Domínico Nadal,
Cambio Total.
Parece que los
miembros del establecimiento colombiano están « descubriendo » el
carácter político de las propuestas de las FARC-EP. Apenas ahora se dan cuenta
de esos planteamientos, a pesar de que toda la vida los han propuesto. Ese
carácter político de las FARC ha significado en que, por ejemplo, todas sus
acciones militares tengan un norte político, la salida política del conflicto
interno.
Por ello no nos
extraña que la insistencia de las FARC-EP sobre la Constituyente sea un punto
fundamental en las propuestas de la organización revolucionaria. Propuesta que,
quien lo creyera, es calificada como « contra-revolucionaria » por el
minInterior del régimen de JM Santos. Nos causa risa ver a éstos pelafustanes en
funciones ministeriales tratando de utilizar la fraseología revolucionaria para
desvirtuar los planteamientos revolucionarios. Lo que a su vez demuestra que
desde la orilla oligárquica carecen de argumentos desde su retardatario ideario
para oponerse a la realización de una Asamblea Constituyente.
Evidentemente que
los « intolerantes » de hoy, en el pasado esgrimieron el anti-comunismo,
el anti-marxismo-leninismo, como caballito de batalla para exterminar a bala y masacres
las organizaciones populares, es decir, esos representantes burgueses siguen
practicando el más vulgar anticomunismo, quizá por saber que es la ideología
que plantea la solución de los ingentes problemas que padece la humanidad. El
exterminio de la Unión Patriótica (U.P.) y sus 5.000 líderes asesinados es
prueba irrefutable. Las 500.000 víctimas asesinadas son prueba de nuestro aserto.
Las víctimas todas desde antes de 1948 muestran la intolerancia de la
oligarquía contra las propuestas populares.
Los 10 puntos de
las FARC-EP sobre la Participación Política acordado en la Mesa de La Habana
son un resumen de la cantidad de exclusiones que padece el pueblo colombiano
por cuenta de la oligarquía en el poder. Y naturalmente las FARC tratará de
resarcir a su pueblo. No entraremos en detalles, pero todas apuntan a la más
completa modernización del aparato estatal –y todavía no estamos hablando de
construcción del socialismo !-, y ya los representantes de la
oligarquía-terrateniente están lloriqueando porque esa modernización les podría
significar la pérdida del poder.
Ese carácter
político tiene preocupado al inquilino de la « Casa de Nari ». La
propuesta de acabar el régimen presidencialista que hoy rige para el aparataje
estatal desvela a los oligarcas ya que la actual figura del presidente es en
realidad un monarca que utiliza otro nombre, « presidente » en vez de
« rey ». Mas su carácter es monárquico. Por ello, sus inquilinos se
creen « reyezuelos » y por ello su título es eterno. Los llaman « presidentes »
per secula seculorum así su período
haya terminado muchos años atrás.
Esos intolerantes
refuerzan día a día su modelo excluyente y anti-popular. La reciente aprobación
del « fuero militar » va en dirección contraria del discurso
gubernamental en la Mesa de la Habana y de todas las acciones gubernamentales. El
fuero militar aprobado sólo significa impunidad para todas las acciones militares
y ello muestra que las violaciones de los derechos humanos –cuya impunidad
alcanza el 99%- seguirá hasta que algún logremos desmontar la Doctrina de Seguridad
Nacional y su Terrorismo de Estado y dotemos a las fuerzas militares de una
doctrina bolivariana.
En conclusión, a
pesar de la Mesa de Conversaciones de La Habana el estado –y su gobierno- se
está preparando para más guerra y en mayor escala.
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