El pasado 29 de octubre en el municipio
de Leiva, Nariño, fue encontrado el cuerpo sin vida del campesino Ruber
Herney Rosero, habitante de dicha localidad.
El cuerpo del labriego del labriego presentaba un tiro de gracia, había sido degollado y presentaba señales de tortura, informo la Red de Derechos Humanos Francisco Isaías Cifuentes.
La nueva víctima del terrorismo de Estado era un reconocido dirigente campesino que participó activamente en las movilizaciones de protesta de los campesinos en las veredas Galindez, municipio de Patía y El Pilón y Mojarras, municipio de Mercaderes, en el Cauca, en el marco del Paro Nacional Agrario.
Municipio de Leiva, Nariño
El 16 de noviembre de 2013, a las cuatro y media de la tarde, cuando voceros de organizaciones de derechos humanos y líderes comunitarios del municipio se disponían a reunirse con el gobernador de Nariño y las autoridades locales, el Ejército y la Policía filmaron y fotografiaron a las personas participantes.
En ese operativo ilegal y arbitrario el teniente Oscar Calderón Cárdenas del Batallón Boyacá, le señaló una fotografía al campesino José Leader Daza, tomada abusivamente por desconocidos en el corregimiento El Palmar y le pregunto si el que aparecía en dicha foto era él, a lo que el labriego dijo que sí. “Entonces cuídese”, lo amenazó el teniente.
Minutos después defensores de derechos humanos, delegados de la ONU y de la Defensoría, le pidieron a Calderón Cárdenas explicaciones sobre la fotografía y las amenazas contra el campesino.
El teniente respondió con todo el cinismo del caso que era un procedimiento regular y que la fotografía que tenía del labriego en su poder había sido suministrada por la inteligencia del B2 del Ejército.
Añadió que el ejército viene adelantando un trabajo de inteligencia y seguimiento contra el líder campesino, informó Redfic.
Defensores de derechos humanos y las comunidades sostienen que el ejército, la policía y grupos de paramilitares trabajan conjuntamente para asesinar a los campesinos.
Hostigan a estudiante en Pasto
El pasado 7 de noviembre a las 8 y media de la noche a la altura de la calle 16 A con carrera 34, cuando el estudiante David García Chávez se dirigía a su vivienda fue abordado por dos sujetos que se movilizaban en una moto.
Los asaltantes de civil se identificaron como agentes de la Sipol y procedieron a intimidar y a requisar al joven de manera arbitraria por varios minutos. Verificaron antecedentes y esculcaron de manera ilegal las pertenencias del estudiante. Posteriormente lo dejaron libre.
La persecución contra Gracía Chávez se da porque es activista del Colectivo Estudiantil Simón Rodríguez, pertenece a la Coordinación Estudiantil del Proceso de Unidad Popular del Suroccidente Colombiano y miembro de la Marcha Patriótica.
Suficiente para que el régimen criminal que mantiene el poder en Colombia lo asesine por intermedio de la demencial estrategia militar-paramilitar.
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