Cambio Total [Especiales].
Ayer analizábamos –muy por encimita- los efectos del Plan
Colombia sobre la Paz en Colombia en el artículo ”El Plan Colombia y elfinanciamiento de la Paz” . Casi como respuesta la revista Semana publicó horas después el artículo ”Lascuentas del postconflicto no dan”
Dice el mencionado artículo
como una de sus máximas que de sus fuentes es ”el exministro Juan Camilo
Restrepo Salazar, quien habla de una cifra preliminar –solo para el
posconflicto rural– que fluctuaría entre 80 y 100 billones de pesos para los
próximos diez años”.
Igualmente basa su análisis en
la fuente de ”El Bank of America en un análisis va mucho más allá y calcula el
costo del posconflicto en 187 billones
de pesos –es casi la mitad del PIB del país– para extenderlo en diez años”.
Y remata diciendo que ”en el
mejor de los escenarios, la cooperación internacional nunca llegaría a cubrir
el 5 por ciento de los gastos totales que requerirá el posconflicto. Recaudar
500 millones de dólares sería una hazaña, pero en términos de las necesidades
representaría solo una gota de agua en el océano. Como quien dice, el grueso
deberá correr por cuenta de los colombianos”. O lo que es lo mismo, la Paz como
la guerra será sufragada por todos los colombianos, entre tanto los que se han
beneficiado de la guerra y robado nuestros recursos –el imperio estadounidense,
las multinacionales gringas y europeas, la oligarquía y los gobernantes
cipayos- están tratando de ”pasar de agache”, sin siquiera despelucarse.
Estas cifras son un claro
mentís a los ”enemigos de la Paz”. La Paz es mucho más barata que la guerra que
ellos adoran como el ídolo de barro que promete de todo. Siempre lo hemos
aseverado y siempre nuestra posición caía en ”oídos sordos”. A menos que el ”cegato” narco-paramilitar
ex-presidente Uribhitler siga
demostrando que en la escuela no le enseñaron a sumar, 187 billones es menos
que 215 billones, última cifra que calculó una universidad colombiana que
costaría la guerra en la próxima década (cálculos que no estaban desacertados).
Además de las ”fuentes de financiamiento” señalas en nuestro artículo, tenemos que entrar a mirar el significado de
la propuesta de las FARC-EP en la Mesa de La Habana de la modernización de las
fuerzas militares. Ni siquiera la revista Semana menciona la posibilidad de recortar
el hipertrofiado gasto del Min Defensa que tiene que ”sostener” 500.000
unidades, una de las maquinarias de guerra más grande de América. Por qué no
encarar la reducción del gasto militar en Colombia, como una de las garantías
de una Paz duradera –y por el contrario, continúan los intnetos de blindar el ”Fuero
Militar”-, al convertir el hipertrofiado aparato militar en unas fuerzas
militares acorde con su misión, que se aboquen a su verdadera tarea, defender
la soberanía nacional.
Porque definitivamente una de las posibles fuentes de financiación
estaría en recortar el gasto militar.
”El aumento del gasto militar
no ha parado y el IEPRI de Estocolmo –Instituto Internacional de Estudios para
la Paz- informa que el gasto militar en Colombia aumentó a 24 billones de pesos
en 2013, un 13% más en relación a 2012 cuando se gastaron 21 billones de pesos,
hasta los 27,74 billones aprobados para el 2014”, decíamos en uno de nuestrosartículos pasados.
Éstas cifras que causan ”escalofríos” a los funcionarios y analistas de
la oligarquía son apenas la enorme deuda social que tiene el estado colombiano
con todos los colombianos y con las víctimas del conflicto armado. Si la
oligarquía no se hubiera arrodillado ante ”el oro americano” –como dijo JE
Gaitán-, hoy estaríamos transitando otros sendas.
Mas a los señores oligarcas y al imperio les pareció ”fácil” acabar la resistencia de 48
campesinos en Marquetalia en 1964. ”Siembra vientos y cosecharás tempestades”!
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