Cambio Total.
Olvidan los ” enemigos de la Paz” que lo que está en el
centro de la discusión –diálogo?- en la Mesa de La Habana es precisamente el
derecho fundamental de los derechos fundamentales: El Derecho a la Vida.
Se arropan con la misma cobija de los que han hecho de la
muerte, del asesinato político, la forma de hacer política en Colombia. Si el
líder popular, el sindicalista, el de izquierda, el comunal, el barrial, le
disputa el favor del pueblo -y sus votos- lo arrasan de la palestra política a
punta de plomo. Por ello, la gran cantidad de víctimas del Terrorismo de Estado
en Colombia son de líderes populares que
adelantaban –y seguirán adelantando- la política en favor de su pueblo.
Si un politiquero tradicional –liberal, conservador,
uribista, narcoparamilitar- sentía o percibía la posibilidad de derrota de
parte de un líder popular hasta él llegaban los sicarios de las bandas
narco-paramilitares y lo asesinaban. Así de sencilla era la cosa. ”Muerto el
perro, se acaba la sarna”. Y todo se adelantaba con la excusa del ”combate al
comunismo”. Como si los comunistas, los socialistas, los sindicalistas, los
líderes populares no tuvieran el derecho de luchar por sus reivindicaciones. Como
si ellos fueran los parias de la sociedad.
Las cifras son bien elocuentes. 1 millón de víctimas, de las
cuales el 97,7% de las desapariciones, el 83% de las ejecuciones
extrajudiciales y el 83,3% de las masacres, amén del 100% del desplazamiento
(6,5 millones de desplazados), son responsabilidad del Estado. El Terrorismo de
Estado practicado por el Estado colombiano –representando a la oligarquía y a
los terratenientes- es un Terrorismo sátrapa, mucho peor que los Videlas y
Pinochets que ensangrentaron los países del cono sur.
Por ello, la posición de las FARC-EP, más que una exigencia
de sobrevivencia, arranca del profundo convencimiento de que la oligarquía y
terratenientes, soportes de los partidos políticos corrompidos, adelanta tal
política con total impudicia, de la mano del imperio del norte. En La Habana se
está discutiendo el derecho fundamental a la vida, ya que sin vida es imposible
disfrutar o luchar por los otros derechos.
Esa es la razón por la cual el pueblo, en su inmensa
mayoría, apoya a las FARC-EP en su lucha en la Mesa de Conversaciones de La
Habana. Lo entendiste, Juancho?
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