El pobrecito Uribito Arias -copia del Uribhitler original- está llorando por la dureza de las cárceles estadounidenses...
Érase que se era… un
individuo sin personalidad que quiso convertirse en una copia “fiel” al
narco-paramilitar número 82 ex-presidente y hoy senador, Álvaro Uribe Vélez, y
le copió en todo. Hablaba como él. Gesticulaba como él. Entornaba los ojos como
él… en fin, dicen sus allegados que duraba horas y horas ensayando ante un
espejo que ocupaba toda una pared de su apartamento como era que Uribhitler
hablaba, se peinaba, gesticulaba, y hasta baboseaba.
Hasta que un día alguien
le dijo que él, Uribito Arias, sería el próximo presidente del país, uno de los
más corruptos países de entre los corruptos, y él se vió sentado en donde se
estaba sentando su “dios”.
Y como una campaña
electoral como la colombiana cuesta un dineral, algunos dicen que 1, que 2, que
10, que 100 millones de dólares, empezó el desgraciado Uribito Arias a pensar
como recaudar dinero para su campaña como sucesor del Uribe original.
Aprovechó el puesto en
que lo tenía el U original, el Ministerio de Agricultura, y se craneó que con
el dinero de los AIS, Agro Ingreso Seguro, ideado para ayudar a los campesinos
pobres, él, Uribito Arias –la copia- podia llenar las arcas de su campaña
presidencial y comenzó a repartirlos entre los narco-paramilitares “empresarios
del campo”.
A Vives –del Magdalena- le entregó una millonada fraccionada
en varios AIS. A otro zutanito le dió otra millonada. Hasta a una reina de
belleza le dió otra cantidad exhorbitante de dinero. Claro que de los dineros
entregados él cobraba el ”dulce 20%”, es decir, si entregaba 300 millones él,
Uribito copia, recibía 60 millones, y así ”de grano en grano se llenaba la
gallina el buche”.
Mas el problema fue que
alguien lo ”pisteó” –quizá de entre los contendores a suceder al Uribhitler
original- y lo ”sapiaron” ante la Fiscalía, amén de las denuncias de las
organizaciones de campesinos que olieron el chicharron putrefacto.
Vino la Fiscalía y lo “empapeló”
-merecidamente- y le dictó orden de detención. Lo pusieron “preso” en las caballerizas de un
batallón y después le dieron detención domiciliaria. El copia del original ni
corto ni perezoso –siguiendo las orientaciones de su “dios”- se embarcó en un
avión –quién sabe por donde salió, quizás en un avión cargado de coca-i-na de
los amigos del ”dios”- y se largó para la United States (iunaited estates).
Allá estaba muy orondo y
muy majo hasta que la Fiscalía le dicot orden de arresto internacional –creo primera
vez en la vida que lo hacen con un “coctudito”-, le pasó la orden a la Interpol
y lo empuñaron y tam pun dum, al “pote”.
Ahora anda lloriqueando,
no tiene pasta de hombre, y quejándose de lo “duro” que es estar en una cárcel,
que se soporta frío, que está demacrado, que solo tiene una hora seminal de
visita, que la cama es dura, imagínate, es de cemento, una cama de cemento!,
que la comida “wacala” es pésima y no como la de las caballerizas, en fin, mil
y una queja que van mostrando que la copia del Uribhitler original está casi
que se resquebraja y o se suicida o canta toda la table y empapela a todos sus
colegas porque a decir verdad, no se atreverá a hacerlo contra su “dios”.
Porque ese “dios” –a diferencia
del Dios de los verdaderos cristianos- es un dios vengativo, soberbio,
irracional, que cree estar en el Olimpo cuando está en “El Ubérrimo” y manda a
matar porque hasta ahora –por ahora- todos sus crímenes están en la Impunidad y
él sigue luchando para que se queden “quieto en primera”… o sea, en los
archivos de la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, mientras el pobre Uribito Arias está soportando la "dureza" de las cárceles estadounidenses...
... Y colorín colorado este cuento no ha acabado..!
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