Cambio Total.
…golpe a golpe… verso a verso…”
Evidentemente que la cuestión central es la deuda social que
los gobiernos oligárquicos han represado al priorizar la ”guerra”. O quizás, para y por ella, no satisfacer lo que como estado tenía –y tiene- que satisfacer,
discusión que no tiene nada de ”superficial” un debate ”guerra o paz” porque
ese debate empezará a re-dirigir nuestros esfuerzos como una Nueva Nación. Por
ello, en ocasión de la aprobación de lo acordado para el 2o punto, que es
extensible a todo lo acordado, habíamos dicho que si se cumplía sería una ”revolución”.
Porque en esas estamos en Colombia. Y en latinoamérica. Las
oligarquías han dejado una enorme deuda social al pueblo, de tales dimensiones,
que el comenzar a pagar esa deuda se convierte en un acto ”revolucionario”. En
Venezuela la revolución bolivariana lo que ha adelantado es el pago de la deuda
social dejada por los gobiernos oligárquicos de ese país. Por ello el apoyo
masivo del pueblo a la causa bolivariana. En Colombia, seguimos en los años 40
en cuanto a satisfaccción de las necesidades básicas del pueblo, amén de la
eterna exclusión del pueblo de la vida del país. Si no, échenles una mirada a
las Metas del Milenio que acá en Cambio Total estamos terminando de analizar.
Así que contrario a la posición gubernamental, creemos que,
paradójicamente, si las FARC-EP y el pueblo colombiano alcanzan a concretar lo
Acordado y firmado en el papel –los gobernantes y oligarquía son expertos en
prometer y no cumplir ninguna promesa-, lo que se habrá alcanzado la Mesa de
Conversaciones de La Habana será una ”pequeña revolución” ya que es
revolucionario sacudir el actual estado de cosas que tiene a los colombianos
viviendo todavía en la primera mitad del siglo 20, o si acaso más atrás como lo
demuestran las posiciones trogloditas y retardatarias del procurador y sus
acólitos, vale decir los CD narco-paramilitares.
Desde luego que esa ”pequeña revolución” o modernización no
es la revolución que pretendemos los revolucionarios, pero en gracia de
discusión la podríamos llamar como una ”revolución democrático-burguesa”. El
devenir será marcado por la participación popular en la causa de la revolución,
o como decía un guerrillero que conocí hace muchos años: ”Sobre la Marcha” (no
he tenido noticias de él hace muchos años…). Que significa seguir en la marcha,
hacia adelante, concretando los Acuerdos y avanzando mucho más para inscribir a
Colombia en el concierto de las Naciones como un referente revolucionario y
democrático.
La Marcha seguirá, como dice la canción, ”se hace camino al
andar”, y nuestro pueblo continuará su arrolladora marcha para sacudirnos de la
opresión de la guerra impuesta por la oligarquía y el imperio y alcanzar la
Nueva Colombia, en paz con justicia social, democracia, libertad, independencia
y soberanía nacional. Construir la Nueva Colombia será realización de la lucha
del pueblo y la herencia dejada a nuestros hijos que vivirán un futuro
esplendoroso construyendo y avanzando en las conquistas revolucionarias.
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