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Según el docente, haber olvidado a los niños que estaban naciendo cuando comenzaba a construirse la paz en el país centroamericano fue un error histórico que la sociedad colombiana debe considerar para no repetir esa experiencia.
Al respecto, en el libro Políticas de infancia y adolescencia ¿Camino a la equidad? se plantean los siguientes interrogantes: ¿las actuales políticas de infancia y adolescencia responden a las necesidades de esta población?, ¿hasta qué punto están diseñadas para construir una sociedad más equitativa?, ¿realmente es lo que la infancia y la juventud necesitan en el corto y mediano plazo?
En ese sentido, Alba Lucy Guerrero, directora del Grupo de Infancias, Cultura y Educación de la Universidad Javeriana, señala que aunque en el país existen altos índices de inequidad, las políticas no están diseñadas para disminuirlos. “Justamente esa es una de las preguntas que plantea el libro, y aunque esa no sea su intención, muchas de estas políticas para la infancia y la adolescencia contribuyen a perpetuar tal situación”.
A juicio de la experta, la implementación de las políticas dependerá en buena medida del reconocimiento de los contextos históricos y sociales en el que se desarrollen, junto con el reconocimiento de la diversidad de poblaciones.
No obstante los importantes recursos que el Estado destina cada año a una serie de acciones encaminadas a atender niños entre los 0 y 6 años, escolares y adolescentes, el grupo de expertos reunidos para esta publicación hace una serie de reflexiones en torno a la exclusión y la desigualdad social de los menores de 18 años, abordando temas como el trabajo infantil, la situación alimentaria y nutricional, la inclusión social de niños y adolescentes con discapacidad y la situación de las poblaciones indígenas y afrodescendientes.
El profesor Durán considera que los niños que nacen en hogares con buenas condiciones económicas y en un entorno familiar que ha planificado su nacimiento, crecerán de manera diferente a aquellos que fueron concebidos en situaciones difíciles, quienes muy probablemente comenzarán a tener problemas en su crecimiento y desarrollo desde el comienzo de sus vidas, como lo evidencian las muertes por desnutrición en ese grupo poblacional durante los últimos años. Sin embargo, países como Chile lograron solucionar estos problemas hace más de dos décadas.
“Desde la década de los ochenta Chile se propuso acabar con la desnutrición, y pese a tener un producto interno bruto mucho menor al que tiene hoy Colombia, se tomaron decisiones políticas que permitieron alcanzar su objetivo en pocos años”, destaca el docente, quien agrega que mientras tanto en Colombia se toman decisiones que solo ofrecen soluciones parciales.
Ejemplo de ello es que aunque los niños requieren una nutrición adecuada todos los días, las actuales políticas gubernamentales se limitan a ofrecer algunos suplementos y realizar intervenciones para los días de colegio, estrategia que atenúan pero no corrige las actuales falencias e inequidades existentes.
Entre las principales causas de la baja cobertura y limitada calidad de algunos programas dirigidos a niños y adolescentes están los problemas asociados tanto con el comportamiento histórico de nuestra dirigencia, como con los diversos intereses a los que responde la mayor parte de los gobernantes regionales y nacionales.
Según el académico, “las inequidades con las comunidades indígenas, y algo menos con los afrodescendientes, se presentan en todas partes, encabezando la lista La Guajira, Chocó, Amazonas, Vaupés y Vichada, donde se presentan preocupantes datos de mortalidad por desnutrición, junto con una reiterada dificultad para acceder a educación de calidad y a una buena atención en salud”.
Con frecuencia los programas y acciones dirigidos a comunidades indígenas no tienen en cuenta las tradiciones y formas de organización de estas poblaciones, por lo que terminan teniendo un impacto limitado.
Organizado en ocho capítulos que abordan diferentes temas relacionados con las políticas de infancia y su impacto sobre las inequidades existentes, el libro hace un llamado al Estado y a la sociedad para que cumplan con la obligación de proteger a las nuevas generaciones.
La presentación de esta publicación se llevó a cabo en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, Filbo 2017.
(Por: fin/JCMG/dmh/LOF)N.° 704
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