Allende La Paz,
Cambio Total.
Ayer fue el día
maravilloso de la Paz. Con ocasión de conmemorarse los 65 años del asesinato de
Jorge Eliécer Gaitán se ha instatuído esta fecha como el « Día de las
Víctimas ». Y los colombianos marchamos, el pueblo, porque somos víctimas
del Terrorismo de Estado y la DSN. Ha quedado claro que el pueblo colombiano no
quiere la guerra, la aborrece y lucha contra ella entregando hasta la vida
misma.
El pueblo recordó
las 500.000
víctimas que ha arrojado el conflicto interno, mediante las masacres, desapariciones, ejecuciones
extrajudiciales ; víctimas inermes, desarmadas, indefensas, que
asesinaban para « secarle el agua al paz », es decir, a la
insurgencia armada que luchaba por sus vida con las armas en la mano.
Nunca habíamos
leído un consolidado de las víctimas que había producido el conflicto interno
en las fuerzas militares, las cuales llevaban adelante el Terrorismo de Estado
de la mano con sus fuerzas narco-paramilitares. Ayer lo hicieron a través de El
Espectador : « El Monumento de los Caídos es un homenaje a la memoria
de 25.000 miembros de la fuerza pública
que han entregado su vida en 50 años de guerra. ¡25.000! La mayoría jóvenes soldados
y policías. Y eso sin contar a 100.000 heridos.
¡100.000!
Que con un porcentaje de mutilados o en silla de ruedas es una catástrofe ».
Duele leer éstas
cifras. Duele porque las víctimas son todas hijos del pueblo. Duelen porque
ninguno de los « determinadores » de la guerra ha caído en combate,
sencillamente porque ellos no van al combate, al frente de batalla. Ellos
deciden y determinan la guerra y después se esconden cobardemente en sus
sillones y oficinas a esperar que los hijos del pueblo se destrozen entre ellos, sin ninguna contemplación.
Duelen porque son
muestra de la barbarie a que nos han llevado. A matarnos entre nosotros mismos,
unos por defender los intereses oligárquicos, y los otros por defender al
propio pueblo y sus derechos, especialmente el derecho a la vida.
Por las víctimas ayer los
colombianos dijimos « Somos más. Sí a la Paz ». Por los diálogos en
La Habana dijimos « Somos más. Sí a la Paz ». No importa que en
nuestras manifestaciones « se cuelen uno que otro oportunista que roba
cámara ». Siempre hemos manifestado que no queremos más muertos porque los
hijos del pueblo son las víctimas de ésta guerra fratricida recetada por los
gringos y la oligarquía. Por ello vamos a empujar con todo el « tren de la
Paz », y/o el barco, o/y el avión.
No más sangre de pueblo
que riegue los campos y ciudades.Hoy decimos como el « Negro » Gaitán :
« nada
más cruel e inhumano que una guerra. Nada más deseable que la paz. Pero la paz
tiene sus causas, es un efecto. El efecto del respeto a los mutuos
derechos ». No a la guerra,
sí a la Paz. Ayer caminamos con dolor y con alegría. Caminemos todos juntos en una Nueva Colombia, en paz con justicia
social.
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