Allende La Paz, Cambio
Total.
Comenzemos a caminar en
Paz e iremos –sobre la marcha- arreglando las cargas. No todo está –ni estará-
escrito. Así es la vida. Nada está definido. Si acaso se podrán haber dado
algunas puntadas en el sentido en que queremos dirigir nuestros pasos.
Se firmó el Cese
Bilateral de Fuegos y enseguida la sociedad colombiana, especialmente su
pueblo, comenzó a respirar otro aire. Las miradas esperanzadas de las
mujeres e hijos observando el acto en La Habana. El llanto emocionado de afros,
de mestizos, de blancos festejando la firma es diciente. La carrera
desenfrenada de un hombre a quien la alegría no le cabía en el cuerpo.
Una vez pasados los momentos de euforia, vienen los momentos
reales. Vamos a ir viendo cómo se va plasmando en la realidad el acuerdo de
Cese Bilateral de Fuegos. Sabemos que del lado de las FARC-EP han avanzado en
su construcción. Ya algunos policías de algunos pueblos comenzaron el desmonte
de las trincheras alrededor del puesto de policía, y desaparecerá del imaginario
colectivo unas trincheras símbolo de la guerra construído en pleno corazón de
los pueblos.
Son las imágenes reales de lo que produce la firma del Cese
Bialteral de Fuegos, así haya personajes como el ministro de defensa que
quieren que los colombianos sigamos viviendo en nuestros pueblos la sensación
de la guerra, guerra que él no ha vivido nunca en carne propia. Así hayan periodistas con el alma envenenada
destilando odio contra la paz a través de sus columnas y sus programas
televisivos porque a su ”clase” no le conviene la Paz, sus instintos
draculianos solo quedan satisfechos cuando ven sangre humana.
Los pasos subsiguientes
que los colombianos daremos serán hacia la Reconciliación y la Reconstrucción
del país. El primer paso ya fue dado. El Cese Bilateral de Fuegos. Vienen otros
pasos concretos. La Reconciliación parte de ya no mirarnos como enemigos y sí
como colombianos, todos. Nuestra mirada debe dirigirse como se dirige la mirada
a un hermano porque eso es lo que somos, hermanos.
Reconciliémonos. Las explosiones
de alegría del pueblo en ciudades, pueblos y áreas rurales nos muestran que a
pesar de tantos años de guerra, de
tantos años de querer sembrar en el imaginario colectivo el odio, por el
contrario lo que manifestó el pueblo es amor. Amor por la vida. Amor a
la esperanza de vivir una vida en paz con justicia social.
Reconstruyamos nuestro
país. Dotemos a nuestro país de una nueva legalidad. La
firma del Cese Bilateral de Fuegos no fue para perpetuar el statu quo. Jamás. El Cese Bilateral de
Fuegos y lo que se firme en el Acuerdo Final será para echar a andar nuestro
país hacia el futuro de paz y subsanar las causas que dieron origen al
Conflicto Interno en sus dimensiones.
Si tenemos que derribar
los estrechos marcos de una sociedad injusta, pues hagámoslo. No nos dé miedo. No
les tengamos temor a los “enemigos de la Paz”. Sigamos reconstruyendo que en
esa nueva construcción nuestro pueblo con su enorme energía movilizada hará la
diferencia. Nunca antes, en ningún proceso adelantado antes en nuestro país,
hemos tenido una oportunidad de decidir lo que nosostros como pueblo y nación
queremos.
Sigamos la marcha, sigamos manifestándonos, sigamos en la
lucha porque sin lucha no hay vida.
Adelante, colombianos !
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