Domínico Nadal, Cambio Total.
El mulo cerrero está enlazado. Con la soga al cuello, lo
vimos tirando coces a diestra y siniestra. De esas coces no se salvó nadie.
Nadie que no fueran sus amigos, o sea, sus ”enemigos”.
Desde hace tiempo los cazadores de animales cerreros lo tenían
en la mira. Lo siguieron paso a paso en su celerante carrera pletórica de
delitos y actos criminales. Lo llevaron al sitio que querían. Y después, le
tiraron la soaga al cuello. Y resultó enlazado!
El mulo de marras no tenía escapatoria. Si no asistía se
enterraba. Si asistía tendría que responder y allí perdía también. El mulo
resolvió tratar de escaparse, y lo intentó, posando de víctima cuando él es uno
de los principales victimarios, alzando la voz como si allí le tuvieran miedo,
mas su rostro crispado demostraba que no la estaba pasando bien. Cuando la soga
lo apretaba mucho, resolvió dar coces y salir espantado en veloz carrera hacia
las sabanas narco-paramilitares, o a su apartamento –que se lo paga el estado,
entre otras cosas-, y esconderse donde nadie lo viera.
Allí se tranquilizó y cuando vió que los cazadores no
querían todavía enlazarlo totalmente –a él le esperan más ”dignos destinos”, la
CPI por ejemplo-, siguió con la única arma que tiene. Lanzar coces. Ahí está
pateando a todo el mundo, o al menos lo intenta.
Incluso en su vóragine cree que todavía es ”presidente” y
dice que el verdadero presidente no debe ir a los cuarteles. Quizá sea porque
alguno de sus esbirros o áulicos puede matar al presidente en una guarnición
militar. Si mataron a un Gómez Hurtado, por qué no a un Santos? Todo es posible
cuando la locura se apodera de los ”mulos” y su desenfrenada carrera solo puede
ser parada por un precipicio.
Así se ve el mulo. Desesperado. Desenfrenado. Y a cada
acción se nota que más pobres ”fans” se van alejando de su entorno porque la
gente no quiere estar cerca de un loco porque dicen que la locura es
contagiosa.
Pero él no sabe eso. Él sigue dando coces y coces. Al final
es lo único que sabe hacer. No sabe que son ”pataleos de ahogado”.
Publicar un comentario