Cambio Total.
El capitalismo en
su fase superior el Imperialismo decidió hace mucho tiempo que su « modelo »
sería el Neoliberalismo, el cual se traduciría en enriquecimiento desmedido del
círculo financiero y los empresarios, a costa del empobrecimiento de los
proletarios y las otras clases sociales de la sociedad.
Esa fase del
imperialismo sería edificada sobre la base de la más aberrante agresividad
contra los trabajadores y el pueblo en general y, también, claro está, contra
el planeta mismo extrayéndole sus riquezas a costa de la superviviencia del ser
humano en el planeta. El modelo neoliberal ha seguido expoliando todo, a los seres
humanos y al planeta, y para ello ha usado variados métodos.
En Colombia,
desde que se inició la implantación del neoliberalismo, es decir, desde el
gobierno de César Gaviria Trujillo que con frases engañosas como « Bienvenidos
al futuro » aplicó las orientaciones dictadas desde Washington -meca del
imperio- y ante la resistencia del pueblo colombiano hizo uso de todas las
formas para conseguir el fin que le dictaron sus amos. Desde entonces estamos soportando y luchando contra el neoliberalismo que enriquece a los ricos y empobrece a los pobres.
La masividad de
las violaciones de derechos humanos de los colombianos adquirió ribetes
dramáticos a partir de la administración Gaviria y alcanza su máximo durante
los gobiernos de Pastrana-Uribe Vélez –llamado Uribhitler- y JMSantos, al punto
que incluso la Comisión de Derechos Humanos de la ONU calificó la situación
como una « Crisis Humanitaria », calificación que no ha sido
levantada al día de hoy.
Ello nos demostró
que el régimen colombiano seguía las órdenes del imperio con toda la
permisividad del caso y por ello el neoliberalismo se implantó con los métodos
más brutales de represión –« tierra arrasada »-, métodos ya
contemplados en la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN), y sus sucedáneos (DCBI,
Santa Fé, etc).
En los últimos
años estamos presenciando la desesperación del círculo oligárquico-mafioso en
el poder por acumular riquezas y no es solamente la explotación de los
trabajadores (precarización del trabajo, desempleo e informalidad,
precarización de la jornada laboral con la llamada flexibilización, aumento de
la edad de jubilación y el de semanas de cotización, etc), sino la expoliación
del campesinado y el despojo de sus tierras para adelantar sus megaproyectos de
producción de biocombustibles, amén de extraer los riquezas mineras a cielo
abierto (oro, níquel, carbón, etc, etc).
Ya no es
solamente el asesinato de los líderes políticos, sindicales, sociales, a través
de la herramienta narco-paramilitar –ahora llamada BACRIM, « Rastrojos »,
« Àguilas Negras », « Uribeños », etc, en intento de volver
a esconder la responsabilidad estatal en los asesinatos –`muerte física´-, las
cuales van de la mano de las fuerzas militares estatales ; sino que ante
la perspectiva del ascenso de la lucha de masas populares y los intentos de
alcaldes de extracción popular –Petro, etc- y de dirigentes políticos de izquierda
y de avanzada de luchar contra los efectos devastadores del neoliberalismo
contra el pueblo y sus ciudades y riquezas, el neoliberalismo encarga al sector
más ultrareaccionario –la extrema derecha enemiga de la Paz- el papel de « vacas
muertas » para torpedear el proceso de Paz de La Habana e impedir medidas
como la recuperación de ciertos servicios públicos, como el aseo en manos de la
voracidad del sector privado.
Utilizan figuras
traídas de ultratumba y proyectan a la Procuraduría a un individuo de la calaña
de Ordóñez, colocando un alfil que para tal fin viola incluso la propia
Constitución burguesa. La destitución de Petro, la inhabilitación de la
senadora Piedad Córdoba, la persecución de líderes políticos de « izquierda »,
así como de políticos tradiciones desafectos de la extrema derecha, son algunas
de las « obras » de los « enemigos de la Paz », lo cual
cuenta con la mirada complaciente e indiferente del presidente JMSantos.
De ésta manera el
Neoliberalismo defiende a ultranza sus « conquistas » y combina todas
las formas de lucha. Plomo para decretar la « muerte física » e
inhabilidades a través de leguleyadas para decretar la « muerte política »
de los sectores populares. El pueblo ante esto solo tiene una salida :
Unidad, organización y lucha de masas para construir una Nueva Colombia con
Nueva Estructura, Nuevas Instituciones y Nuevas Superestructuras.
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