Allende La Paz, Cambio Total.
La inclusión del general Mendieta entre las víctimas –capturado
en acción de combate por las FARC-EP- nos pone en la discusión de si las partes
del conflicto interno son víctimas o victimarios.
Un victimario es aquella persona, que desde su uniforme o su
institución, desarrolla constantemente acciones contra la población civil
haciéndola víctima de ese accionar criminal y llena de dolor cientos o miles de
familias, dejando desperdigados ”huérfanos” de padres, tíos, sobrinos, etc.
Evidentemente que es mucho más criminal si ese victimario desarrolla sus
acciones en aplicación de una Doctrina –extranjera a nuestra natividad- como la
Doctrina de Seguridad Nacional (DSN) que contempla como ”enemigo interno” y les
da el tratamiento represor produciendo más de 966.000 víctimas mortales y 5,7
millones de desplazados internos. Esa es la responsabilidad que trata de
soslayar De la Calle diciéndoles a las FARC que ”reconozcan su responsabilidad”
que significa ni más ni menos que ellos, los de la parte estatal, ”no ven la
viga en propio ojo”.
Doble victimarios resultan los jefes de esas instituciones –como
la militar- ya que ellos victimizan directamente a la población civil y la
victimizan masivamente –también- por la aplicación de las doctrinas que mueven
su accionar. Alguien duda que los casos de Farouk Yanini Díaz y cientos de
generales que han adelantado las políticas criminales trazadas desde los
círculos de poder de las instituciones militares, en contubernio impúdico con
las bandas de narco-paramilitares, brazo ilegal armado de los militares para
asesinar y martirizar la población civil?
Alguien duda que el general Mendieta
es un victimario consciente y jurado –cuántos muertos llevan en sus espaldas
los generales en Colombia?-, que se solazaba (todavía lo hace porque en La
Habana vertió todo su veneno antipopular) con el sufrimiento de los civiles en
la región en que fue capturado en combate por las FARC-EP.
Que estuvo prisionero por las FARC-EP? Sí. Y cuando en una
guerra no hay prisioneros de parte y parte? Cuándo se ha establecido que una de
las partes del conflicto interno –las FARC- no puede capturar militares y
policías que han sido vencidos en combate? Quién estableció que sólo una parte –el
estado- puede hacer prisioneros? Como dicen los propios burgueses, ”ese no
estaba recogiendo café” precisamente. Ese estaba desarrollando en donde fue
capturado todo lo que dictaba la DSN y aplicaba el calificativo de ”enemigo
interno” a cuanto campesino, indígena, estudiantes, caía en sus garras.
Diferencia fundamental que los guerrilleros se transforman
en guerrilleros como única forma de defender sus vida ante la agresión del
Estado en su conjunto. Agresión militar, física, y agresión no militar, pero
igualmente físicia y psicológica, al negarle a esos campesinos, obreros,
estudiantes, mujeres, la posibilidad de su desarrollo como seres humanos
integrales, posibilidad que sólo satisface el Estado a sus´clase burguesa,
oligárquica, terrateniente-ganadera.
Más calidad de víctima tienen los guerrilleros que se pudren
en las mazmorras del régimen (9.500 presos políticos). Capturados la gran
mayoría no en acción militar, sino en redadas o por el simple señalamiento de
ser ”guerrillero” o ”miliciano” o ”colaborador”, soportan el hacinamiento en
las cárceles y los malos tratos consuetudinarios por parte de los carceleros,
la guardia del Inpec, comandadas por un policía (!). Casos se han documentado
de guerrilleros a quienes se niega la asistencia médica y algunos han muerto
por ésta negligencia estatal, conviertiendo su encarcelamiento en una ejecución
extrajudicial, otra ejecución más de las que practica el régimen desde hace más
de 50 años.
Desde luego que a los narco-para-políticos uribistas y los ”ladrones
de cuello blanco” si les garantizan un rápido acceso a la atención médica ya que
el ”poder del dinero” abre todas las cárceles, así sea dinero corrompido como
todo dinero. Los derechos humanos en Colombia se practican por parte de los
funcionarios del régimen por la cantidad de ”billetes verdes” que llegan a sus
bolsillos.
La enorme cantidad de presos políticos nos lleva a reflexionar
por qué hay tantos presos políticos en Colombia. No será que algo está fallando
en el sistema judicial colombiano? No será que la falla está en el sistema
militar-policivo estatal que necesita reprimir a tal cantidad de colombianos?
No será que la injusticia social es el caldo de cultivo de la lucha del pueblo
contra las políticas adelantadas desde la ”Casa de Nari”? ”Se las dejo ahí”,
como decía un cantante colombiano.
De tal caso, el general Mendieta debería tener un mínimo de
decoro y honor militar y reconocer que su captura se debió por su propio
accionar, que fue vencido en franca lid, que el ”enemigo interno” –ese sí- lo
venció y lo redujo a la condición de prisionero y que tuvo que pagar –primer general
que paga cárcel por sus tropelías- en poder del ejército del pueblo, las FARC.
Quizás esos diez años que pagó el general Mendieta hayan
sido suficientes para pagar por sus crímenes. Mas él sigue odiando igualmente a las FARC-EP y todo lo que huela a pueblo. Sus declaraciones así lo afirman. Él fue ”víctima de su propias
acciones”. ”No es tiempo de llorar”. O lloriquear, Mendieta… Son tiempos de grandeza de espíritu y reconciliación!
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