DPA/LaJornada
Bucarest. Miles de personas volvieron a salir este domingo a las calles de Rumania para pedir la dimisión del gobierno, al que acusan de buscar encubrir a políticos corruptos.
Cerca de 3 mil personas protestaron frente el Parlamento, instalado en la capital, en donde formaron una bandera de la Unión Europea con trozos de papeles y telas. Otros cientos de personas también se manifestaron en las ciudades de Brasov y Sibiu, en Transilvania, como así también en la ciudad occidental de Timisoara.
Las protestas, que en su pico máximo fueron las más grandes desde la caída del líder comunista Nicolae Ceausescu en 1989, comenzaron cuando el nuevo gobierno aprobó un decreto a fines de marzo para descriminalizar algunos delitos de corrupción.
El primer ministro, Sorin Grindeanu, dio marcha atrás con el decreto, que también cosechó el rechazo del presidente, Klaus Iohannis, y en el exterior del país. Sin embargo, la administración del socialdemócrata rechazó dimitir.
Los manifestantes expresaron su desconfianza hacia el gobierno, que asumió hace sólo dos meses, al acusar a Grindeanu de no ser capaz de garantizar estándares europeos en su carácter de país miembro del bloque.
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