Allende La Paz, Cambio Total.
El escándalo promovido por la prensa burguesa y acolitada
por Humberto de la Calle y Juan Manuel Santos por la presencia de algunos negociadores de las FARC-EP en Conejo, Guajira, en donde había algunos guerrilleros uniformados y armados, demuestra que el gobierno
desconoce totalmente la esencia de las FARC, su contraparte en la Mesa de La
Habana. Es una nueva ”pelada de cobre” por parte los funcionarios estatales.
Las FARC nacen como organización político-militar tras los
ataques a Marquetalia, en el cual movilizaron 16.000 soldados, la aviación y
usaron las armas biológicas (Peste negra) contra 48 campesinos que el único ”delito”
que cometieron fue, tras el abandono estatal, darse su propia forma de
convivencia.
En el transcurso de los años subsiguientes las FARC
mostraron que ellos, ante la imposibilidad de hacer política legal so castigo
de ser asesinados por el Estado, estaban obligados a hacer política con armas.
En dónde? En cualquier lugar del territorio de Colombia en donde pudieran
hacerla. Las acciones de las FARC siempre eran –y son- acciones políticas como
respuesta a las acciones estatales.
Las acciones militares de las FARC son acciones políticas en
esencia, ninguna acción es una acción militar neta, obedece siempre a un plan
político y se dirige hacia la toma del poder para el pueblo. Las acciones de
las fuerzas militares y no-militares del estado son acciones políticas hacia el
objetivo de vencer la resistencia popular a los planes estatales para favorecer
a los potentados, a los ricos, a los oligarcas y terratenientes-ganaderos.
Para hacerlo se usan diferentes acciones tácticas y
estratégicas. Ya sabemos que las FARC no solo realiza toma de pueblos, bases
militares, etc, sino también su acción siempre está al lado de las
movilizaciones populares y participa activamente de ellas. Movilizaciones
campesinas, lucha obrera, lucha estudiantil, de mujeres, es decir, allí en
donde haya una manifestación popular de descontento allí están las FARC o expresan sus
solidaridad con ellas.
El Estado por su parte ha adelantado el Terrorismo de Estado
como una ”política” a fin de impedir que el pueblo alcance su unidad y tenga el
poder suficiente para tomarse el poder. Por ello las ejecuciones
extrajudiciales, las desapariciones, las masacres, el desplazamiento forzado y
el robo de 8 millones de hectáreas, que impide de paso que el tejido social popular
viva y funcione adecuada y permanentemente. O si no, díganme, por qué el
genocidio de la UP, por qué los 70 mil desaparecidos, por qué las 3.500
ejecuciones extrajudiciales cometidas durante el gobierno del binomio nefasto
de Uribe.JM Santos? No están ellos adelantando una acción política armada al
ejecutar inmisericordemente al pueblo e impedirle su acción política?
Por eso extraña que De La Calle diga que ”no van a permitir
que las FARC-EP hagan política con armas”. Hombre! Si las FARC desde siempre
han hecho política en armas! O cómo se explican los gritos histéricos de los
diferentes funcionarios ante cualquier protesta popular acusandola de estar ”infiltradas
por las FARC”? Ahora bien, tiene el Estado y el señor De la Calle el poder de
impedir que las FARC hagan política en armas? NO, definitivamente no tienen el
poder porque esa es una decisión popular. Y no me hagas reir, De la Calle!
Lo que desde hace más de 3 años se está discutiendo en la
Mesa de La Habana es precisamente que el Estado llegue a un Acuerdo con las
FARC-EP para parar el uso de las armas como forma de hacer política en
Colombia. Que el pueblo –y no solamente las FARC-EP- pueda hacer política sin
el temor de ser asesinados por las fuerzas estatales. Que el Estado respete el
Derecho a la Vida del pueblo colombiano y que ese derecho no sea violentado
bajo la excusa de la expropiación de tierras por parte de los empresarios-terratenientes-ganaderos
(usando sus amras en manos de los narco-paramilitares), o bajo la excusa de que
un dirigente sindical es ”comunista” cuando la causa fundamental es que la
acción de ese dirigente trata de evitar la super explotación de que son objeto,
o bajo las miles de excusas que crean para tranquilizar sus sucias conciencias
y presentar la ”cara de yo-no-fui” que siempre presentan los funcionarios del
tipo de De la Calle y JM Santos.
Así las cosas, si de verdad la oligarquía y sus funcionarios
en el Estado quieren la Paz deben dejar las bravuconadas y analizar con cabeza
fría lo que van a decir a sus mediatizados y embusteros medios de comunicación
porque las FARC-EP –con el permiso de los sectores populares- seguirá haciendo ”política en armas”
gústele a quien le guste hasta que ”este chico no se solucione”.
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