Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo.
La implementación del Acuerdo de Paz entre las FARC-EP y el
gobierno de JM Santos –en representación de todo el estado- continúa. No sin
dificultades. No sin ”palos en la rueda”.
Las dificultades son ”normales”.
Incumplimientos, modorras, retrasos, etc. Algunos funcionarios insisten en
obstaculizar la implementación. También hay un grupillo que parece que no sabe
sintonizarse con los nuevos aires que se respiran en Colombia. Tampoco eso es
extraordinario. Siempre hay y habrá trogloditas que estén en contra de todo. De
lo bueno y de lo malo. De lo hecho y lo no hecho.
Mas una cosa es una cosa
y otra cosa es otra cosa. El grupillo de los Oficiales en retiro –”en
uso de buen retiro”- sigue empecinado en enviar cartas al presidente Santos “sentando
su posición”. Eso está bien, también.
Que se manifiesten. Es preferible un enemigo frentero a uno agazapado.
Que los oficiales en “uso
de buen retiro” sigan enviándole cartas al presidente Santos. Esas cartas no
hacen daño. Por el contrario, hacen bien ya que muestran a los colombianos de “buena
fe” que el camino que señalan los oficiales en uso de buen retiro no es el
correcto. En ningún sentido.
En momentos en que el
país está construyendo la Paz, los oficiales “en uso de buen retiro” continúan
con sus posiciones guerreristas. Consideran una “afrenta” que el presidente de
la República, JM Santos, haya llevado a los miembros de las FARC-EP a la
escuela de aviación de Cali. Mas no analizan la situación en que el evento se presentó.
No entienden que fue una situación fortuita, un imponderable, que llaman.
El mal tiempo impidió
llegar a La Elvira (Cauca), a donde se dirigían, y con la presencia de
delegados internacionales también, hubo que realizar el acto desde la Escuela de
Aviación. Un acto histórico.
Qué bien que se hizo allí. Un gesto más de Paz del señor
presidente de la República, comandnate supremo de las fuerzas militares
colombianas. Comandante actual. No ”en
uso de buen retiro”. Un gesto más que nos demuestra que la Paz está asentada
sobre bases cada vez más sólidas.
Las cabezitas obtusas,
estrechas, no entienden –no quieren entender- que la guerra con las FARC-EP se
terminó. Mejor dicho, que el evento mencionado culminaba la última parte de la dejación
de armas por parte de las FARC-EP, la guerrilla más Antigua y experimentada del
mundo, la cual entre otras cosas no fue vencida por las fuerzas militares
estatales con todo su poderío (será eso lo que le produce “roncha” a los
oficiales?) y por eso se tuvo que adelantar el proceso de paz.
Ahora bien, si alguien ha sido respetuoso del honor de los
militares estatales han sido precisamente las FARC-EP. Tuve conocimiento,
contado por miembros de esa guerrilla, que el comandante de las FARC-EP, Manuel
Marulanda, insistía en darles el trato merecido a un enemigo. Ni siquiera
permitía que les dijeran la ”bota militar”, ”pata e´cuero”, o ”tombos”, y,
mucho menos, que les dieran tratos deshonrosos de su condición militar. Al
enemigo se respeta como enemigo era la orientación al interior de las FARC.
Quizá valdría la pena que los oficiales ”en uso de buen
retiro” –afortunadamente ya no son oficiales en servicio activo- releyeran la
actitud de respeto que el Libertador Simón Bolívar prodigó a su encarnizado
enemigo Pablo Morillo cuando se sentaron a discutir sobre la guerra que adelantaban
ambos en representación de los pueblos de latinoamérica y de la corona española.
También es importante resaltar que entre las FARC-EP y el
personal militar encargado de su seguridad en las Zonas Veredales (ZVTN) se han
ido estableciendo lazos que nos hacen pensar que la reconciliación no es
imposible en nuestro país. Hay muchos ejemplos de ello. Definitivamente en
estos momentos tenemos que ”exorcisar” los propagandistas del ”Apocalipsis”. No
podemos permitir que, bajo una supuesta historia, nos condenen a 100 años más
de guerra. No dejemos que la
desesperanza se disemine como una infección en el cuerpo de la Paz.
El pueblo colombiano es amante de la Paz. Lo ha demostrado
cientos, miles, de veces. Las manifestaciones del Silencio y demás expresiones
son muestra de ese amor por la paz. También de su disposición de luchar por la
paz, incluso al costo de la vida misma.
Definitivamente tenemos que
Humanizarnos en vez de barbarizarnos, Universalizarnos en vez de humanizarnos.
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