Hernando Vanegas Toloza,
Postales de Estocolmo.
La campaña electoral de
2018 en Colombia está enrarecida por cuenta de los sectores de extrema derecha
que se creen con derecho de esparcir toda su caca a los luchadores populares
para ellos continuar con su corrupción galopante.
Hemos visto, no sin
sorpresa, una última propaganda sucia del Centro Democrática –de Álvaro Uribe
Vélez- contra los otros precandidatos del establecimiento y también de la
llamada “izquierda” y de la izquierda de
verdad.
Al tiempo que se asesina
a miembros de la FARC, hoy convertidos en Partido Político, al igual que a los
líderes populares que adelantan la lucha por sus reivindicaciones –entre las
cuales está la exigencia por el cumplimiento del Acuerdo de Paz-, los miembros
de la extrema derecha, ante la ausencia de propuestas que solucionen los
problemas del pueblo, recurren a la mentira y a la propaganda sucia.
A unos los callan a
plomo. A los otros los amenazan con callarlos en las “urnas”. No en las urnas
electorales, sino en las “urnas” de los cementerios, es decir, los cajones
mortuorios, lo cual viene a ser lo mismo. La carencia de programas, de
propuestas, lleva a esos sectores recalcitrantes y retrógrados de extrema derecha
a recurrir al Terrorismo, apoyándose en sectores empotrados en las fuerzas
militares-narcoparamilitares.
Se dice que la extrema derecha,
liderada por Uribhitler, comanda las bandas de narco-paramilitares, la mafia
narcotraficante, la cual como subproducto del capitalismo ha cometido miles de
miles de asesinatos contra campesinos e indígenas, quienes por lo único que
lucha es por su pedazo de tierra con el cual sostenerse y sostener a sus familias.
Semejante egoísmo de la extrema derecha será “recompensado”
con la más estruendosa derrota en las urnas electorales. Ya estamos viendo que los sectores empresariales
afectos a la extrema derecha le dieron
el ultimátum a Uribhitler de escoger rápidamente su candidato presidencial so
riesgo de que los dineros no lleguen a sus arcas corrompidas para financiar la
campaña electoral.
Y cuando los “dueños del país” dan un ultimatum seguramente
ya tienen en mente un reemplazo. Vargas Lleras? Tampoco éste tiene una buena
carta de presentación. Rodeado de mafiosos –Kiko Gómez, Oneida Pinto, y toda la
mafia en la guajira, además de los narco-paramilitares de los Llanos, y la
mafia de los Char- tiene poco empacho moral para adelantar una campaña decente.
Por ello, recurre hasta a ordenarle a su lacayo Larita que
trate de impedir la entrada de la FARC al Congreso y que torpedeé el Acuerdo de
Paz. Habráse visto más muestra de cuan ”ensopados” tienen los pantalones ante
la presencia del Nuevo Partido? Es tal la cobardía de esos sectores que a pesar de tener la poderosa
maquinaria del Estado el ”fundillo” se les humedece ante la mera presencia del
Nuevo Parido de FARC.
Es toda una evidencia de la pobreza ideológica de la extrema
derecha.Por qué hay un sector de pobres que vota a Uribhitler y lo ha endiosado
hasta convertirlo en el ”falso Mesías”? Si el pueblo pobre es confundido por la
machacante propaganda de los medios en poder de la olgarquía inducen una
enfermedad psicológica, algo que se llama ”falsa conciencia”.
Sabemos que la ideología dominante en la sociedad es la
ideología de la clase que ostenta o detenta el poder. La clase que ostenta el
poder desde hace más de 200 años en Colombia es la oligárquica, burguesa, la
cual piensa nada más que en sus propios intereses y aplica el poder de manera
violenta. La prueba la tenemos que
a pesar de haber las FARC-EP dejado las armas siguen aplicando el Terrorismo de
Estado, lavándose la cara con los narco-paramilitares, o sea, con la mafia.
Desde 211 hasta hoy, según
cifras del analista Allende La Paz, ”van 81 líderes populares asesinados –ejecutados
extrajudicialmente- en el 2017.
534 líderes populares asesinados entre 2011 y
2015. Sumando los 150 líderes asesinados de 216 nos arrojaría un consolidado de
765 líderes asesinados en pleno proceso de paz y ahora en plena implementación.
765 no es cualquier cifra. Son 765 vidas humanas
cegadas por la intolerancia agenciada desde el Estado. Son víctimas del
Terrorismo de Estado hasta que se demuestre lo contrario”.
Así ejerce
el poder la derecha que se ha empotrado en la Casa de Nariño. Tocará realizar
la más contundente tarea de reconstrucción del tejido social –ya lo está
haciendo el pueblo-, y de unidad para sacar a los corrompidos oligarcas que se
enriquecen a costa de la miseria del pueblo.
Vamos
Adelante con las movilizaciones populares garantía de la unidad en la práctica!
Vamos a defender el Acuerdo de Paz!
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