Allende La Paz, Cambio Total.
Hace algunos años publicamos un artículo que titulamos "Los Innombrables" relacionado con el narco-paramilitar
ex-presidente Álvaro Uribe Vélez. Hemos visto el excecrable comportamiento de
este personajillo al frente de las diferentes posiciones a que lo han llevado
sus amigotes del narco-paramilitarismo y algunos de la rancia oligarquía
colombiana.
El ”innombrable” 82 desde su posición de senador por el Centro Democrático
–partidito creado a su imagen y semejanza- se ha dedicado con más deseos que
resultados a convertirse en una “vaca muerta” en el victorioso recorrido de los
diálogos de Paz adelantados en la Mesa de La Habana entre las partes del conflicto
interno, Gobierno y FARC-EP, conflicto que el tipejo Uribe Vélez se ha negado a
aceptar pese a que es una realidad insoslayable.
Han sido muchas las manos que han
tratado de hacer entender al obtuso narco-paramilitar ex-presidente de las
bondades de una salida negociada al conflicto interno colombiano. Él se enrosca
y se prepara a lanzar su ataque con el único argumento que su mente febril es
capaz de crear: la “necesidad” de continuar la guerra contra los deseos del 80%
de la población colombiana.
El presidente JM Santos –como presidente
que es- le ha tendido la mano en varias ocasiones y siempre le han respondido
con bofetadas desdeñosas porque él, Uribhitler, se cree el ”dueño de la verdad
revelada”. Incluso el máximo comandante de las FARC-EL, Timoleón Jiménez, lo invitó
a dialogar, recibiendo la negativa del narco-paramilitar ex-presidente. Sería por miedo a mirar al ”enemigo” a los ojos?
La importancia de la presencia del
narco-paramilitar ex-presidente Uribe Vélez en el proceso de paz estaría dada
por la terquedad presidencial de pretender montarlo en el ”tren de la Paz”. Es necesario resaltar que la Paz se hace con quienes la
quieren. No se puede negociar con quien es incapaz de comprender la grandeza
del alma de los combatientes que se acercan y se miran a los ojos al esgrimir
las razones de unos y otros para adelantar la Guerra y para dialogar para
alcanzar y negociar un Acuerdo que pare la Guerra fratricida entre colombianos.
Uribhitler no quiere la Paz porque no le conviene ni a él ni a sus
apoyadores, por el contrario, él representa a los que a través de las acciones
violentas y asesinas han profundizado la Guerra en nuestro país y han inundado
con sangre inocentes los campos y ciudades colombianas y han despojado a
millones de colombianos de sus tierritas mediante el asesinato y las masacres.
Hay que dejar con su odio a los que son incapaces de supercar ese
sentimiento nefasto para la misma persona. Ellos se comportan como el Alacrán o
Escorpión. Cuando no tengan más salida se clavarán su propia pozoña para acabar
con su existencia.
Pobrecito.
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