Cambio Total.
En algunos sectores de la opinión colombiana parece que no
tienen claro lo que es un Proceso de Paz y quiénes participan en él. En primer
lugar, porque están confundidos sobre con quienes se está haciendo la Paz. A
este tenor tenemos que señalar algunos puntos.
En primer lugar, las Conversaciones de Paz se están
adelantando entre le gobierno nacional –en representación del estado
oligárquico burgués imperial- y las FARC-EP –quien se representa a sí misma y
al pueblo colombiano-. Esto nos permite entender la postura de las FARC-EP de buscar
acordar las soluciones a las causas que originaron el Conflicto interno en sus
dimensiones económicas, políticas, sociales, culturales, etc. Ello es así, y es
el complique para el estado, pues un acuerdo para solucionar el problema de los
guerrilleros sería muy fácil, o sea, como se hizo anteriormente cuando a los
guerrilleros se les entregaban ”casa, carro y becas”.
En segundo lugar, porque el interlocutor de las FARC-EP es
el gobierno colombiano? Pues precisamente porque fue el gobierno colombiano el
que declaró la guerra, ateniéndose a concepciones económicas, políticas,
sociales, culturales, etc. Fue el estado –a través del gobierno- quien adelantó
la política anticomunista de exclusión y persecución de todo aquel que no
pensara como el establecimiento –concepciones políticas- y victimizó a todo
aquel que disintiera de las políticas económicas, políticas, sociales,
culturales, etc, adelantadas precisamente por el estado.
El gobierno representa al estado burgués y obedece las
orientaciones del imperio. Por ello decimos que representa también al imperio,
lo cual es más que evidente cuando al final la política de guerra –hasta ahora-
o de paz –si es que se logra- es dictada desde los centros de poder de
Washington.
En tercer lugar, si se llegare a un Acuerdo de solución
política al conflicto interno entre las partes, ese Acuerdo tendrá que ser
refrendado por el pueblo colombiano, o si se quiere por la sociedad colombiana.
Ello quiere decir que a pesar de que el Estado es el principal victimario (de
85% a 100% de responsabilidad estatal), las FARC-EP (15-0% de responsabilidad
guerrillera) invitó al gobierno colombiano a sentarse en la Mesa en la mira de
que la solución política es la más favorable para el pueblo y la más civilizada
y la menos sangrienta (recordemos que las víctimas mortales del conflicto
interno todas son hijos del pueblo).
Ahí es donde ha estado jugando su papel la propuesta de las
FARC-EP de ”meterle pueblo al proceso”, toda vez que se produce una
concientización de todas las masas populares de manera sincrónica y en tiempo
real con los Acuerdos que se vayan logrando en la Mesa de La Habana. El pueblo
no sería un convidado de piedra y este no miraría como a la distancia el
Acuerdo Final.
En ese orden de ideas, flaco servicio le causan al proceso
de Paz quienes pretenden echarle a las FARC-EP toda el agua sucia sobre las
víctimas porque precisamente sus propios investigadores estatales han
demostrado que según las cifras por ellos compiladas es el Estado el principal
y causal responsable de la victimización de los colombianos.
Evidentemente que la sociedad colombiana deberá entrar a
jugar su papel desde ya –hemos perdido dos años por culpa de la terquedad
gubernamental-, para al momento de la decisión de su aprobación o no de los Acuerdos
–Asamblea Constituyente- tenga todos los elementos de juicio para sacar
adelante los Acuerdos.
La confianza en nuestro pueblo nos hace mirar con optimismo
no solo la firma de los eventuales Acuerdos entre las FARC-EP y el gobierno,
sino también el llamamiento a conformar una Asamblea Contituyente que haga una
Nueva Constitución, verdadero tratado de Paz realizado por el pueblo
colombiano.
alp.
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