Headlines News :
Home » , , , » Apuntes sobre Stalin y Fidel para contestar al Dr. Arístides Monge

Apuntes sobre Stalin y Fidel para contestar al Dr. Arístides Monge

Written By Unknown on jueves, febrero 13, 2014 | jueves, febrero 13, 2014

Humberto Vargas Carbonell, Partido Vanguardia Popular, Costa Rica.

Como parte de un comentario, al estilo Facebook, el Dr. Arístides Monge me hace una pregunta sobre dos temas: “¿Qué piensa de las purgas stalinistas y del paredón de Fidel?” Ahora se trata de la cola de una observación respetuosa y por eso voy a hacer algunos comentarios. Otros preguntan con un último grito, después de saciar su odio anticomunista. A éstos no los tengo en cuenta porque no vale la pena.

Sobre los temas planteados se han escrito cientos de estudios históricos y políticos, de los cuales he leído algunos.

El análisis de esta cuestión se complica pero no por falta de fuentes de información sino porque esas fuentes se han convertido en recursos mediáticos de determinadas orientaciones políticas, que abusan hasta el límite de lo ridículo para servir propósitos totalmente alejados de la responsabilidad científica. Esto es cierto para los movimiento de derecha y, desgraciadamente, también para la izquierda. A todos los que hemos participado en las luchas políticas se nos puede enrostrar la sentencia bíblica: “Que tire la primera piedra el que esté limpio de pecado”. Es así que conforme se perfeccionan y se popularizan más los medios, más se oscurece la verdad. Buen ejemplo son las campañas electorales.

Pero bien, volviendo a la pregunta afirmo que no soy partidario de ninguna purga, ni creo que nadie por placer quiera convertir la muerte y el odio en instrumento político. Es cierto que hay personas proclives a tales conductas, ejemplos pueden encontrarse en muchos países, incluyendo el nuestro.

Es cierto también que estos fenómenos no se pueden desvincular de las características individuales, pero ese no es el único factor. Debe tenerse en cuenta que la persona está sometida a un complejo de interacciones sociales de las cuales es imposible escaparse.

Los dirigentes políticos, como cualquier otro individuo, solamente pueden ser juzgados como caminante por los senderos de una situación histórica concreta.

Hablemos de Stalin, que es el personaje de su primera pregunta.

Es cierto que Stalin tuvo condiciones personales muy negativas. Estas fueron señaladas en primer lugar por Lenin. En una carta dirigida al Congreso del Partido Comunista, redactada en 1922, dice lo siguiente: “Stalin es demasiado brusco, y este defecto, plenamente tolerable en nuestro medio y en las relaciones entre nosotros, los comunistas, se hace intolerable en el cargo de Secretario General. Por eso propongo a los camaradas que piensen la forma de pasar a Stalin a otro puesto y nombrar para este cargo a otro hombre que se diferencie del camarada Stalin en todos los demás aspectos sólo por una ventaja, a saber: que sea más tolerante, más leal, más correcto y más atento con los camaradas, menos caprichoso, etc. Esta circunstancia puede parecer una fútil pequeñez. Pero yo creo que, desde el punto de vista de prevenir la escisión y desde el punto de vista de lo que he escrito antes acerca de las relaciones entre Stalin y Trotsky, no es una pequeñez, o se trata de una pequeñez que puede adquirir importancia decisiva”. Lenin escribió esta nota, al lado de otras que transcribiremos después y lo hizo cuando se encontraba gravemente enfermo, sin ninguna posibilidad de participar en el Congreso.

Este hombre, con sus defectos se convirtió en el dirigente principal del proceso revolucionario soviético y después de 1929 mantuvo un poder casi absoluto, cuando en mala hora nació el “culto a la personalidad”.
Ahora unas pocas palabras sobre el entorno político.

La Revolución Socialista de Octubre desde el primer día tuvo que soportar los embates de los enemigos internos y externos. Durante la “guerra civil” que duró cinco años, al lado de los enemigos internos participaron las principales potencias imperialistas, incluyendo, por supuesto al imperialismo norteamericano. No es difícil calcular cuánto se perdió en ese proceso. La contrarrevolución fue derrotada militarmente, pero se mantuvo activa la conspiración y el bloqueo económico.

La aparición con enorme pujanza de gobiernos nazifascistas, en cuyo centro político estaban las consignas “antibolcheviques” se convirtió en un enorme peligro para la existencia misma de la Unión Soviética. Los nazis se apoderaron prácticamente de toda Europa y pusieron todo su potencial industrial al servicio del militarismo hitleriano. Hay que agregar la complicidad del Japón Imperialista. Al mismo tiempo tanto los Estados Unidos y como el Reino Unido, habían planificado su política partiendo de la posibilidad de una destrucción mutua de Rusia y Alemania. Era la clave de sus planes expansionistas.

Tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido, las oligarquías imperialistas colaboraron con los nazis. Como un dato adicional, uno de los principales ayudantes de los nazis fue Prescott Bush, padre y abuelo de los ex presidentes del mismo apellido.

¿Qué hacer? En una situación tan compleja lo primero para los soviéticos era industrializar el país. Como es bien sabido los militares dependen de su talento pero éste del desarrollo industrial.

Los Soviéticos tenían que construir una industria pesada y lo lograron a una velocidad sin precedentes. Es el mayor milagro del trabajo en la historia humana.

Tal como se esperaba, los ejércitos alemanes y de otros países emprendieron el 22 de junio de 1941 la invasión al suelo soviético, bautizada por Hitler con el nombre de “Operación Barbaroja”.

Los nazis cometieron el mismo error que Napoleón, creyeron que aquello sería un paseo. Encontraron a un pueblo heroico y bien armado.

Sin embargo, el choque del desarrollo industrial se produjo en la Batalla de Kursk, que llegó a su punto decisivo del 12 al 23 de agosto de 1943.

En esta batalla participaron miles de aviones y otro tanto de tanques. Los nazis movilizaron sus famosos pantzer, considerados entonces extraordinarios vehículos blindados. Esta batalla fue dirigida por el mariscal Guderian, tenido entonces como el teórico más ilustre de la guerra con equipos motorizados. Ocurrió ahí se estrellaron con los tanques T 34 Stalin. Muchos historiadores y estudiosos de la estrategia militar consideran que en esta batalla se decidió el final de la guerra, la derrota total de los nazis. Otros creen que este viraje histórico se dio en la batalla de Stalingrado.

Triunfó el heroísmo del pueblo soviético, gracias a la industrialización, al talento de sus dirigentes militares y el heroísmo de su pueblo.

En esas condiciones gobernó Stalin. La situación era terriblemente tensa. Puede decirse que eran todos contra la Unión Soviética.

Se cometieron excesos y verdaderos crímenes, de los cuales Stalin es por supuesto corresponsable. Ni los excesos ni ninguno de los crímenes tienen justificación, ni moral ni política.

A menudo la historia presenta a Stalin como una máquina de horror y esto es absolutamente falso. Fue un extraordinario dirigente que cometió graves errores, en circunstancias históricas extraordinariamente complejas.

Por supuesto, todos tenemos reclamos que hacer. A mi duele especialmente la muerte de Nikolai Ivanovich Bujarin. Durante años acepté que habían ejecutado a un traidor, sin haber leído sus obras. Por allá del 95 compré en Moscú las obras escogidas y después de su lectura comprendí mi error y me dio una pena que hasta hoy me dura. Después leí buena parte del expediente del juicio, en el que ocurrieron situaciones todavía incomprensibles. A la par de este también fueron ajusticiados muchos otros dirigentes comunistas.

Esta es terrible contradicción. Transcribo lo que dijo Lenin de Bujarin: “En cuanto a los miembros del Comité Central, diré algunas palabras acerca de Bujarin y Piatakov. Son a mi juicio, los que más se destacan (entre los más jóvenes), y en ellos se debería tener en cuenta lo siguiente: Bujarin no sólo es un valiosísimo y notabilísimo teórico del Partido, sino que además, se le considera legítimamente el favorito de todo el Partido; pero sus concepciones teóricas muy difícilmente pueden calificarse de enteramente marxistas, pues hay en él algo escolástico (jamás ha estudiado y creo que jamás ha comprendido por completo la dialéctica)".

Stalin evidentemente no era un matarife, era un hombre culto. Buena parte de su carácter, pienso, se puede explicar por su origen religioso. Fue un luchar intrépido por la justicia social y la igualdad. No salió de la nada, se forjó en la lucha contra el zarismo y no claudicó.

La historia debe ser justa y al juzgar debe ver lo malo, pero también lo bueno.

Stalin ha sido víctima de los ataques más brutales, sobre todo por la prensa imperialista. Así han logrado fijar una imagen que no es toda la realidad.

La peor de las injusticias históricas fue el famoso Informe Secreto presentado por Nikita Jrushev, una verdadera conspiración contra la verdad histórica con el propósito pueril de lograr una “convivencia pacífica”, que nunca llegó.

Hasta aquí sobre Stalin.

Me pregunta el señor Monge sobre Fidel Castro y el “paredón”.

La Revolución Cubana derrotó a un sangriento dictador al servicio de los yanquis. Se llamaba Fulgencio Batista. La oposición a ese régimen abarcó a grandes sectores de la población y fue dirigida por un joven heroico, Fidel Castro.

En un momento determinado la lucha contra la dictadura no tenía otro camino que la lucha armada y los revolucionarios iniciaron una guerra de guerrillas. Esta es una historia bien conocida.

El primero de enero de 1959 la dictadura fue derrotada y se inició una nueva vida para el pueblo de Cuba.
En todo este proceso el dirigente reconocido por el pueblo fue Fidel Castro Ruz.

Hoy Fidel Castro es la personalidad política más respetada en el mundo entero.

Los que hemos tenido la posibilidad de conocerlo personalmente sabemos de la grandeza de su inteligencia, de su capacidad como dirigente, de su extensa y sólida cultura. Fidel Castro es un ser humano extraordinario. El autor intelectual de sus acciones fue siempre José Martí y su memoria estará siempre al lado del libertador, Simón Bolívar.

En 1959 todo el pueblo cubano saludo a sus libertadores, el Ejército Rebelde. Con Fidel Castro llegaron Raúl, Che, Camilo y muchos más.

El primer reclamo del pueblo fue que se hiciera justicia y se hizo justicia. A los criminales se les hizo un juicio público y algunos fueron condenados a muerte.

Nunca podré olvidar que el Gobierno de Costa Rica rompió relaciones diplomáticas con Cuba como respuesta al fusilamiento de un asesino de nombre Treviño. En el juicio las madres de las víctimas de violación y muerte presentaron sus pruebas. Una de ella había guardado las ropas ensangrentadas de su hija, violada y asesinada por el encausado. Fue condenado a muerte y fusilado.

Hay momentos es que es necesario tomar grandes decisiones y las toman los grandes hombres. En la Batalla de Santa Rosa, las fuerzas costarricenses tomaron a 24 prisioneros. Se les hizo un juicio sumario y 23 de ellos fueron fusilados. Juan Rafael Mora Porras es nuestro héroe nacional y libertador. Hizo justicia y contribuyo como el que más a la derrota de los filibusteros.

Cualquier otro pueblo reclamaría lo mismo. En Cuba se hizo justicia y, en otros países, como en el caso de Guatemala no se ha logrado juzgar a Ríos Mont. Esta es la diferencia.

Ahora no se escribe a “vuela máquina” sino a vuela PC. Así y todo doy algunos apuntes para responder al señor Monge y que podrían interesar a otros lectores.

Share this post :

Publicar un comentario

 
Support : Creating Website | Johny Template | Mas Template
Copyright © 2011. CambioTotalRevista - All Rights Reserved
Template Created by Creating Website Published by Mas Template
Proudly powered by Blogger