Amo la Paz

Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo.

Seguimos construyendo la paz. Con denodados esfuerzos. A pesar de las provocaciones. A pesar de la marrullería de los que están en el poder. A pesar de los enemigos de ella.

Ello es así. Sabemos cuánto les duele a los "enemigos de la Paz" que la paz vaya avanzando para darle al pueblo lo que siempre ha ansiado. Que sus hijos no mueran en una guerra fratricida, absurda, decretada por la élite en el poder, mantenidos allí por el imperialismo. 

Vivo en un país que practica realmente la paz. Que la construye diariamente y la vive plenamente. En Suecia hay un profundo respeto por todos. Los "normales", los diferentes, todos son respetados y tenidos en cuenta. Ninguno es excluido en razón de su religión, posición social, creencias políticas, etc, y todos se respetan entre si. Se toleran y se escuchan. La opinión del otro es supremamente importante. Aprenden unos de otros y viceversa. Y se enriquecen uno a otro. A nadie se le imponen las creencias del otro.

Qué diferencia con Colombia.

Vivo agradecido porque veo el sol cada día -a veces no- y porque nadie me persigue. Nadie. Tengo un lugar en la sociedad y juego mi papel social. Trabajo y pago mis impuestos. Todos los pagan sin excepción. 33%. Impuestos que se invierten en obras que favorecen a todos. Los parlamentarios van en tren o en bus, como cualquier otro ciudadano. La cabeza de gobierno tiene que lavar su ropa y preparar su propia comida. Los únicos privilegios corren por cuenta del Rey. Es como el fiel de la balanza.

He sufrido dos enfermedades graves desde que estoy en Suecia. Cuando la primera, en 2007, fuí recluído en el mejor hospital del país. Allí estuve 7 días. Luego fui derivado a un centro de rehabilitación y allí permanecí 2 meses y medio. Atención de calidad. Neurólogos, físiotoerapia, terapistas del lenguaje, personal de enfermería en todo momento, mis comidas a la hora, cafés, de todo, lo que necesitara. 

El estado sufraga una parte grande de los gastos y yo pagaba una pequeñita parte -que después de cierta cantidad de pagos no pagas nada-. Todo el sistema está computarizado. Nadie se escapa de pagar. Ni nadie lo pretende. La honestidad es una 

calidad altamente apreciada por la población. Dure 3 años en terapia de rehabilitación. Recomencé los estudios del sueco -lo perdí con la enfermedad- y de español -perdí 10%-. Y me rehabilité y me integré al trabajo.

Con tanta ayuda no merece realizar todos los esfuerzos para "pagar" aunque sea un poco todo lo que el estado te da?

Desde que llegamos a Suecia mis hijos entraron a estudiar. Libros y utensilios gratuitos. La Escuela, el Colegio, los proveía de todo. Ellos sólo tenían que ir a estudiar. No tenían ninguna otra preocupación. Nosotros tampoco teníamos que preocuparnos por "pagar" por su educación. Los edificios son prístinos. El sistema también está computarizado. Los profesores son de calidad. Comprensivos con sus alumnos. Preocupados porque asimilen sus materias. Que aprendan a resolver problemas. Todos los alumnos, además de sus materias de ciencias, reciben materias como preparar alimentos, arreglar su ropa, labores de carpintería, etc. O sea, los preparan para que sean altamente independientes.

En la escuela y el colegio aprenden también a tratar sus problemas interpersonales. Nunca recibimos una queja de nuestros hijos. Aprenden a vivir en sociedad. En una sociedad altamente organizada. Respetuosa del medio ambiente. La población da tratamiento a las basuras y hay sitios para su reciclaje, etc. Todos, sin excepción, tenemos derecho a una vivienda. Ella se paga con lo que tu ganas. Si no tienes trabajo, tienes una subvención hasta que encuentres nuevo empleo. Nunca, nunca, quedas desamparado. El subsidio de desempleo te permite pagar vivienda, alimentación, salud, recreación, etc. Otro día les compartiré la vida de los "viejos" en Suecia.

Esto es apenas una parte de cómo viven los suecos la paz -incluído yo-. Quisiera que algún día Colombia viviera así. Será que los que detentan el poder en Colombia entenderán algún día que la paz no es solamente silenciar los fusiles, si no garantizarle un nivel de vida a la población que le permita desarrollarse como sociedad?.

Cuándo será ese cuándo... Mas seguiremos en la brega de mostrar cómo es la vida en paz.