Cambio Total.
Desde los años 70 Colombia ha recibido la inundación de ”billetes
verdes” provenientes del narcotráfico. Es de recordación que durante la ”bonanza
marimbera” los dólares llegaban en tulas del ejército estadounidense y ante la
imposibilidad de contar tal cantidad de billetes, los pesaban. Mil dólares
pesan tanto, un millón tanto… y así.
Posteriormente con la ”bonanza cocainera” –a la cual en
buena parte contribuyó el narco-para-militar ex-presidente Uribhitler-, ya no
llegaban las lanchitas con las ”tulas”, sino que llegaban aviones –con permiso
de la Aerocivil de Uribhitler- repletos de millones y millones de dólares.
Igualmente en la medida de la llegada de los dólares, crecía
como espuma el poder de las mafias de narcotraficantes. Las estructuras del
contrabando en la Guajira recibieron la re-ingeniería para acometer la ”bonanza
marimbera” y sus capos se rodearon de esas estructuras conviertiéndolas en
estructuras armadas, aun todavía con ”revólveres, pistolas y una que otra UZI o
Ingram”. Los mafiosos de Antioquia, el Viejo Caldas y Cali sus
estructuras son nutridas de la delincuencia común y las dotan de fusiles de repetición.
De la misma manera, si los políticos tradicionales –corrompidos
que se alimentaban del robo del erario público-, se introducen en la ”amistad”
con los capos y empiezan ellos mismos a ser ”socios” capitalistas de los capos
narcotraficantes. Casos como los de Edgardo Vives Campo y Miguel Pinedo Vidal,
son apenas dos ejemplos, y se dice que hasta Alfonso López envío su parte de
cargamentos a USA.
Por su parte, los militares nunca habían estado por fuera
del negocio. Las ”amistades” de los mandos militares con los capos era algo
fácilmente comprobable, al punto que los militares y la policía servían a
diferentes ”patrones” en la guerra entre dos clanes mafiosos: los Cárdenas y
los Valdebánquez. Incluso el jefe mafioso Enrique Coronado se dió el lujo de
tener su casa enfrente de la II Brigada en Barranquilla. La inmensa corrupción
de los militares se hace ostensible con el poder de los Carteles de Medellín y
de Cali, a quienes aprovecharon para adelantar el proyecto contrainsurgente del
Terrorismo de Estado de la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN), contubernio
impúdico de tres elementos constituticos: militares-narcotraficantes-clase
política.
Desde luego que la justicia burguesa no podía desaprovechar
semejante filón. Los pequeños problemas de ”porte ilegal de armas”, amenazas,
etc, y los grandes problemas de detenciones de algunos capos –casi siempre
producto de la guerra inter-mafias-, son resueltas judicialmente –mas casi
siempre a los tiros- de cuerdo con el grueso del fajo de billetes que entraban
a los bolsillos de los jueces y magistrados.
El narcotráfico permeó a casi toda la sociedad. La cultura
traqueta –prototipo de la mafia paisa y caleña- se expandió y se convirtió en
el ”caldo de cultivo” de los deprimidos barrios pobres, algunos de cuyos
pobladores veían en la posibilidad de convertirse en ”capitos” la salvación
económica para sus familias.
Mas aberrante fue el caso de los grandes banqueros –financistas,
les llaman ahora- quienes con ayuda de sus gerentes adelantaban el blanqueo de
los dólares. Así fueron entrando desde los años 70 torrentes de dólares
ilegales, ensangrentados, que permitió tapar en parte el hueco fiscal del
estado. Los mafiosos compraban casas, fincas, empresas, ganados, certificados
de la SAC y Fedegan, y hasta el capo
Pablo Escobar Gaviria –primo hermano de José Obdulio Gaviria, ex asesor
presidencial de Uribhitler y hoy senador del CD (qué deshonor!)-, se decidió a
probar en ”política”.
La mafia llegó a tener más del 35% de los parlamentarios
colombianos y durante la presidencia del narco-paramilitar Uribhitler más de 60
parlamentarios fueron condenados por la narco-para-política uribista. Hoy día
la situación siendo similar, a más de tener un propio partido único, CD.
Cabe preguntarse, por qué el estado es incapaz de
identificar las propiedades de los narcotraficantes? Cuántas casas, mansiones,
haciendas, empresas, ganados, etc, son propiedad de la mafia? Cuantos millones
de dólares están depositados en el sistema financiero colombiano?
A cuenta de esto, preguntamos: Quién se ha beneficiado con
el narcotráfico? No son la economía colombiana, las políticas contrainsurgentes
de los militares estatales colombianos, la clase política en el poder? Cuántos
millones de pesos paga anualmente la mafia al estado colombiano por cuenta de
sus inmensas propiedades? Cuántos millones de dólares recibe la clase política
burguesa del narcotráfico?
Publicar un comentario