Allende La Paz, Cambio Total.
En las conceptualizaciones
de los fenómenos políticos-militares en Colombia los analistas de los medios
burgueses parten de premisas equivocadas para ”lavar la cara” del Estado.
El narco-paramilitarismo
nació y se desarrolló como política de Estado apoyándose en las estructuras
criminales de las bandas de narcotraficantes. Por ello, nosotros desde el
principio caracterizamos al narco-paramilitarismo –no el paramilitarismo como
lo llaman algunos- como el brazo ”sucio” del militarismo empotrado en las
instituciones civiles y militares del Estado, aún cuando hay que decirlo, ninguna
política estatal es ”limpia”.
Desde hace muchísimos años
hemos venido investigando y denunciado las aberraciones cometidas por los
narco-paramilitares. No es que con la presidencia de Álvaro Uribe haya habido
un proceso de Paz con los narco-paramilitares, sino que lo que hubo fue un
intento de legalizar el narco-paramilitarismo habida cuenta que ya en el
palacio presidencial había llegado –de los brazos de los oligarcas-terratenientes-ganaderos-
un representante del narco-paramilitarismo, uno de la entraña de Pablo Escobar.
Es increíblemente farisaico
el planteamiento del gobierno colombiano –el Ejecutivo Estatal- de que el ”Gobierno
establecerá un grupo de trabajo para hacerles seguimiento a los casos de
líderes y defensores de DD.HH. asesinados y al aumento de amenazas contra
sectores afines a la izquierda”. Ese cuento lo estamos oyendo hace más de 50
años y nunca se ven las acciones específicas para acabar con el asesinato y
amenazas contra los defensores de derechos humanos. Por qué?
Porque el Ejecutivo no puede acabar una ”política” que nace
de sus propias entrañas. Sería hacerse a sí mismo el haraquiri. El Terrorismo
de Estado de la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN) contempla la utilización
del asesinato como forma de acabar la ”amenaza” de las denuncias de los
representantes populares contra el Estado que ha ”combinado las formas de lucha”
para enfrentar ese ”enemigo interno”.
En ciertos momentos el Estado ha utilizado las fuerzas
militares como el instrumento para adelantar el Terrorismo de Estado y,
aplicando los principios contemplando en la Doctrina de Baja Intensidad, en
otras utiliza las bandas de delincuentes –narcotraficantes, especialmente- para
adelantar las violaciones de derechos humanos sin el costo de tener que
responder por éstos y ”no poner la cara”. (Ver en: http://allendelapaz.blogspot.se/2008/04/quines-hacen-la-guerra-en-colombia.html
Los sucesivos gobiernos
desde siempre, especialmente vale decir los de Barco Vargas, Gaviria Trujillo,
Samper Pizano, Andrés Pastrana, Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos, han
adelantado ésta política de Terrorismo de Estado y en el caso del último, no
por adelantar un proceso de diálogos con las FARC-EP ha bajado la enorme
cantidad de dirigentes populares asesinados y amenazados, por el contrario,
este gobierno continúa a ”cuenta gotas” el exterminio de los líderes del pueblo.
No podemos ver ”respeto” y ”mejoría”
cuando se continúa aplicando el Terrorismo de Estado, así sea que hayan
cambiado tácticamente la forma de realizar los delitos, o sea, que ahora
privilegien más el asesinato selectivo que las otras formas de terror, masacres
indiscriminadas, etc.
Como se
demuestra ”El informe hace una revisión de las agresiones contra defensores entre 2010 – 2015 (periodo de Gobierno de Juan Manuel Santos) y las
cifras son desalentadoras: 1687 amenazados(as), 346 asesinados(as), 206 victimas de atentado, 131 detenidos(as)
arbitrariamente, 29 judicializados(as), 28 a los que se les hurto información
sensible y 16 de ellos desaparecidos(as), para un total de 2444 defensores y defensoras de derechos
humanos agredidos en los últimos 5 años. A la fecha el mismo gobierno reconoce
que de estos casos, solamente hay uno en el que se dio con los responsables. El
gobierno Santos se rajó en proteger integralmente a los defensores y lideres
sociales en Colombia dejando una estela de impunidad total en torno a la
violencia contra estos constructores de la paz”. (Ver en: http://cambiototalrevista.blogspot.se/2016/03/el-terrorismo-de-estado-contra-los.html ).
Mucho menos ver paralizados
por el terror el intento de legalizar el narco-paramilitarismo como política
oligárquica-terrateniente-ganadera que se aprecia por éstos días. Ahí queda
fehaciente la alianza impúdica de la oligarquía –que siempre ha asesinado a sus
contradictores políticos a punta de plomo- con los sectores
terratenientes-ganaderos y con el narcotráfico, que han siempre asesinado por la
tierra y por la droga.
Definitivamente, la única
forma de adelantar de manera seria las acciones para resolver el Conflicto
Interno Colombiano pasa por la necesidad de construir, desde sus cimientos, un
Nuevo Estado a través de una Asamblea Constituyente. No hay de otra. Y a eso le
temen los sectores empotrados en el poder en Colombia.
Publicar un comentario