Allende La Paz, Revista
Cambio Total.
Colombia tiene le récord de violaciones de Derechos Humanos. Primero
en desplazados internos, primero en masacres, primero en desaparecidos forzados,
primero en ejecutados extrajudiciales o ”falsos positivos”.
En el marco del Acuerdo Final para una paz estable y duradera
los medios burgueses siguen empecinados en presentar como si las FARC-EP fueran
las únicas violadoras de los derechos humanos, tratando de omitir que es el
Estado responsable de al menos el 85% de las violaciones, violaciones cometidas
al amparo del Terrorismo de Estado de la DSN, la Doctrina rectora del accionar
de las fuerzas militares-narcoparamilitares.
Será que por ser funcionario del estado se tiene patente
para matar a otro ser humano? No debe
el estado garantizar la vida, bienes y honra de los ciudadanos?
Entonces por qué esos
medios burgueses no realizan un serio acto de contricción –que nos lleve a la
reconciliación-, acto que nos llevara a sanar nuestras heridas?
Las FARC-EP han demostrado la sinceridad de su palabra para
con las víctimas. Han realizado actos públicos de reconciliación con las
víctimas de sus errores cometidos en la guerra, no porque hubiera una orientación
institucional guerrillera hacia afectar a la población civil, sino como ”efectos
colaterales” producido por esos errores.
Pregunto: En dónde están
los actos del Estado para reconciliarnos entre los colombianos? Por qué los medios
burgueses no le exigen a su estado por las violaciones de derechos humanos –esas
sí como políticas institucionales-?
Eso sería reconocer lo
que la élite o bloque de poder dominante quiere –y ha pretendido- todo el
tiempo ocultar y sus medios mediáticos realizan la propaganda para lograrlo.
En Colombia ha habido
una guerra interna por más de 60 años por decisión –de Guillermo León Valencia,
conservador- y determinación –de todos los subsiguientes presidentes hasta hoy-
de continuar la Guerra e hicieron oídos sordos a llamados de Paz de la Insurgencia
Armada. Cada 4 años los presidentes en su acto de posesión reiteraban la declaratoria
de guerra a la Insurgencia Armada y, por ende, al conjunto del pueblo
colombiano.
Sería interesante
presenciar una Audiencia del Tribunal Especial de Paz en la que los
ex-presidentes y el actual president reconozcan la verdad de sus políticas
contra el pueblo colombiano. Ello sería supremamente saludable para la salud
mental de los colombianos.
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