Cambio Total.
”Se aprobó en Bogotá el Plan de Desarrollo
2016-2019, de la administración Peñalosa. En el capítulo Democracia Urbana se incorporaron
programas de infraestructura y la suma prevista para el sector es superior a
los $40 billones, de los cuales $10 billones se esperan concretar mediante
iniciativas privadas. Para dimensionar el reto, una cifra: la inversión en
infraestructura y movilidad que se espera en Bogotá para el cuatrienio equivale
a los $42 billones que suman los planes de desarrollo de Medellín, Cali y
Barranquilla”, nos dice un Jorge A.
Marín , Vicepresidente técnico de la Cámara Colombiana de la Infraestructura.
Ahí ésta la clave del
por qué el fullero alcalde de Bogotá, un tal Peñaloza, insiste contra toda inteligencia
humana y afirma rotundamente que es mejor un TransMilenio que un Metro para
Bogotá. La cantidad de plata que entrará a los bolsillos de los funcionarios
municipales es decomunal. Si calculamos el dulce 10% de la coima por
los contratos –ahí por debajito-, se embolsillarán la friolera de 4 billones de
pesos.
Ahí se vé el por qué la ansiedad avariciosa del Alcalde
Peñalosa, a quien le importa un bledo haber desmontado los programas con
contenido social de las anteriores administraciones porque lo que importa en
ésta administración es el cemento. Y se entiende que un ”izquierdista” –un tal
Venus, nombre de hombre?- que dizque ahora es ”democrático” votó para aprobar
el Plan de Peñalosa. Con cuánto lo ”aceitaron”…
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