Allende La Paz, Cambio Total.
Siguen los propagandistas mercenarios de los medios de
comunicación burgueses queriéndonos ”meter los dedos en la boca”, como a ”bobo
útil”, para que haga carrera su pensamiento retrógrado.
La última perla lo trae la Revista Semana en el artículo
titulado ”Los polos de la izquierda” en el cual de entrada nos quiere implantar
el ”chip” de que ”en comparación con la
mayoría de América Latina, Colombia ha sido un terreno menos fértil para la
izquierda. Ni siquiera en los últimos 20 años, el auge de las fuerzas
progresistas se replicó en el país. La exclusión formal
heredada del Frente Nacional ha sido mencionada como una de las causas, pero
por la otra –sobre todo defendida por la derecha- asegura que la prolongada
presencia de grupos guerrilleros les ha quitado espacios posibles a partidos
legales de izquierda. Muchas de las apuestas se han visto limitadas por la
estigmatización de que formaban parte de una estrategia de combinación de
formas de lucha”.
Tenemos que rechazar enfáticamente esta manera de presentar
la revista Semana su visión, su punto de vista, ya que lo hace de manera
sesgada, como lo hacen en todos los análisis sobre la realidad de la izquierda. Claro, es dictada por su posición de clase pues sus dueños pertenecen a ese bloque de poder empotrado en el estado. Desmentimos que Colombia ha ”sido un
terreno menos fértil para la izquierda”. Por el contrario, el hecho politico de
la existencia de una insurgencia armada durante más de 60 años es prueba
fehaciente, evidenciada por los diferentes grupos armados insurgentes –FARC-EP,
ELN, EPL, M-19, Quintín Lame, etc-, y por el crecimiento y desarrollo de las
FARC aún en tiempos en que los otros grupos se rendían ante el enemigo de
clase.
Además de la exclusión
política producida desde antes del Frente Nacional, tenemos que señalar que el
Terrorismo de Estado de la DSN practicado por el reducido bloque oligáquico
dominante, en compañía de sectores atrasados políticamente (ganaderos,
terratenientes, empresarios del campo) o corrompidos en su propia esencia
(narcotraficantes, narcoparamilitares), les rindió sus frutos.
El Terrorismo estatal produjo una asimetría en el desarrollo
de las fuerzas populares. Mientras la guerrilla en el campo seguía su paso
triunfante, con su crecimiento y desarrollo, evidenciado no solo en la
contención del “más grande esfuerzo contra-insurgente realizado por los
gobiernos de Estados Unidos y Colombia en latinoamérica” –el Plan Colombia-,
sino en su superación en el terreno político-militar al punto de haber obligado
a las fuerzas de la otra parte –el gobierno en representación del Estado- a
sentarse en la Mesa de Diálogos de la Habana, las fuerzas populares en los
centros urbanos –partidos como la U.P., el Partido Comunista Colombiano (PCC),
los sindicalistas, los defensores de derechos humanos, defensores de
restitución de tierras, mujeres, etc- fueron víctimas del más atroz exterminio
por parte de las estatales fuerzas militares-narcoparamilitares.
1 millón de víctimas realizadas mediante las prácticas criminales
de las ejecuciones o ”falsos positivos” (3.500 víctimas durante el gobierno del
narco-paramilitar ex-presidente Álvaro Uribe Vélez), desapariciones forzadas o
no (100.000 víctimas, responsabilidad estatal del 97,7%), masacres (cerca de
4.000 masacres con más de 10.000 víctimas), 7 millones de desplazados forzados
y robo de más de 7,5 millones de hectáreas que han ido a parar a las manos de
empresarios del campo, terratenientes, ganaderos, narco-paramilitares, cuya
responsabilidad es del 100% del estado.
Hay que señalar que otro gallo habría cantado si Colombia
fuera un país en donde se respeta la vida y las ideas del contrario. Nuestro
pueblo es un pueblo proclive a la consigna de Paz con Justicia Social y las víctimas
son prueba de que sin Terrorismo de Estado el acumulado histórico del pueblo en
lucha por sus más sentidas reivindicaciones.
Ahora se empieza a escribir una nueva historia. Siempre y
cuando el bloque de poder dominante así lo quiera. Son ellos los que definen que formas de lucha
utilizará el movimiento popular. Si ese bloque de poder dominante
persiste en su Terrorismo de Estado y la combinación de todas las formas de
lucha el pueblo desarrollará iguales formas de lucha.
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