Allende La Paz.
Cuál es el remedio para un matrimonio mal habido? Cuál es la
excusa más socorrida de un gobierno en dificultades?
La guerra.
Algunos hombres van a la guerra para descargar de sus
hombros el peso de un matrimonio. Así se liberan de esa carga que no se soporta.
En la guerra mueren o se convierten en héroes y el matrimonio después de
2-5-10-etc años ya no existe, es cosa del pasado.
Igual cuando un gobierno o gobiernos están en dificultades o
cuando es un gobierno títere cuyas decisions se toman en otra parte menos en el
“palacio del Patriarca”.
Ejemplo de esto lo
tenemos en la serie de Netflix ”House of Cards”. Allí el presidente de
los Estados Unidos se inventa una Guerra a fin de ganar la presidencia y
ocultar sus crímenes. Cualquier
parecido con la realidad no es mera coincidencia. Underwood
podría ser UnderBush.
Eso en los centros de poder del imperialism. No pasa lo mismo en el caso colombiano. La Guerra que
ha sufrido el pueblo –el que ha puesto los muertos porque los ricos no van a la
Guerra- ha sido una guerra impuesta, recetada por los ideólogos del imperialismo.
Recomendada por un
general gringo en 1962 fue llevada a la práctica por el conservador Guillermo
León Valencia y la cúpula militar de ese momento, desencadenando los
sufrimientos que ha padecido el pueblo colombiano.
Los sucesivos gobiernos
hasta hoy continuaban aplicando la receta imperial. Cada cuatro años declaraban
otra vez la guerra al pueblo y su corpórea FARC, ELN, etc, o sea, las
guerrillas que nacieron como respuesta a la agresión.
El estado y sus
gobiernos fueron legalizando la guerra a través de los diferentes Planes
Militares diseñados en Washington –Plan LASO, Estado de Sitio, Guerra Integral,
Plan Colombia- y la legislación colombiana es una legislación de Guerra.
Objetivo? La aplicación
de los planes económicos que permitieron –y permiten- robarse nuestros recursos
naturales no renovabales, petróleo, oro, níquel, y los renovables, “hasta el banano”,
como dice un poeta colombiano. Esos planes fueron variotintos. “Bienvenidos al futuro”
nos decía con voz aflautada uno de esos presidente. El ALCA y los Tratados de
Libre Comercio son los últimos recetados.
Cada Plan Militar tenía su
base en un Plan Económico. Y la oligarquía los aplicaba –y justificaba-
gustosamente. Tenían –y tienen- para “el pueblo la metralla homicida y las
rodillas hincadas ante el oro” del imperio, oro que nos robaban.
La guerra se convirtió en la excusa perfecta para las
incapacidades de los gobiernos y del estado. La guerra justificaba todo. Hoy, cuando las FARC han alcanzado
un Acuerdo con el gobierno en representación de todo el estado, salen a flote
los grandes problemas que tiene el estado. La corrupción es uno de ellos.
La corrupción es
inherente al Sistema. Sin corrupción no sobreviven ya que es la forma de
escamotearle al pueblo sus impuestos y que éstos no se gasten en planes de inversión
social pagando la enorme deuda social que tiene el estado y sus gobiernos con
el pueblo.
La corrupción se pasea
campante desde los palacios de gobierno hasta las más miserable oficina
estatal. Todo está permeado por ella. A
la que se suma la corrupción del narcotráfico. Incluso ha permeado a sectores
populares, evidenciado en el apoyo a los sectores como el CD de Uribe Vélez.
La guerra era también la
excusa para que el estado no hiciera presencia –mediante planes de inversion social-
y les negaran la satisfacción de las necesidades básicas de la población.
Empleo, vivienda, salud, educación, cultura, etc.
Hoy, ante el cese de la guerra, la excusa tendrá que ser
otra. O se inventan un nuevo enemigo –ya van en vías de hacerlo- o el enemigo
es la ”corrupción”. Corrupción que ha
llegado a las más altas esferas gubernamentales –hasta la Fiscalía- y será el “caballito
de batalla”.
El pueblo continuará su
lucha por alcanzar la Paz con justicia social. Su más caro anhelo. A la par
continuará su lucha por sus más sentidas reivindicaciones. La Paz engloba la
lucha del pueblo colombiano. Adelante!!!
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