José María Carbonell,
Nueva Colombia.
Ayer en el senado de la república se dió un rifirafe entre
el senador Galán y el narco-paramilitar número 82 ex-presidente y hoy senador,
Álvaro Uribe Vélez, y los dos se sacaron los trapitos sucios al aire….
A ellos les aplicaremos
el proverbio de ”trapos sucios al aire”. Uno y otro tienen sus “guardados”, sus
“jibas” como dice otro Álvaro, pero éste Bueno, Álvaro Leyva Durán (godo que a
pesar de ser godo tiene el convencimiento de la imperiosa necesidad de
construir la Paz en Colombia).
El número 82, Uribe
Vélez, volvió al congreso y en plena sesión se sacaron los trapitos al aire. El
senador Juan Manuel Galán –que lo único para mostrar es ser hijo de Luis Carlos
Galán y pare de contar- le cantó a Uribe Vélez que él, Uribe, “no tiene la
autoridad moral para marchar el 1o de abril (Marcha de la corrupción) y le
enrostró algunos de sus inconmensurables delitos: “A usted se le olvida cómo
cambió la constitución, a su medida, para perpetuarse en el poder repartiendo
notarías entre los congresistas, se le olvida cómo utilizó los organismos de
inteligencia como el DAS para perseguir a la oposición, para chuzar a la Corte
Suprema de Justicia”, lo cual “le sacó la “piedra” a Uribe”, según un
periodista de la revista Semana.
El número 82, Uribe
Vélez, a su vez, contra-atacó y le sacó los trapitos al senador Galán y le
recordó que “la Fundación que lleva el nombre de su padre ha recibido contratos
del gobierno y lo cuestionó por haber tenido un cargo público durante su
mandato”, según dice el periodista en video publicado en Semana.
Con ésta sacada de
trapos al sol queda evidenciado que la clase politiquera colombiana está
profundamente corrompida, todos viven de exprimir al estado, legal o
ilegalmente, más lo ultimo que lo primero, y ninguno está exento de “quemarse
la cola” si se “arriman a la candela”.
Evidentemente que quien
más lleva las de perder es el número 82 Uribe Vélez pues su corrupción es
inconmensurable y con cada escándalo de corrupción que se destapa sale su
nombre a bailar en la “danza de la corrupción”.
Mas está bien que se
“saquen sus trapitos al aire” para que los colombianos de bien sepan a quién
votar en las próximas elecciones. Desde luego que en el Congreso colombiano hay
poquísimos honestos por los cuales votar (Cepeda, Alirio Uribe) y ello debe
llevar a los colombianos a votar por nuevas realidades, nuevos actores, así
algunos sean viejos que están demostrando que le apuestan todo a satisfacer el
más caro anhelo: la Paz con Justicia Social.
Publicar un comentario