[Cambio Total Revista].
Algunos ”analistas” –ya sabemos al servicio de quién- están
haciendo cuentas alegres sobre el futuro político de las FARC-EP. No aventuran
nada sobre el futuro como partido político, ni si la intolerancia endémica de
los partidos del Establecimiento y el Estado hará que sean barridos a punta de
plomo, balazos, como sucedió con la Unión Patriótica (U.P.), que mostraría una
vez más la exclusión de las decisiones de la vida nacional de que es objeto el
pueblo.
Se jalan de los pelos tratando de adivinar si las FARC-EP tendrán
13 curules en la Cámara, que si tendrán 10 en el Senado, que si tendrán el
rechazo de la población ”ahora que no tienen armas”, o que ahora sí se ”les
podrá preguntar todo lo que no se habían atrevido hasta ahora, etc, etc.
Piensan con el deseo y
su subjetivo y mezquino pensamiento no parte de la premisa correcta. O sea, que
las FARC-EP han sobrevivido más de 50 años luchando hombre a hombre, palmo a
palmo, al lado del pueblo. Inmersos en las comunidades –rurales en principio y
después también citadinas-, las FARC supieron aplicar el principio de “las
masas son la mejor montaña” y les dieron la orientación política a las
comunidades que se levantaban –y levantan- por sus más sentidas
reivindicaciones en un fructífero diálogo de iguales.
Los campesinos, los
indígenas, los estudiantes, las mujeres, todos, siempre supieron que las armas
farianas no se apuntaban contra ellos, sino contra el enemigo de clase el cual,
ante sus reclamos, siempre le daba al pueblo bala y represión.
También es necesario
resaltar que las FARC-EP tienen una amplia experiencia política derivada de sus
años de haber ejercido la política –obligadamente- con las armas en las manos y de haber vivido
en la práctica la experiencia de ser un partido politico (sus escuadras funcionan
como células de partido) con sus principios de democracia interna, centralismo
democrático, crítica y autocrítica e
internacionalismo proletario.
Algunos conceptúan que
no saben nada de la mecánica electoral, mas nosotros entendemos que la ”habilidad”
electorera –registros fraudulentos de votantes, retención de cédulas de
ciudadanía, votos ”cautivos” o que ”pertenecen” al señor X, compra de testigos
electorales, alteración fraudulentas de actas de votación, alteración de
votaciones en las registradurías, etc- no es más que la máxima mostrada al
pueblo por Camilo Torres, ”el que escruta, elige”.
El camino apenas se
comienza a transitar y estamos seguros que la necesaria transformación de las
FARC-EP en partido politico será una enorme ganancia para el pueblo colombiano
en su conjunto y en una fuente de quebraderos de cabeza y enormes
preocupaciones para el círculo dominante empotrado en el poder estatal, quienes
irán viendo como se cumplen y aplican los postulados de un partido de Nuevo
Tipo para bien de nuestro pueblo y como las masas se movilizarán por sus
reivindicaciones de todo tipo, largamente aplazadas, como sucedió con el ultimo
Paro Agrario, precisamente adelantado para obligar el cumplimiento de los
Acuerdos alcanzados en el Paro Agrario hace 2 años más atrás.
Definitivamente, “Caminante
no hay camino, se hace camino al andar…”
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