Hernando Vanegas Toloza,
Postales de Estocolmo.
La mariconería de los
que se expresaron contra la educación sexual en escuelas y colegios es evidente
y es vista por todo aquel que no esté ciego y quiera ver.
No es una mariconería
hacer una manifestación para que cambien unas cartillas que lo único que hacen es
tratar de hacer el ambiente de escuelas y colegios más tolerantes ante la
sexualidad y conocer a fondo la propia sexualidad, mientras la realidad sigue
mostrando que los heterosexuals, los gays, las lesbianas, y todos los LGTB siguen
y seguirán existiendo a pesar de esas manifestaciones irracionales…
Y dejémonos de
mariconerías, todos tenemos algo de “homosexuales” por el simple hecho de ser
Homo. Las filosofías orientales lo tienen muy clarito con el Yin y el Yang. En
nuestra “occidentalidad” sabemos que tanto hombres como mujeres tienen hormonas
masculinas y femeninas, y una predomina sobre la otra de acuerdo con la
sexualidad del ser.
Nuestro Nóbel Gabriel
García Márquez decía que todos los hombres habíamos tenido alguna experiencia
homosexual en nuestro crecimiento y desarrollo, en los retozos entre personas
del mismo sexo, en las “luchas” entre púberes, en los “toques” entre las
mujeres, incluso uno que otro tenía una experiencia homosexual sin ser
homosexual y después de tenerla su vida continuaba como su biología le mandaba,
seguía siendo de uno u otro sexo y “parte sin novedad”.
Incluso algunos
investigadores plantean, por ejemplo, que todo ser humano es un homosexual en
potencia por el simple hecho de tener un
sexo. Un hombre puede ser homosexual, “maricón” o bi-sexual. Una mujer
puede ser lesbiana o bi-sexual. Y esa expresión de su
sexualidad no le quita la brillantez en su trabajo, en su barriada, con sus
amigos.
Es que a la biología no
se le puede torcer el cuello para matarla como lo han hecho las élites con la
oposición real y verdadera, la oposición popular. Oposición popular, alguna de
izquierda, a la cual le “torcieron el cuello” y a punta de bala y sangre le
exterminaron 5.000 de sus líderes (la U.P.).
Esa “mariconería” es expresion
de una ideología implantada en los cerebros de los colombianos por las élites
en el poder y, digámoslo, por los años de oscurantismo de las iglesias de todo
tipo, católica y evangélicas. Y ese chip manda señales para que se expresen
como intolerancia hacia lo que consideren no es “normal”.
No era –ni es- “normal”
para ellos las “brujas” y por ello las quemaron en la “Santa Inquisición” y le “torcieron
el pescuezo” a Galileo Galilei; no eran “normales” José Antonio Galán, Policarpa
Salavarrieta, Camilo Torres (el primero) y los próceres de nuestra
Independencia (que ya no es tanta por cuanto dependemos en todo de los Estados
Unidos), el “comunismo” y por ello
asesinaron 300.000 seres humanos en “La Violencia” ysiguieron con esa práctica
en la 2a Violencia, la que inició el gobierno de Guillermo León Valencia
ordenada por los estadounidenses y sigue hasta hoy. No era “normal” un cura
comunista y por ello mataron a Camilo Torres, el cura guerrillero, y han
perseguido a Camilo, el cura guerrillero de las FARC, y persiguieron al cura
Manuel Pérez y a Domingo Laín, del ELN.
Dejémonos de
mariconerías y vivamos como seres humanos. Primero está la biología y después
la ideología o los pensamientos. Miremos a los ”diferentes” como lo que son,
seres humanos. Si le interesa, después fíjese en la “orientación sexual” de sus
amigos y de seguro se llevará más de una sorpresa y constatará que esos ”machos”
que se expresaron en las manifestaciones tienen una que otra mariconería y les
da miedo expresarla.
Pavor, terror como el
producido por Terrorismo de Estado, es lo que sienten esos amigos y temen “salir
del closet” por la censura social. La libre expresión de la libido
se manifesta de mil maneras, y como decía Foucault “el placer no tiene pasaporte, ni
documento de identidad”. Es
placer, sencilla y llanamente y ese
placer no está consignado en ninguna Constitución del mundo.
Quizás los maricones que
se manifestaron –hombres y mujeres- pudieran mirarse muy internamente y de
seguro concluíran que ni siquiera su cuerpo conocen porque ”tocarse” era
pecaminoso; cuando niños no se toquetearon sus partes sexuales –o les
impidieron tocárselas- privando a esa persona de experiencia de desarrollo psico-sexual
y muchos se privaron de hasta la experiencia de la ”masturbación”.
Dejénse de mariconerías y disfruten su vida sexual sin
ninguna clase de ataduras y no estén proyectando sus ”culpas” en otras personas.
Veran cuán reconfortante es…
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