Domínico Nadal, El Cuento de la Semana
Se ha convertido en
noticia en Colombia. Un adminículo que produce un líquido -el semen- que
alimenta los espermatozoides para que vayan en competencia caótica hacia las
trompas de Falopio en búsqueda del ovulo al cual fertilizarían y el que llega
primero gana, así sea normal, anormal, con carga genética alterada, o chueco, carrera
que sirve para nada cuando no hay fecundación del óvulo y los espermatozoides
llegan arrriba y nada!, tanta carrera para nada!.
El nombrecito se lo
colocaron los griegos, esos manes que también inventaron la dizque llamada “democracia”,
y que significa literalmente “uno quien se para antes”, “protector”, guardian”.
O
sea, la tal prostata “rodea al conducto que lleva la orina desde la vejiga
hasta el exterior del cuerpo y tiene el tamaño de una nuez.
El problema está cuando a ciertos se les crece la almendra
esa y como aprisiona la uretra entonces crea problemas de micción (no puede
orinar) y toca meterle una sonda por la uretra para eliminar la orina y disminuir
la sobredilatación de la vejiga.
Por cuenta de unos politiqueros –JM Santos y Ureber, perdón
Uribe Vélez- la próstata se ha vuelto famosa. Como en Colombia se está
estilando que personas ya mayorcita de edad pretenden un retiro ”digno”,
entonces piensan en ser ”presidentes de la república”. Y lo consiguen. Los presidentes colombianos se
caracterizan porque son ”viejitos” que mas bien debían estar rumiando sus
recuerdos. Pero no…
Primero fue Santos el
que tuvo problemas con la próstata. Hizo un cáncer. Cáncer
que igual se puede dejar ahí sin tocarlo o se puede operar si es muy agresivo.
JM Santos fue examinado en la Fundación Santa Fé (propiedad de Ardilla Lulle) y
se hizo operar en los Estados Unidos, todo con gastos pagos por el Estado ya
que es un presidente en funciones.
Ayer le ”destaparon el caño” a Uribe Vélez que tenía un
crecimiento benigno de la próstata (no era cáncer) y la media mediática “informa”
que fue operado en la Clínica IQ
InterQuirófanos de Medellín, que salió
bien de la cirugía –gracias a Dios porque si se hubiera muerto la mafia hubiera
ejecutado a los pobres médicos-, y ya anda pensando en otra trastada contra el
proceso de paz.
No sabemos si UribeVélez pagó de su propio bolsillo el costo
de la cirugía en una institución privada, que es a dónde van los oligarcas
cuando tiene problemas de salud –y también los narcos de todos los pelambres!-.
Se imagina Usted lo que hubiera pasado si los dos personajes
hubieran tenido que hacer cola desde las 4 de la mañana para que les dieran
cita para un exámen de próstata, o para que los atendieran en Emergencias de
algún hospital público. Se imaginan
que les hubiera tocado un médico con dedos largos y gordos… Plop! Cuando
hubieran conseguido que los atendieran entonces los exámenes de laboratorio. Y
peor conseguir una Ecografía.
Ahora bien, el caso de UribeVélez es HPB producida por la
actividad sexual desaforada… o es al revés? No recuerdo. Mas un amigo médico me recordó que en la
próstata quedan registrados los “polvos”, perdón, las eyeculadas de semen. O sea,
UribeVélez tendría por ahí rastros genéticos de Yidis, y las parlamentarias “uribistas
pura sangre”.
Total, la atención de los pobres es en los
congestionadísimos hospitales públicos y la élite politiquera-epresarial es en
la Fundación Santa Fé o en los United States of North America.
Muestra de la enorme brecha entre los ciudadanos. Allende La Paz me ilustra que en Suecia todo el mundo
tiene derecho a la misma atención. Los hospitales son propiedad del estado y
los puestos de salud que atienden a todo el mundo remiten los pacientes que
requieren tratamiento de otro nivel, cirugías, medicina interna, cardiología,
etc, y una parte la paga el Estado y una menor parte el paciente. Es de señalar
que todos los ciudadanos tienen derecho a recibir su salario, sea porque
trabaja, o sea porque está efermo, o sea porque es desempleado, es decir, todo
el mundo puede sufragar el costo que le corresponde.
Me dice el corresponsal
de Cambio Total en Medellín que cuando examinaron a UribeVélez después miraba
al médico con ojos de “ovejo al matadero” y con un arrebol en las mejillas que
no pasó desapercibido a sus escoltas… y se preocuparon!
Artículos relacionados:
Publicar un comentario