Jose María Carbonell, blog Nueva Colombia.
La ONU acaba de informar que todas las armas de las FARC han
sido inutilizadas. Cumple así la FARC su compromiso de dejación de armas para
pasar a la legalidad como partido político.
Igualmente la FARC han
cumplido con todos los compromisos adquiridos con la firma del Acuerdo de Paz
del Teatro Colón. Muestra así el Nuevo partido politico su seriedad y sus
inconmensurables deseos de reconciliación entre todos los colombianos.
El gobierno Santos –y con
él todo el estado- se vanaglorian de haber logrado éste objetivo, como si hubiera
sido que las FARC-EP dejaran las armas el único objetivo del proceso de paz. Prueba
de ello es el incumplimiento gubernamental en la implementación del Acuerdo de
Paz.
Ya Jean
Arnault, de la ONU, señaló: “Esperamos haber honrado el compromiso con la
sociedad colombiana (…) confiamos en que
la finalización de la dejación de armas no sea el fin de los esfuerzos de paz”.
Nada de eso de los incumplimientos del gobierno es nuevo.
Siempre han sido marrulleros a la hora de cumplirle al pueblo, al tiempo que
son cumplidísimos con la clase oligárquica empotrada en el poder y al cual
representan y han representado los diferentes gobiernos desde hace más de 200
años.
Llama la atención que desde los medios en poder de la
oligarquía se presente la ubicación de las caletas de las FARC como
incautaciones realizadas por las fuerzas militares, cuando todo el mundo sabe
que su ubicación es producto del Acuerdo de Paz. Caletas que entre otras cosas
solo han podido ser accesadas por voluntad de las FARC y no por la labor de los
militares que ante las FARC siempre quedaron ”viendo un chispero”.
Ante el cumplimiento de la FARC está la falta de voluntad del
gobierno Santos que no solo continúa con el asesinato –ejecuciones- de los
líderes populares, sino que continúan armándose con la compra de aviones de
última generación a Suecia. Esta posición del gobierno colombiano nos lleva a
sospechar que la carrera armamentista de Colombia se inscribe en nuevas guerras
a la que llevarán los gobiernos colombianos al pueblo, ya que los hijos de los
oligarcas nunca van a la guerra.
Ya la FARC está en la arena política por su propia decisión
y determinación. Nuestro pueblo sabe
que en el nuevo partido tiene su más decidido defensor. Es un partido de nuevo tipo,
lo cual implica que cumplirán sus postulados ideológicos y sus principios
éticos. Es un partido que reluce entre los partidos politicos colombianos.
FARC es dechado de
virtudes. No corrompido. No clientelista. Con principios éticos y valores
morales. No marrullero. Decidido en la lucha. Los que creen que tratando de
acorralarlos van a impedir su accionar politico deberían recordar que ni los
militares lo lograron. Por el contrario, cada intento era respondido con
crecimiento y cualificación.
Muestra de ello es el
homenaje al “Mono Jojoy”. La FARC tiene todo el derecho de reivindicar a sus
líderes caídos en combate y también a los no caídos en batalla. Ellos son sus
ancestros, sus fuentes. Y un partido político se nutre de ellos para continuar adelante.
Que haya poquísimos retrógrados
en Colombia –eso sí con casi todos los medios de comunicación a sus espaldas
para crear la “sensación” de que son más- no creo que “asusten” a los
militantes de la FARC, los cuales han sido templados por 53 años de dura lucha
por la Paz.
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