Un ministro del gobierno de Alemania sugirió que los productos alimenticios que contengan carne de caballo pero que estén erróneamente etiquetados como carne de res todavía se pueden comer.
El ministro de Desarrollo, Dirk Niebel, dijo que podrían ser distribuidos a los pobres porque sería irresponsable tirar comida.
En tanto, rastros del ADN de caballos fueron hallados en seis toneladas de carne picada y en 2.400 paquetes de lasaña incautadas a una compañía en Italia.
Los productos fueron empaquetadas por el grupo italiano Primia, ubicado en la localidad de San Giovanni en Persiceto, cerca de la ciudad de Bologna.
Por su parte, el presidente de Francia, François Hollande, anunció que prevé pedir un etiquetaje obligatorio de la carne incluida en los platos preparados.
Una serie de compañías europeas han tenido que retirar productos que contienen oficialmente carne vacuna y en los que se encontraron rastros de carne de caballo.
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