Cambio Total [alp].
El Fuero Militar (FM) viene de la palabra Forum, que en latín significa ”foro o
tribunal”. Hay por ejemplo el ”fuero eclesial”, al cual están sometidos los
curas y demás miembros de la Iglesia católica (Aquí llama la atención que en
Colombia haya un ”fuero” para la Iglesia Católica, mas no para las otras
religiones cuyos miembros, pastores, etc, son sometidos a la justicia
ordinaria, como debe ser en realidad).
El ”Fuero” es por tanto un ”privilegio” que se concede a
determinados miembros de una institución (presidentes, militares, curas
católicos, etc), que hace que ellos sean juzgados en razón de su investidura
por Tribunales Especiales por delitos cometidos en el ejercicio de sus
funciones. Un presidente o un militar que ordena, por ejemplo, asesinar o ”desaparecer”
a una persona o miles de personas no sólo está cometiendo un delito ”en
ejercicio de sus funciones”, sino aprovechando su condición para cometer un
delito que es punible por la legislación ordinaria que se aplica a todos los
ciudadanos, sean o no amparados por un determinado fuero, y se ha extralimitado
en sus funciones, además de ser un asesino común y corriente.
Arrancando con esa definición vemos que el Proyecto
gubernamental de lo que trata es de juzgar a militares que cometen delitos en
su vida castrense, sean de ”orden público” o situaciones de conflicto interno
(violaciones de derechos humanos, etc), sean por los delitos que se derivan de
la vida militar (deserción, abandono de puesto de guardia, desobediencia, insubordinación,
etc, etc), mas no es la única.
El ”Fuero Militar” cobija, entonces, a los militares que
están inmersos en delitos propios de la vida militar (deserción, etc), mas no
los debería cobijar por delitos cometidos contra la vida de un ser humanos o la
violentación de su integridad y sus derivaciones porque establecería la ”pena
de muerte” judicialmente (ya la practican extrajudicialmente).
El ”Fuero Militar” implicaría que debe haber un Tribunal Especial
que debe juzgar los delitos contra la vida y la honra de los ciudadanos, sean o
no cometidos en ”servicio activo”. Ese ”tribunal especial” no podría ser
conformado por sus pares, los militares, porque, ya lo tenemos como nefasta
experiencia, conduciría a la impunidad toda vez que los tribunales militares no
condenan a sus miembros en aras del ”sprit du corps” existente en la vida
militar. Por ello la justicia debe conocer de éstos delitos.
(Recomiendo a los lectores leer el artículo del presidentede la CCJ, Gustavo Gallón para empaparnos de los delitos que el ”Proyecto de
Fuero Militar” contempla y no conetempla).
Planteamos, entonces, que ese ”Tribunal Especial” es la ”justicia
ordinaria” –la justicia en el régimen burgués es ”especial”- y debería ser
conformado con personas ajenas a la vida castrense, contando entre sus
miembros, como no, con miembros militares en calidad de asesores que puedan
aclarar algunas condiciones de la vida castrense. No puede ”jalarse de los
pelos” el concepto de que los ”jueces” no conocen de la vida militar porque
entonces ningún juez conoce a fondo particularidades de la vida de los
ciudadanos. Si aplicáramos ese principio ningún juez podría juzgar a ningún
ciudadano porque no conoce de la vida de esa persona encartada. Por ejemplo,
cuando juzgan a un estudiante o a un campesino, los jueces no tienen la más
mínima idea sobre la vida de esas personas, que lo favorecería o no, más no por
ello no les aplica la ley.
La vida de hoy nos muestra que la ignorancia relativa sobre
un tema específico es suplida por los llamados ”expertos” o incluso por las
investigaciones que se adelantan sobre este u otro tópico, incluso con la ayuda
del internet.
De lo que trata en éstos momentos el ”Fuero Militar” es
precisamente perpetuar la impunidad en
los delitos cometidos por los militares –como hemos evidenciado en las
denuncias de diferentes medios sobre la laxitud de las cárceles militares-,
impunid que engloba desde el 83% hasta el 100% de violaciones de derechos
humanos cometidos por el Estado, vale decir, militares, policías y
narco-paramilitares.
En aras del Proceso que se adelanta en la Mesa de La Habana,
lo fundamental en este caso es ”evaluar” las conductas de las dos partes –estado
y guerrilla-, no ”intercambiar impunidades”, como dicen las FARC-EP, y ahí sí
adelantar el esclarecimiento de la verdad. Corresponderá al pueblo decidir que
la aceptación de las responsabilidades se convierta en un compromiso de no
repetición. Al Estado le compete más del 83% de responsabilidad y debe ser el
más interesado en el esclarecimeitno de la verdad.
Mal mensaje se está enviando con el ”Proyecto de Fuero
Militar” –el gobierno tercemente persiste en su aprobación por el parlamento-,
pues de ello se colige que la preocupación de las Fuerzas Militares no es la Paz,
sino ”blindarse” ante una eventual condena por parte de la justicia nacional e
internacional. Esa preocupación es vana. El pueblo colombiano sabe que el
tratamiento de ”enemigo interno” y su sustento doctrinario -la DSN- son la base
del accionar de las fuerzas militares-narcoparamilitares del régimen y del
drama humanitario que padece por cuenta de una guerra decretada por la
oligarquía-imperial. Por ello , el pueblo insiste en la necesidad de cambiar la
Doctrina de las Fuerzas Militares por una Doctrina Bolivariana.
El pueblo sabe que las Fuerzas Militares son el estatal brazo
masacrador de sus sueños de libertad. Y ya de por sí han sido condenados.
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