Hernando Vanegas Toloza,
Postales de Estocolmo.
La revolución cubana, su
estado revolucionario, viene a darnos una muestra más del significado del
internacionalismo proletario, o si no les gusta la palabra, de la eterna solidaridad
de la revolución cubana con todos los pueblos del mundo.
Cuba, garante del
Acuerdo Final para una Paz estable y duradera en cuyo territorio se adelantaron
las Conversaciones de la Mesa de Diálogos, ha ofrecido 1.000 becas para que ex-guerrilleros realicen estudios de Medicina
en su país. Ello significa que Cuba, el faro revolucionario, pretende con ello
formar a los ex-guerrilleros en una profesión que derrama amor por el prójimo,
si se ejerce de acuerdo con una ética y una moral correcta, mucho más si es
revolucionaria.
Serían 1.000
guerrilleros que viajarían 6 años a estudiar en la Isla de la Libertad, o quizás
podría desarrollarse –proponemos- 3 años de estudios en Cuba y 3 años de
estudios teórico-prácticos en Colombia, con sus profesores cubanos y algunos otros
colombianos que se sumen y entiendan la iniciativa, en las zonas –por ejemplo- en
los cuales las FARC-EP tienen influencia y en zonas como Ciudad Bolívar en
Bogotá o las Comunas en Medellín, o en las zonas “deprimidas” de las ciudades
colombianas. Se solucionaría así un problema consustancial del régimen colombiano,
uno de los más agobiantes, la Salud, y ello sería una contribución
revolucionaria del Acuerdo Final de Paz.
Sabemos que la educación
médica en Colombia es una educación elitizada e imbuída del paradigma
cartesiano-newtoniano. Que los médicos recién graduados, la gran mayoría de
estratos 5 y 6, salen de la Universidad con la visión mercantil del ejercicio
de su profesión y si no la tienen son constreñidos por la ley 100 a ejercer la
medicina mercantilizada que sufre el pueblo colombiana por dicha ley.
Sabemos
que la nefasta ley 100 de Álvaro Uribe Vélez y César Gaviria Trujillo ha
convertido en mercancía la salud en Colombia y sus deletéreos efectos están
patentizados en los constantes reclamos y manifestaciones contra la falta de adecuada
y oportuna atención médica, la muerte de personas por falta de atención, por
los “paseos de la muerte”, problema sufrido por los colombianos pobres, en
tanto las entidades prestadoras de salud, EPS, se embolsillan los dineros
destinados a la salud –otra forma de corrupción-, o van a parar los carteles de
corrompidos que trafican con la salud, incluyendo politiqueros tradicionales y
narco-paramilitares (SaludCoop, Coomeva, etc).
Los médicos formados en
Cuba vendrían al país con las bases científico-técnicos y los valores morales y
principios éticos que les permitiría seguir adelantando estudios en las zonas
que lo necesitan, de la mano de sus profesores. La propuesta que siempre hemos
planteado para la educación médica es la implementación de un Nuevo Paradigma que
vea y aborde al ser humano-paciente con una visión de totalidad.
La nuevos médicos estarían dotados de las dos formas de
educación médica, la tradicional y la alternativa. Los Nuevos Médicos estarían
dotados de los avances médicos de la medicina tradicional (especialidades,
farmacología, avances técnicos, etc) y de los de la medicina alternativa
(Acupuntura, Electro-acupuntura, Terapia Neural, Moxibustión, Masajes, etc).
Los gananciosos serían el estado colombiano que resuelve un
problema que amenaza convertirse en una explosion social y el pueblo colombiano
que vería satisfecha su demanda de una atención oportuna y de calidad.
No deberían haber choques entre las dos visiones de la
educación médica. Las dos son complementarias la una de la otra. Un ejemplo lo
tenemos en Alemania y Suiza, países en donde, por ejemplo, la terapia neural se
practica inmersa en la medicina tradicional. Todo en bien del ser
humano-paciente.
LEA: La Salud desde la dimensión autopoiética. Educación
médica para el siglo XXI, páginas 107-145. Hernado Vanegas Toloza. https://www.slideshare.net/hernandovanegas/salud-autopoitica?type=document
Éste ofrecimiento de Cuba coloca a la revolución cubana –nuevamente-
como el país más humanitario del mundo al enseñar -sin costo alguno para
Colombia- a los ex-guerrilleros su formación médica y de esa manera le darían un
concreto seguimiento al Acuerdo Final de Paz. Surgirán las voces cargadas de odio que se van a
resistir a éste ofrecimiento. Ya veremos a los “enemigos de la Paz” recurriendo
a la tesis manida de exportación del inexistente “castro-chavismo”, invento de
mentes enfermas que quizás tendremos que esperar para que los atiendan los
Nuevos Médicos a ver si sus almas encuentran la sanación.
Éste ofrecimiento de
Cuba es muestra concreta del significado revolucionario de la solidaridad con
un pueblo. Cuba, ejeplo de Paz Social, exportador de Salud y Educación, es
ejemplo del humanitarismo de una revolución, de un pueblo, que no duda en
despojarse de parte de lo poco que tienen –producto del criminal bloqueo
estadounidense- para compartirlo con sus hermanos de clase colombianos.
Gracias Cuba, sigues siendo
el “faro” humanitario del mundo !!!
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