clarines de la guerra »,
suman al mismo tiempo una alharaca en sus medios de un supuesto « fin del
conflicto » y hasta se atreven hablar del « postconflicto ».
Nada más perjudicial que hacerle creer a los que les creen en supuestos « pajaritos
preñados », es decir, la realidad « virtual » que ellos crean
que es explotada, destruída, por la verdadera realidad que vive el pueblo.
La construcción de
la Paz hace necesario espiritus conscientes, alegres, creativos, que vayan
mostrando al pueblo la concreción de los
Acuerdos y su implementación en la práctica será tarea de nuestro pueblo
amante de la paz que sufre una guerra por la imposición estatal y sus respectivos
gobiernos, quien refrendará esos acuerdos a través de una Asamblea Constituyente. Cuando comencemos la implementación de los Acuerdos podremos decir que hemos subido un
escalón, un nivel, del espiral de la Paz, y con su implementación y
verificación popular podríamos comenzar a hablar de un « final del
conflicto », no antes.
En el momento
actual es imprescindible entonces hablar de lo que tenemos que hablar, « análisis
concreto de la realidad concreta », es decir, la imperiosa necesidad de
alcanzar un « Cese de Fuegos
bilateral » para que el « ruido » de la confrontación en
Colombia cese y se puedan escuchar las propuestas y se haga la discusión, lo
cual se ha venido haciendo con la dificultad de los ruidos externos a la Mesa
de Conversaciones que quieran o no los delegados de las partes se hacen sentir
en el espíritu de todos. Es necesario también acotar en la necesidad de que los
delegados gubernamentales lleven a su gobierno –los gobiernos oligárquicos no representan
a « todos » los colombianos- la propuesta de dotar al estado de una « política de Paz » que esté
por encima de los avatares y las vanidades de cada presidente, vanidades
patentizadas en frases como « quiero pasar a la historia como el
presidente de la Paz ».
Queremos
enfatizar con el anterior análisis que « de buenas intenciones está
empedrado el camino del infierno », como gustaba decir nuestro inolvidable
Héctor Abad Gómez, lo que significa que el pueblo y las FARC-EP deben caminar
saltando sobre las malediciencias y hechos opuestos e impuestos por la
oligarquía y sus medios mediáticos que sólo conocen la « política de
guerra » como forma de resolver conflictos. Desafortunadamente la guerra
sigue indolente su curso, culpa una vez más de la oligarquía sanguinaria que
gobierna Colombia hace más de 200 años.
alp
Publicar un comentario