Hernando Vanegas Toloza: Postales de Estocolmo.
La Paz es desde luego difícil de definir. Es conjuntamente con el amor dos de los sentimientos más fáciles de vivir que de plasmar con palabras. Por ello la Paz no es solamente que dejen de trepidar los fusiles y caigan cientos o miles de muertos del pueblo en una guerra fratricida.
Como yo prefiero vivir que definir me dedicaré a vislumbrar lo que será el futuro de mi gente sin guerra, construyendo la Paz.
Tomo como referencia lo que sienten los suecos en lo que debe ser su vida y en cómo la deben vivir y en cómo la viven realmente.
En primer lugar, viven la Paz con tranquilidad, sin aspavientos, sin ridiculeces, porque la Paz es un bien intangible que sólo cuando se pierde se vuelve tangible. Te acuerdas cuando podíamos vivir esto en Paz? sería la forma de recapacitar sobre cuánto vale lo que se pierde, como en el amor.
Un hombre o mujer en Paz debe ser una persona honesta, no estar pendiente de la trapisonda, la picardía o estar pensando a toda hora en cómo sacarle el cuerpo a la ley
Imagino que los jóvenes pueden salir sin temor a una fiesta o a un rato de berroche en el centro de la ciudad, o a un concierto, sin temor que de pronto explote una bomba o caer muerto en un cruce de disparos, o ser reclutado a la fuerza para que "paguen el Servico Militar Obligatorios" y solo vayan a la milicia los que quieran y les guste.
Vivir en Paz es saber entender lo que el otro expresa y vive sin que necesariamente esté de acuerdo conmigo. Respeto, respeto, respeto, es ante todo la forma de vivir de los suecos.
A los obcecados "enemigos de la Paz" les hago una propuesta: Por qué si quieren la guerra no hacen un acto de guerra. Renuncien a sus 300 escoltas! Y enfréntense a sus enemigos jurados con un arma en la mano.
Sólo así les creeríamos!
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