Oxfam y Planeta Paz piden que las propuestas construidas entre 250 organizaciones ciudadanas sean tenidas en cuenta en la negociación con el ELN
Una de las grandes críticas a los diálogos de paz ha sido el tema de la participación popular, pues las organizaciones sociales no se han visto representadas. Por eso, y teniendo en mente los diálogos de paz con el ELN, OXFAM y Planeta Paz están lanzando la Agenda Nacional para la Paz. Este proyecto recoge las voces de aquellos que tienen la responsabilidad de vivir, verificar e implementar en realidad los acuerdos de paz. Esta agenda es distinta a la del gobierno y la guerrilla, y el gran reclamo que se escucha desde los diferentes grupos es que no están de acuerdo con lo que ellos llaman una paz corporativa –entre cúpulas- pues se soluciona el tema de armas, pero no se discute sobre el modelo de desarrollo.
“Detrás de la guerra se instaló un modelo de desarrollo que cambió hasta la forma de comer, y ahora que la guerra se va, ese modelo quedó instaurado sin que podamos hacer algo al respecto” dice Edgar Robles, líder social de Bogotá. Y para muchos es como mínimo sospechoso que las nuevas licitaciones para proyecto minero-energéticos están en territorios hasta ahora controlados por las FARC, pero de donde se están retirando para iniciar la concentración en zonas transitorios en la ruta de la dejación de armas.
Consulte acá la agenda completa (PDF 12 MB)
La Agenda Nacional para la paz fue elaborado por 250 organizaciones ciudadanas en un trabajo de tres años, y está construida teniendo en cuenta la historia y la realidad de cada comunidad. Las organizaciones de base que recogen desde el territorio, las voces campesinas y ciudadanas de veredas y pueblos han decidido apoderarse del proceso de paz y por eso están decididos a dinamizar cambios de fondo desde los territorios. Los negociadores de paz con las Farc desconocieron el sentir de la gente y no escucharon las propuetas que llegaron desde la Colombia profunda. Uno de los retos principales por ejemplo, que tiene la Agenda en el centro del país es, como dice Jennifer Chavarro, “defender el Río Magdalena, porque ya vimos lo que hizo El Quimbo con el río más importante del país, y hoy quieren hacer 17 represas más en el Alto Magdalena”.
Las organizaciones Planeta Paz y Oxfam y distintos sectores sociales han unido esfuerzos para exigirle al gobierno que los tenga en cuenta en la implementación de los acuerdos con las FARC y en la negociación con el ELN. Van a insistir en buscar ser oídos en las negociaciones que se iniciaron en Quito, asi el pronunciamiento del jefe de la negociación Juan Camilo Restrepo haya resultado desilusionador, al responder que los movimientos sociales serian escuchados pero no vinculantes a la agenda. Posición que contradice la insistencia del ELN en un diálogo amplio que involucra a la base de la sociedad, especialmente la rural. Los movimientos seguirán en el trabajo de hacerse escuchar, pues han vivido en medio del conflicto y ahora quieren asegurarse que la paz incluya a Colombia toda.
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