Allende La Paz, Cambio Total.
Érase una vez un país inimaginable
llamado Colombia que estaba en manos de…
Un Director de
Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry, en su afán oligárquico de producir más
ganancias –la poquita, la migaja que le dejan caer las multinacionales- sacrifica
hasta una belleza como Caño Cristales y toda la Serranía de la Macarena –propiedad
de todos los colombianos- privilegiando la extracción de petróleo –también propiedad
de todos los colombianos-, a pesar de los llamados de eminencies como el professor
Vanegas, y utilizando el “orgullo” oligárquico recurrió a la satira contra el professor
por no tener el rango de él, el iluminado de cuna de oro, y quedó como una “plasta
de vaca” de las que tanto le gustan a Lafaurie, entre otros…
Un procurador Ordóñez,
en campaña presidencial, organiza con el presidente de Fedegán una “reunion” en
el corazón narco-paramilitar de San Ángel y desde allí le hacen saber al país –al
pueblo- que no van a permitir la restitución de los predios –“al precio que sea”-
que les han robado a los campesinos pobres y como si fuera una orden los
asesinatos de los defensores de derechos humanos, entre ellos los líderes de
los reclamantes de tierras, se dispararon en todo el país… Podrá un Procurador
adelantar campaña política usufructuando todavía el puesto para el cual lo
eligió un congreso igualmente corrompido…
Unos parlamentarios
sumidos en la corrupción y el narco-paramilitarismo, con más 35% de ellos
elegidos ”democráticamente” bajo la presión de las armas narco-paramilitares
que les quitaban las cédulas de ciudadanía a los electores para “garantizar” la
pureza del sufragio y elegidos a sus correligionarios y otros socios de los
partidos liberal, conservador, de la U, etc…
Unos militares que para
mostrar que iban ”ganando” la guerra contrainsurgente recetada por sus amos
estadounidenses recurrían –y recurren- a lo inimaginable. “Falsos positivos” o
ejecuciones extrajudiciales (más de 5.000 mal contados), desapariciones (más de
72.000) y desapariciones de desaparecidos, masacres (más de 4.000), y para
favorecer a los “empresarios del campo” sus hijos carnales, los
narcoparamilitares desplaza(ba)n –y asesina(ba)n, jugando al fútbol con la
cabeza de las infortunadas víctimas (más de 6,8 millones)- para que los “empresarios”
ganaderos (Fedegan) y terratenientes (SAC) y otros nuevos empresarios compraran
–y compran o se apropian- de la tierra de las familias desplazadas (más de 7,8
millones de hectáreas)… en cumplimiento de lo contemplado en la Doctrina de
Seguridad Nacional (DSN) que mira a los pobladores como un “enemigo interno”…
Unas Cortes y toda la
rama jurisdiccional –con contadas excepciones- que dictaban –y dictan-
sentencia de acuerdo con el fajo de dólares que metieran en sus bolsillos y, no
contentos con ello, ganaban por punta y punta favoreciendo a los
narco-paramilitares que posaban de “alta sociedad” y por la la insoportable
corrupción…
Era una oligarquía que
quería más al dinero que a su propio tierra… para al final terminar enterrado…
Publicar un comentario