Extraño mundo de Subuso, perdón de Colombia o Locombia como a veces se le llama. Estamos en un proceso de Paz firmado entre las FARC-EP y el gobierno de JM Santos -representando todo el estado- y ha habido dificultades puestas precisamente por el gobierno y las otras ramas del poder -legislativo, judicial, militar-.
A las ya conocidas de no construcción de los campamentos en donde deben pernoctar los guerrilleros en transición de dejación de armas, alimentacióni podridas, no cumplimientos de la ley de Amnistía, etc, etc, se suma ahora -cuando se creía que el gobierno le había dado un timonazo a la Implementación- la increíble historia que no habrá tierra para los ex guerrilleros campesinos que necesitan esa tierra para adelantar sus proyectos productivos, a fin de garantizarles su reincorporación a la vida civil, legal.
Preocupante situación ya que pareciera que el Gobierno Santos repetirá los mismos "errores" -que hace sospechar es una política gubernamental-estatal- de anteriores procesos de paz. Recordemos no más que en esos anteriores "procesos de paz" -o de desarme y desmovilización?- se solucionaron problemas para algunos "líderes", en tanto la guerrillerada quedó en la estocada, es decir, en la calle, con una mano adelante y otra atrás, o sea, después de luchar años por la justicia social quedaron sin justicia fueron tirados al asfalto.
Errores que la posición del Secretariado de las FARC-EP ha mostrado desde el principio es que quieren asegurar el futuro de los guerrilleros, en su conjunto. Por ello las propuestas de proyectos productivos, especialmente campesinos ya que la mayoría de sus unidades provienen del campesinado. Esta posición de las FARC va en dirección de evitar que obligados por la circunstancia de quedar abandonados sin ningún proyecto que les garantice su propia manutención entren en un proceso de migración hacia otras organizaciones armadas, o incluso en el degeneramiento ya que sabemos que lo único que en este momento ofrece "ofrece" trabajo son las bandas de narco-paramilitares, ayudados por elementos corrompidos de la Fuerza Pública que andan en la tarea de reclutar guerrilleros de las FARC para esas organizaciones delincuenciales.
Es claro que los guerrilleros de las FARC-EP se consideran -con razón- transformadores sociales y se sienten orgullosos de ello. Quiéranlo o no desde el Estado los farianos son un ejemplo para la juventud campesina que entendería el mensaje de ver unos ex guerrilleros adelantando sus labores productivas de manera mancomunada. No garantizarles esos proyectos productivos sería mandar desde el estado un mensaje en sentido negativo y se puede entender como la "venganza" del estado por no haber podido vencer a la guerrilla de las FARC-EP, ni desde el punto de vista militar ni desde el punto de vista político.
No quisiéramos pensar que ésta posición del gobierno obedece a una retaliación ya que sería desastroso para alcanzar lo que añora todo el pueblo colombiano. Una Nueva Colombia en Paz con Justicia Social !
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