Por Rodrigo López Oviedo/Tomado de Marcha Patriótica.
El régimen burgués está hecho para defender los intereses
de la burguesía, así deba acudir a mentiras para dar a entender lo
contrario.
Cuando se privatizó el Seguro Social, el presidente de
entonces -ese de ingrata recordación, el mismo del poncho y el perrero-
y alguno de sus ministros estrella, ahora estrellado en los tribunales,
defendían la conveniencia de tal medida con el argumento de ponerle
coto a la ineficiencia de ese organismo. Años después, las fórmulas de
solución, cargadas de EPS, IPS y demás engendros, en lugar de
solucionar, agravaron el problema.
Igual ocurrió con la privatización de Telecom, a la cual
se le endilgaba incapacidad para hacerle frente a los retos de la
telefonía móvil, por estar anclada en un modelo de telefonía fija
llamado a desaparecer. Por el contrario, ni ha desaparecido la telefonía
fija, ni los usuarios se encuentran satisfechos con los prestadores
privados de hoy, como bien lo demuestra el número creciente de
ciudadanos que tienen que reclamar por sus pésimos servicios.
Estos son solo dos ejemplos, aunque tal vez los más
lamentados y lamentables entre los muchos por los que ha tenido que
transitar la vida institucional del país en estas dos décadas de
ensañamiento con los bienes públicos, pues son muchos más los casos
lamentables de privatización que se han dado.
Por lo que respecta a Ibagué, bien es sabido que
prácticamente se quedó sin entidades prestadoras de servicios públicos,
ya que, salvo el IBAL, todas fueron entregadas a empresas privadas, en
cuya composición accionaria es prácticamente inexistente la
participación del capital local.
Esto no quiere decir que el IBAL esté salvado. Por el
contrario, cada vez es más frecuente el comentario acerca de la
privatización de algunas de sus áreas, como el de la comercialización de
servicios, lo cual colocaría la joya de la corona en manos
oligárquicas, dado que por su alto costo, son las únicas que podrían
posarse en ella.
Pero los apremios del gran capital no cesan. Ahora
resulta que hasta ese rinconcito amable de Ibagué al que acuden las
juventudes ansiosas de triunfos a preparar sus cuerpos para la
competencia en las más variadas disciplinas, y del cual han salido
muchos campeones para gloria de la región, ese rinconcito amable que
conocemos como la Unidad Deportiva, y en el que hay piscina olímpica,
coliseo cubierto, canchas varias y varias sedes de ligas, pretende ser
privatizado también, para abrirles paso a nuevos centros de consumo y
vivienda de élite. Pero todos sabemos lo que se perdería con esta
privatización y entre todos impediremos que se consume. No permitiremos
que la juventud sea sacada de allí.
Los apremios del capital
Written By Unknown on lunes, septiembre 23, 2013 | lunes, septiembre 23, 2013
Etiquetas:
feature,
headlines news,
pais
Publicar un comentario