Allende La Paz, Cambio Total.
No quiero posar de aguafiestas de los columnistas al
servicio de la oligarquía. Ya lo hemos
señalado constante y suficientemente que ”las campanas al aire” que tañen la
oligarquía son falsas y buscan, entre otras cosas, arrinconar a las FARC-EP, es
decir, lograr en la Mesa de Conversaciones lo que no han podido en el campo
militar.
Afortunadamente algunos de esos ”analistas” pareciera que
han llegado al convencimiento de que los que están enfrentados son dos partes.
Una parte oligárquica y una parte popular. La parte oligárquica está representada
por el gobierno y toda su super estructura. La parte popular está representada
por las FARC y el ELN. Igualmente pareciera que se van dando cuenta que quien
desencadenó –dió origen- el conflicto interno y el que más víctimas ha
producido es la parte oligárquica-estatal. Es que las cifras no mienten y están
para que las vea todo el quiere ver. 83% de masacres y ejecuciones
extrajudiciales (”falsoso positivos”); 97,7% de las desapariciones y el 100%
del desplazamiento forzado es responsabilidad estatal.
Cantidades que producen escalofríos. La totalidad de esas
víctimas mortales son civiles, indefensos, desarmados, inermes, asesinados por
la maquinaria de las fuerzas militares-narcoparamilitares estatales. Sin
embargo, ante la evidencia la mayoría no quiere ver e insisten en echarle el ”agua
sucia” a las FARC como si 10% fuera igual a 83% o 97,7% o 100%. Esos cálculos
matemáticos oligárquicos son muestra, de paso, del por qué de la pérdida de las
pruebas PISA. Ahora bien, faltará evaluar la cantidad de víctimas no mortales y
su impacto.
Hemos leído que por ahí andan hablando dizque el proceso de
La Habana está llegando a su ”punto de no retorno”. Creo que es necesario aclarar.
La caducidad histórica de un fenómeno no es igual a su superación práctica.
Ejemplo, el capitalismo es un sistema caduco porque no brinda solución a los
ingentes problemas de la humanidad, pero de ahí a su superación práctica hay
mucho trecho. Lo mismo, cuando hay un ”punto de quiebre” ello quiere decir que
la tendencia se orientará hacia donde señale ese punto de quiebre, pero aún
persistirán los puntos que intentan retrotraer el fenómeno a una situación
igual o peor al anterior al punto de quiebre.
Por ello, no le produce ningún bien al proceso de Paz estar
hablando en los términos que lo hacen esos analistas burgueses. Aún no se ha
llegado a ese ”punto de no retorno”. Ni siquiera hemos llegado a un ”punto de
quiebre”. Habremos llegado a un ”punto de quiebre” cuando los delegados de las
dos partes lleguen a un Acuerdo de Cese Bilateral de Fuegos que pare la
confrontación y en la Mesa de Conversaciones no se sienta el ”ruido” externo,
como el producido por los ”enemigos de la Paz”, por ejemplo. El punto de no
retorno se habrá alcanzado cuando una Asamblea Constituyente –el constituyente
primario- refrende los Acuerdos Totales logrados por las dos partes y ese no
retorno significa que estaremos caminando en la construcción de un Nuevo País,
todos unidos.
Esa senda lógicamente que estará llena de dificultades, de
desencuentros, a veces de intolerancias, pero a pesar de ello se seguira
marchando hacia adelante dejando atrás a las ”vacas muertas” a la orilla de la
carretera. El no retorno significa también Reconciliación de todos con todos y
se habrá acabado el odio como motor societal burgués. Algún día en el futuro,
no sabemos cuando, habremos avanzado tanto que ya ciertas instituciones no
serán necesarias. Ese día será un día luminoso en nuestra historia colombiana.
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