Allende La Paz, Cambio Total.
En la guerra interna –parte del conflicto interno colombiano-
las partes enfrentadas se han infligido uno que otro golpe significativo. Hay
unos más contundentes que otros que han tenido sus consecuencias, mayores o
menores. Mas hay unos que minan la ”capacidad combativa” de las unidades de una
u otra fuerza y otros que les producen tal ridículo que lleva a sus comandantes
a realizar actos grotescos desde el punto de vista político.
La parte estatal esgrime el asesinato de Alfonso Cano y el
Mono Jojoy como sus mayores logros contra las FARC-EP. No esto no es tan cierto.
El asesianto del comandante de las FARC-EP, Alfonso Cano, quien estaba
explorando seriamente con el gobierno una ”salida política” al conflicto
interno, marca indeleblemente a autor intelectual, ”determinador” le dicen
ahora, ya que muestra toda la faz asesina de una oligarquía que ha hecho del
asesinato de los contradictores políticos su forma de mantenerse en el poder.
En cambio, las FARC-EP –siguiendo las orientaciones dadas por su Comandnante
Alfonso Cano antes de su muerte- han resultado fortalecidas de esos embates.
Por su parte las FARC-EP –la parte popular en la guerra
interna que responde a la agresión oligárquico-imperial- han infringido golpes
realmente contundentes que han minado la capacidad combativa de las tropas de
la otra parte, las fuerzas militares-narcoparamilitares estatales, como quedó
demostrado durante el gobierno de Ernesto Samper Pizano 1994-1998, cuando las
FARC-EP realizó acciones militares de alta envergadura en más de 10 ocasiones y
arrinconó a las fuerzas militares de tal manera que el colapso de las fuerzas
estatales era inminente.
El siguiente gobierno –Andrés Pastrana 1998-2002- recurrió a
la estratagema de llamar a diálogos a las FARC como mecanismo que le diera un
respiro en tanto realizaba la más grande ”re-ingeniería de las fuerzas
militares-narcoparamilitares” y le fuera entregado el ”Plan Colombia” por parte
del gobierno de Bill Clinton. Una vez logrado ésto, Patrana dió la orden de ”patear
la Mesa de Diálogos”, lógicamente por orden de su amo imperial.
Como sabe el pueblo colombiano y la comunidad internacional,
las FARC no solo contuvo al Plan Colombia, sino que realizó su propia
re-ingenieria y volvió a la ”guerra de guerrillas móvil” cuyos resultados están
a la vista y suåperó al ”Plan Colombia” al punto que ya ni siquiera lo
mencionan en sus propios periódicos y medios de comunicación, es decir, el ”Plan
Colombia” recibió su entierro de tercera.
En ésta guerra fratricida decretada por la oligarquía nunca
se había producido un golpe por parte de las fuerzas insurgentes populares como
el producido con la captura en una región ”roja”, de alta confrontación entre las
tropas estatales representadas por la Fuerzas de Tarea Conjunta ”Titán” –una fuerza
guerrera de ocupación e invasión-, del general Rubén Darío Alzate, el ”Titán”
comandnate de esa fuerza. Esta acción ha dejado en el total ridículo a la
cúpula de las fuerzas militares en su conjunto, al ministerio de Defensa, al
minDefensa y al propio presidente Juan Manuel Santos.
Dicen, eso dicen, que el general dizque iba de ”civil” y por
eso no era un combatiente. Y qué estaba haciendo en una ”zona roja”? Paseando”
Ja! Estaba comprobando él personalmente la situación para después lanzar sus
criminales ataques contra las FARC y la población civil (”secarle el agua al
paz”). Dicen los medios burgueses que no iba armado. Cuándo un militar deja su ”pistola”
9 mm? Nunca! Si fuera cierto ésto, ”en la piel del general yo no quisiera estar”!
Los generales de las fuerzas militares estatales, el
ministro de Defensa –que todos los días vocifera contra el proceso de La
Habana-, el presidente Juan Manuel Santos quedaron en el más espantoso ridículo
al ser capturado el general Alzate. Mucho más el presidente JM Santos, quien en
días anteriores amenazaba de muerte a los guerrilleros de las FARC-EP, quien en
una no realista lectura de la realidad
politico-militar colombiana, se niega tercamente a no acordar con las
FARC-EP un ”Cese Bialteral de Fuegos”.
Aún no sabemos los efectos sobre la moral combativa de las tropas
militares oficiales producido por esta captura. Tampoco que el presidente haya
pateado la Mesa de La Habana, porque eso fue lo que hizo. La pateó irritado por
la captura de Alzate y –ahí sí- esgrimió que su general no estaba ”guerreando
como si estuvieran en guerra”. Acaso los espías capturados en territorio propio
son cobijados por algún derecho humano internacional? No señor!
Lo que si ya se vé es que las FARC han salido favorecida
militar y políticamente de ésta acción de guerra. Mucho más con la entrega que responde al pedido de Cuba y Noruega.
Publicar un comentario